He regresado a mis clases de karate, pero con la condición de que solo haré kata y tendré prohibido salir a competir, no me molesta siempre y cuando pueda seguir entrenando, el sábado cuando llego a la clase conjunta, todos mis antiguos compañeros se emocionan y salen corriendo en mi dirección para abrazarme.
Me abruma tanta atención, pero lo paso por alto, Peter también está aquí y cuando me ve llegar, sus ojos brillan un poco, aunque bien podría ser solo mi imaginación, mi mente viaja al recuerdo de Claudia llorando en el baño por él y simplemente no puedo soportar seguir viéndolo.
No sé qué me pasa, pero el haberla visto llorar me hizo sentir compasión, nunca imaginé que Peter pudiera ser tan cruel como para tratar así a una chica que está tan enamorada de él, y sobre todo que la deje destrozada cuando sabe que su mejor amigo la ama y se hizo a un lado solo para que ellos estuvieran juntos.
Salgo de las duchas luego del entrenamiento, a buscar algo para comer antes de mi clase de música, al salir me encuentro con la sorpresa de ver a Peter recostado sobre la pared del dojo, con los brazos cruzados.
- Te esperaba beba, ¿podemos hablar? – se ve tan seguro de sí mismo, como siempre
- Ahh, lo siento .... No tengo mucho tiempo, tengo que almorzar antes de mi clase y ...
- Perfecto, almorcemos juntos entonces – por qué me tiene que ver con esos ojos tan hermosos y esa sonrisa tan perfecta
- Bueno ... está bien – qué más da solo es un almuerzo, aunque mi corazón esté acelerado
Nos ubicamos en una de las mesas de afuera y extrañamente hemos estado muy silenciosos, solo pedimos nuestra comida, pero no hemos comentado nada, todavía.
- Me sorprende que no hayas pedido una ensalada beba
- Soy joven, necesito comer bien para tener energía – digo comiendo una patata frita – además el entrenamiento me dejó agotada
- Te entiendo, a mí también – le da un mordisco a su hamburguesa, tras unos minutos dice – Me alegra que volvieras
- A mi me alegra volver – ambos nos vemos a los ojos y sonreímos
Pasamos el almuerzo conversando tranquilamente, olvidándome de todo lo que ha pasado, solo puedo pensar en él y lo lindo que se ve cuando sonríe, yo me río a carcajadas cuando me cuenta algo gracioso, no hay problemas de hermanos, de ex novias o de cualquier otra cosa, solo estamos él y yo.
Como siempre no pierde la oportunidad de molestarme y sacarme de quicio algunas veces, se siente una extraña complicidad entre los dos, no sabría muy bien como describirlo, pero me gusta, no sé si es correcto que yo esté aquí con él y honestamente ahora mismo, no me importa.
Caminamos juntos hasta la academia, casi se me olvida que tengo clases, de no ser porque él me lo recordó, caminamos uno al lado del otro solo conversando, siendo nosotros mismos.
- Bueno supongo que yo llego hasta aquí
- Gracias por acompañarme en el almuerzo, fue ... agradable
- Un placer – sonríe – te gustaría ir a ver una película cuando termines la clase de música
- ¿Estas invitándome a salir?
- Bueno ¿por qué no? Creo que sería lindo darnos esa oportunidad ¿no crees?
- Pero ... ¿no acabas de terminar con tu novia?
- ¿Y eso que? – se encoge de hombros – Claudia y yo nunca fuimos algo serio, así que no le veo el problema
Mi boca se abre por completo, el encanto que sentía hace algunos minutos desaparece, que se tome tan a la ligera los sentimientos de ella y crea que puede invitarme a salir como si nada me molesta.
No es que no quiera, sí quiero, pero es que su insensibilidad y la ligereza con la que se toma las relaciones me parece horrible.
- ¿Estás jugando conmigo?
- ¿Qué? ¿a qué te refieres? – pregunta confundido
- ¿Cómo puedes pedirme eso?
- No te estoy entendiendo, solo es una cita ¿Cuál es el problema? ¿Acaso no quieres?
- Peter, el año pasado me besaste y un día después te besaste con Claudia frente a todo el mundo, aunque ahora que lo pienso tal vez me besaste siendo ya novio de ella ...
- Bueno eso no fue así ...
- Y entonces ¿Cómo fue? Porque visto desde mi perspectiva jugaste con ella y conmigo
- No claro que no, yo no era nada de ella cuando tu y yo nos besamos ...
- ¿Así que solo me besaste para luego al día siguiente besarla a ella y así decidir con cuál de las dos quedarte? – mi voz sale dolida
- ¿Qué? No ... claro que no, yo nunca te haría eso – parece tan sincero, pero no sé si creerle
- ¿Qué fue entonces?
- Yo ... no puedo decirlo – se pasa las manos por la cara – mira las cosas son más complicadas que eso
- Entonces explícame, yo podría entenderlo
- No se trata de eso – suelta un pequeño gruñido de desesperación – simplemente no puedo decirlo
- Que conveniente, verdad – cruzo mis brazos sobre mi pecho
- Oye, creo que no me he ganado que me trates de esa manera
- ¿Tú crees? Como quieres que actúe, si lo único que he recibido de ti son malos entendidos, la ley del hielo estúpida de hace un año, el que .... el que jugaras con mis sentimientos – mi voz casi se quiebra – tienes idea de lo que me dolió el verte besarla a ella después de nuestro beso, después de eso yo creí que nosotros dos ...
- ¿Qué nosotros dos qué? – sus ojos encuentran los míos, veo algo de arrepentimiento y esperanza en ellos – ¿esperabas que nosotros comenzáramos a salir?
- Eso no es relevante ahora – desvío la mirada llena de vergüenza
- Claro que es relevante – se aproxima un poco a mí y toma mi rostro entre sus manos – aun podríamos ...
Su tacto me provoca escalofríos, siento como mi rostro comienza a calentarse y mi corazón se acelera en mi pecho, mis ojos se mantienen fijos en los de él, me permito ver brevemente sus labios, pero aun así no se siente correcto.
- No – digo tomando distancia – ¿Cómo podría? jugaste con ella ¿y ahora quieres jugar conmigo?
- Oye un momento, yo no jugué con ella
Editado: 30.03.2025