Mi primer amor

14 - Una discusión acalorada

Cuando llego al dojo luego del colegio, no me sorprende ver a Peter golpeando el saco, ha hecho lo mismo desde que iniciamos el proceso para los nacionales, me acerco a saludarlo, pero su actitud de nuevo es fría y distante.

- Creí que estábamos bien de nuevo ¿pasó algo? – cuestiono a su lado

Lo único que recibo de él es silencio, lo que me enfurece por completo, así que me paro justo frente a él obligándolo a que deje de golpear, me ve con el ceño fruncido y un gesto de irritación.

- ¿Se puede saber que pasa contigo? Estoy harta de esta actitud tan estúpida de tu parte

- ¿De mi parte? La única aquí con un problema de actitud eres tú

- ¿Disculpa? Él loco que se la ha pasado ignorándome los últimos meses sin razón aparente eres tú

Gira dándome la espalda y trata de irse, pero me apresuro a quedar de nuevo frente a él, deteniéndolo al colocar mi mano sobre su pecho.

- Ha no, no vas a huir de esto

- No puedo tener distracciones – trata de caminar, pero yo no quito mi mano, lo que nos hace quedar más cerca

- ¿Hablar conmigo es una distracción? – pregunto dolida – Te he visto seguir tratando a los demás de la misma manera, no entiendo por qué soy yo la única que te distrae

- Tú sabes bien lo que haces, te acerca a mí, me sigues a todos lados te comportas toda tierna y linda y luego vas y haces lo mismo con mi mejor amigo, no sé a que estas jugando, pero esto se acabó

Abro mi boca enormemente porque no entiendo a qué se refiere.

- ¿Estás idiota? ¿me has estado ignorando porque soy amiga de Fran?

- ¿Amiga? Cantar tomados de la mano, recibir su ropa, que te acaricie el rostro, abrazarlo hoy en el colegio, ¿esas son cosas de amigos? – se inclina peligrosamente cerca de mi rostro

- No puedo creerlo – digo exasperada – Fran me ayudó a evitar una humillación publica al cantar conmigo, me dio su ropa porque Claudia me arrojó un refresco encima

Noto a través de mí mano como su corazón bombea tan rápido como el mío, da un paso más hacia adelante y me niego a retroceder, puedo sentir el calor de su cuerpo al estar tan cerca de mí.

- ¿Y que hay de lo demás? Lo vi acariciándote el rostro en las eliminatorias – su aliento choca con mi rostro y un escalofrío recorre mi espalda

- Estaba tocando el moretón que me quedó a causa del golpe – murmuro – y lo de hoy en el colegio, fue porque él tomo mi estuche y te lo dio para que pudiéramos hablar.

Su boca se abre ligeramente y casi podría jurar que puedo ver como conecta todos los puntos en su cabeza, veo sus labios y no puedo entender como en un momento como este solo puedo pensar en que realmente me gustaría besarlo.

- Eso no lo explica todo – dice finalmente y yo frunzo mi ceño

Es increíble, no puedo creer que después de todo lo que le explicado siga actuando de esta manera.

- Dios, sabes qué, estoy harta, ya me cansé de este juego estúpido.

Me alejo de él, porque simplemente no puedo seguir soportando esto, no lo entiendo y él no me quiere explicar, no puedo seguir así, no necesito esto ahora mismo, camino lejos de él, buscando tomar distancia.

De la nada, me toma de la mano, me gira hacia él y me besa, es un simple contacto de labios contra labios, mi primer beso, mis ojos se abren con sorpresa y nos separamos rápidamente, llevo mis dedos hacia mis labios sin poder creer realmente lo que acaba de pasar.

- Lo siento – murmura, pero no luce arrepentido, más bien diría que se ve confundido – No esperaba que nuestro primer beso fuera así.

Lo veo pasar la mano por su cabello, no sé qué pasa por su mente, tampoco entiendo bien que pasa por la mía, sus ojos se encuentran con los míos y una extraña tensión se forma en el ambiente, solo se escucha la respiración de ambos, no soy capaz de comprender muy bien que pasa, pero antes de darme cuenta los dos acortamos la distancia de nuevo.

Está vez es menos apresurado, él comienza a mover sus labios lentamente sobre los míos, que se estremecen ligeramente ante el movimiento, trato de imitarlo, sin saber si lo estoy haciendo bien.

El calor de su cuerpo se mezcla con el mío, mantengo mis manos a mis costados sin saber qué hacer con ellas, él suelta mi rostro y guía mis temblorosas manos hacia su cuello, luego rodea mi cintura con firmeza ¿Cómo puede él estar tan tranquilo en un momento como este?

Soy bastante más baja que Peter, así que me sorprendo cuando me sujeta por las piernas y con una facilidad enorme me levanta a su altura, mis piernas responden por inercia y se enredan en su cintura y juro que por un segundo siento como sonrió ante mi gesto.

El sonido de la puerta nos saca a ambos de la burbuja en la que nos encontrábamos, me deja en el suelo apresuradamente y yo sigo sin comprender muy bien lo que acaba de pasar, tomo mis cosas y salgo rápidamente del dojo, no me importa perderme la clase de hoy, ahora mismo no creo estar en condiciones de compartir habitación con Peter.

Me lanzo sobre mi cama y ahogo un grito en la almohada ¿Qué diablos pasó? Pataleo un poco sin saber muy bien que pensar respecto a lo ocurrido, ¿cómo pasamos de discutir a besarnos? Me remuevo recordando como me sostuvo, como me levantó, Dios ¿Por qué enrede mis piernas en él así?, termino boca arriba y me acaricio los labios, una sonrisa estúpida se me escapa ¿está mal que quiera repetirlo?

Esto definitivamente no era lo que quería ¿O sí? Aaaaaaa ¿por qué tiene que ser tan difícil? No sé como debería interpretar lo ocurrido, no sé si eso cambia algo entre nosotros o si todo seguirá normal.




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