Retoma la lectura y yo solo estoy a su lado escuchando, tiene una voz tan tranquilizadora, mi respiración se hace cada vez más lenta, termino cerrando los ojos.
Mientras Francisco leía, sintió como la joven a su lado poco a poco cayó sobre su hombro, al verla de reojo notó que estaba comenzando a dormir.
- ¿Quieres que siga leyendo o simplemente debería dejarte dormir? – murmuró divertido
Ella entre abrió ligeramente sus parpados, pero era evidente que le pesaban, se acurrucó más sobre el hombro de su amigo y respondió adormilada.
- Tu voz es linda .... Continua por favor – susurró
Él soltó una pequeña risa baja, sonrío al verla y continuo la lectura, ajeno a que a solo unos estantes hacia adelante su mejor amigo lo buscaba. Peter se detuvo en cuanto logró divisarlo entre las estanterías, la luz que se colaba por la ventana los iluminaba como si se tratara de una escena romántica en una película.
Francisco leía en voz alta, mientras ella dormía recostada sobre su hombro, se veían tan cómodos juntos, tan cercanos, notó que ocasionalmente su amigo la veía de reojo para comprobar que continuara con su placido sueño, y algo dentro de su pecho se apretó.
El joven de ojos miel ciertamente no estaba preparado para encontrarse con esa escena cuando decidió seguir a su amigo para intentar preguntarle ¿qué le pasaba?, ya que últimamente lo había sentido distante, quería reclamar, pero ¿con qué derecho? Y sobre todo ¿por qué motivo? Sabía que ellos dos eran amigos.
Al igual que en la final nacional, decidió dar un paso hacia atrás, no podía hacer nada, no al menos hasta que resolviera las cosas con cierta rubia, además de poner en orden sus propios pensamientos y emociones, pues ni siquiera él estaba seguro de lo que sentía.
Abrí los ojos lentamente, parpadeando contra la luz que entraba por las ventanas, me doy cuenta de en dónde estoy y siento un leve rubor subirme al rostro al notar mi cabeza sobre el hombro de Fran.
- Lo siento, no quería dormirme – digo apenada
- No es la primera vez que aburro a alguien – se encoge de hombros
- Tu nunca podrías aburrirme – sonrío – es solo que los exámenes me tienen exhausta
Sonríe asintiendo con la cabeza, se levanta y me ofrece su mano, me pongo de pie y termino justo frente a su pecho, se inclina hasta quedar a la altura de mi rostro y siento el sonrojo invadir de nuevo mis mejillas, extiende su mano hacia mi rostro y cierro los ojos por inercia.
- Será mejor que no parezca que estabas tomando una siesta en la biblioteca – me arregla ligeramente el cabello, dejando un mechón atrás de la oreja – mucho mejor
Me sonríe y se separa, no sé si es el aturdimiento por la siesta, pero mi corazón se exaltó un poco ante su cercanía, supongo que aun debo tener los sentidos dormidos.
El sábado por la mañana decido que es mejor comunicarle personalmente a mi Sensei la decisión que ha tomado mi padre, así que llego al dojo, pero aún no ha llegado, a quien veo es a Peter, me sorprende verlo tan temprano aquí cuando la temporada de competencias ya terminó.
Lo veo golpeando el saco con mucha más fuerza que en otras ocasiones, pero rápidamente desvío la vista, no tiene por qué importarme nada de lo que haga, hablo con la recepcionista y le explico un poco de la situación, cuando de pronto él llega hasta nosotras, me retira un poco de la recepción con la excusa de querer hablar conmigo.
- ¿Por qué has faltado a clases?
- ¿Desde cuando te importa? – cruzo mis brazos y me reúso a verlo a la cara
- Nuestros compañeros me han estado preguntando.
- Bueno, cuando ellos me pregunten, yo les responderé
- A mí también me importa – lo veo brevemente
- No es nada del otro mundo, solo voy a dejar de entrenar
- ¿Es por lo que pasó entre nosotros? Porque si es por eso, no deberías preocuparte yo...
- Alto – subo mi mano para detenerlo – por qué crees que dejaría todo esto solo por ti
- Es que creí ... bueno yo pensé .... – alzo una ceja en su dirección, por primera vez desde que lo conozco veo que no sabe que decir.
- Creíste que solo porque me besaste y al siguiente día te besaste con otra en mis narices, yo renunciaría a todo – cruzo mis brazos frente a mí.
- Solo esperaba que no dejaras que algo tan tonto te alejara de lo que realmente te gusta hacer – mi boca se abre por completo, ¿cómo puede decir algo tan estúpido?
- Aviso de ultima hora, por si no te habías dado cuenta, no eres el centro del universo – le espeto – no todo tiene que girar a tu alrededor
Por alguna razón terminamos cara a cara, con expresiones de molestia y con la respiración completamente agitada, siento un deja vú, pero el Sensei llega y me llama, haciéndome reaccionar y tomando de nuevo distancia de él.
- Karla ya me comentó lo que paso – pone una mano sobre mi hombro – espero que logres resolver todo con tu padre y te permita volver.
Volteo hacia atrás y él sigue ahí viéndonos con el ceño fruncido, supongo que procesando lo que acaba de pasar, el resto de estudiantes llega y el Sensei llama a fila, le doy un ultimo vistazo al dojo y estoy a punto de girar para irme, cuando noto que aun está en el mismo lugar, observándome
- No te preocupes, no dejaré que algo tan tonto me afecte
Salgo tan rápido, sin siquiera darle tiempo a responderme, sí acepto que fui muy impulsiva, pero como se le ocurre decir que el haberme besado fue algo tonto, Dios por qué no puedo sacarme a un idiota tan grande como él de la cabeza.
Editado: 17.02.2025