Tomo una ducha en los vestidores, porque mi clase de canto inicia en una hora y media, sería muy agotador ir hasta mi casa y volver, en cuanto salgo lo busco con la mirada, pero ya no está, siento alivio y ... ¿decepción?
¿Acaso quería que él me esperara? No, estoy segura que él no haría eso, pero entonces ¿por qué me siento así?
Cuando entro a mi clase de canto después de almorzar, sigo sintiendo como un bajón de energía y sé que no es por el ejercicio, tal vez es por la actitud fría de Peter en la clase o porque no me esperó.
¿Pero que diablos estoy pensando? Él no tiene razones para hacer eso, tengo que dejar de comerme la cabeza con cosas sin sentido, eso no es posible, debería estar agradecida de que no me molestó, sin embargo, no es así ¿por qué no es así?
El sonido de una guitarra me distrae de mis pensamientos, aún es muy temprano para que haya estudiantes en la academia, al parecer no soy la única a la que le gusta llegar antes, llego hasta donde el sonido se origina y me detengo en la puerta con los ojos muy abiertos.
Tocando de una manera increíblemente hermosa está Francisco, tiene los ojos cerrados mientras parece disfrutar completamente de lo que la guitarra le transmite, diría que verlo resulta un poco hipnótico, comienza a cantar "te vi venir" de Sin Banderas y su voz es absolutamente una delicia para los oídos.
Me pierdo por un momento en lo que escucho y me recuesto en el marco de la puerta, admirándolo con una ligera sonrisa, porque en verdad me gusta mucho lo que estoy escuchando.
- Es muy bueno ¿no crees? – susurra alguien a mi lado
- Si – digo con un pequeño suspiro que no tengo idea de donde salió
- Siempre le digo que tiene que demostrarlo más – es hasta entonces que reacciono
- Lo siento mucho señorita Dafne, no quería ser entrometida – mis mejillas se vuelven completamente rojas al percatarme que la directora está a mi lado
- Oh descuida, este es tu salón ¿no? – sonríe
Veo a mi alrededor para comprobar que, en efecto es mi salón de clase, ambas nos sorprendemos cuando alguien carraspea atrás de nosotras, al parecer no nos dimos cuenta que Francisco ya había terminado de tocar.
- ¿De nuevo espiando? – pregunta alzando la ceja
- Oh que va – dice ella muy quitada de la pena – la clase está por comenzar cariño, deberías irte preparando.
Me sorprende la familiaridad con la que se tratan, Francisco la ve con los ojos entrecerrados y me ve por un instante, como debatiendo si debería saludarme o no
- Hola Ariana – dice finalmente con una pequeña sonrisa de labios cerrados
- ¿Se conocen? – pregunta la señorita Dafne
- Somos compañeros – digo yo – hola Francisco
Los ojos de la directora comienzan a brillar, literalmente, y observa a Fran, quién ruedas los ojos.
- Cálmate mamá, no es lo que estas pensando
¿Mamá? ¿dijo mamá? Alterno la vista entre ambos, percatándome del parecido tan notable, mis ojos se abren por completo al comprender lo que esta pasando.
Francisco estuvo tocando el piano durante la clase, al parecer toca varios instrumentos, jamás lo hubiera imaginado, no me pasó desapercibido las miradas de reojo durante los ensayos, supongo que es un poco incómodo para él verme aquí.
Al salir de la academia lo encuentro recostado sobre una de las columnas, en cuanto me ve se aproxima a mí.
- ¿Te acompaño a la parada?
- Mi hermano vendrá por mí
- Perfecto, te acompaño al estacionamiento entonces – solo alcanzo a aceptar con la cabeza, mientras comenzamos a caminar.
- Eres muy bueno con los instrumentos – trato de iniciar la conversación
- Bueno, cuando tu mamá es directora de una academia de música resulta un poco vergonzoso decir que no sabes tocar nada
- Suenas como si te hubieran obligado, pero te veías bastante contento en la clase – me sonríe de lado, pero se encoge de hombros
- Nunca dije que no me gustara
Nuestra conversación se ve interrumpida cuando alguien toca un claxon, observo a Peter en un lindo convertible rojo, jamás me hubiera imaginado que conducía, nunca lo he visto conducir al colegio, para mi sorpresa no viene solo.
El asiento de copiloto está vacío, pero atrás del auto Claudia está con cara de pocos amigos y Amelia parece indiferente con su teléfono celular en la mano, ambos se saludan con la cabeza y por un instante lo veo fruncir el entrecejo al verme junto a Francisco.
- Creo que me iré yo antes que tu – se coloca frente a mí cubriendo mi vista del auto - ¿puedo pedirte un favor?
- Depende
- ¿Podrías mantener en secreto lo de la academia de música? – lo veo extrañada – muy pocas personas en el colegio saben de esto y me gustaría mantenerlo así
- No veo por qué ocultarías algo como esto, pero no te preocupes, no se lo diré a nadie.
- Gracias – me da una sonrisa de boca cerrada – no es que me avergüence, es solo que esto es algo muy mío y no me gustaría que se arruinara por culpa de algunas personas que creen que es correcto entrometerse en la vida de otros.
Asiento con la cabeza, porque comprendo a que se refiere, aunque no era necesario que se explicara.
- Descuida, aunque si me permites decirlo, tienes un talento maravilloso
Sonríe de manera sincera y nos vemos a los ojos por un breve momento, que se ve interrumpido cuando Peter vuelve a tocar el claxon.
- Date prisa Francisco – grita desde al auto
- Vaya, debe estar desesperado si dijo mi nombre completo, gracias de nuevo Ariana, nos vemos el lunes en el colegio
- Nos vemos el lunes Francisco
Antes de irse se despide de mí con un pequeño beso en la mejilla, provocándome un ligero sonrojo, me quedo plantada en el lugar hasta que lo veo subirse al auto, saluda a todos y salen del estacionamiento como si nada.
Editado: 11.12.2024