Decir que los siguientes días fueron tensos es poco, Fran y Peter no se hablan, cada vez que se topan se saludan con la cabeza y cada uno se va por su lado, la misma Claudia a intentado mediar entre ambos, pero simplemente ha sido imposible, no sé qué está pasando con ellos, pero tienen que resolverlo cuanto antes.
Luego de dos semanas de esta absurda situación la mejor solución que se les ha ocurrido a nuestros hermanos mayores es llevarnos de campamento, claro a excepción de Hanna a quién nadie ha mencionado y al parecer todos están de acuerdo en fingir que no existe por el momento.
Por extraño que parezca, Claudia no ha intentado molestarme o algo por el estilo, no digo que ahora sea mi amiga, pero su trato hacia mí es mucho más cordial, lo cual agradezco, ninguna de las dos ha vuelto a mencionar el incidente en el baño y estoy bien con eso.
- Me sorprende que hayas aceptado hacer esto – digo cargando unos trozos de leña junto a mi hermano.
- Es divertido – me sonríe – además cuando tendré otra oportunidad de verte trabajar tan duro – me revuelve el cabello y yo resoplo
- Solo te aprovechas de que tengo las manos ocupadas
- Aquí tienes más – coloca unos trozos mas y vuelve a revolver mi cabello
Tiro una patada al aire y él sale corriendo con una sonora carcajada, Aaron lo regaña y lo hace ayudarme, aunque parezca imposible, él y mi hermano fueron compañeros de cuarto en la universidad, el mundo realmente es un lugar pequeño.
Ya tenemos casi todo listo, las carpas están tendidas, tenemos suficiente leña, comida y utensilios para pasar la noche, veo a Claudia dirigirse a la carpa y la sigo.
- No creí que te gustaran este tipo de cosas – digo mientras la veo acomodar los sacos de dormir
- Yo no creí que tu supieras usar un martillo – lo dice porque entre las dos colocamos la carpa, me quedo en silencio un momento y ella suspira – solíamos ir de campamento todos los veranos con los chicos hasta que cumplimos 14, fingía que no me gustaba, pero la verdad es que siempre se me hizo muy divertido.
- Mamá amaba estas cosas – digo tras una pequeña pausa – nos obligaba a ir al menos un fin de semana durante las vacaciones
- ¿Ya no le gustan?
- Mamá murió cuando yo tenía 12 – su gesto de sorpresa no me pasa desapercibido
- Lo siento ... yo no lo sabía
- Descuida, es lindo poder mencionarlo sin llorar – un pequeño silencio incomodo se instala en la carpa.
- Supongo que estaría orgullosa de ver lo bien que lo sigues haciendo
Casi como si fuera un milagro me dedica una sonrisa, lo cual viniendo de ella es increíble, yo le devuelvo la sonrisa y comienzo a ayudarle a terminar de instalar los sacos, Miranda entra y como si de una hermana mayor se tratase, nos supervisa mientras se asegura que la carpa esté bien puesta para soportar en caso de algún imprevisto.
Salimos de la carpa riéndonos a carcajadas, mientras Miranda y Claudia me molestan por haber gritado luego de que un grillo me saltara encima, realmente odio esos bichos, cuando salimos vemos a Aaron y a mi hermano preparando todo para la fogata, han instalado un pequeño toldo fuera de las carpas para protegernos en caso de lluvia.
Las miradas entre Aaron y Miranda son evidentes, pero se nota que aún no han resuelto sus problemas, supongo que ella tenía razón al decir que era más complicado que solo sentir.
- ¿En dónde están los chicos? – pregunto luego de buscar con la mirada a Peter y a Fran
- Los enviamos por un poco de agua – responde Aaron tranquilamente
- ¿Solos? – cuestiono preocupada
- Obviamente ninguno de nosotros fue – dice mi hermano provocando que le de un golpe en el hombro – auch ¿qué? Es cierto, no hagas preguntas obvias
Miranda lo regaña y yo me mantengo preocupada porque esos dos llevan semanas evitándose, no sé que podría pasar si están solos por tanto tiempo, alguien posa una mano en mi hombro, al girar me topo con el rostro sereno de Aaron.
- No te preocupes, eso es lo que necesitan – asiento y el aprieta mi hombro.
Supongo que tengo que confiar en él, después de todo los ha visto crecer a los dos y seguramente ha visto muchas de estas peleas entre ellos, como si el cielo augurara el desastre, un destello cruza el cielo seguido de un fuerte estruendo, provocándome un sobre salto.
Sin previo aviso una lluvia torrencial se cierne sobre nosotros, tras pasar casi una hora y no tener noticias de los chicos, me encuentro al borde la histeria, no hemos sabido nada de ellos, muevo mi pie sin cesar mientras los chicos tratan de comunicarse con ellos.
- ¿Alguna respuesta? – pregunto a Aaron, él niega con la cabeza
- Tranquila – dice mi hermano – seguramente buscaron algún refugio mientras pasa la tormenta, ya no son niños confía un poco mas en ellos.
Dos horas más han pasado y nada, incluso mi hermano comienza a verse preocupado, apenas son las 3 de la tarde, pero la lluvia no ha parado, el cielo se encuentra completamente negro y los estruendos solo hacen que mi preocupación aumente.
- Se acabó – digo parándome de mi asiento y comenzando a caminar a la salida – es hora de ir a buscarlos
- Wow, wow, wow bájale un poco a tu ansiedad – dice mi hermano – no vas a salir debajo de esta lluvia torrencial, si te pasa algo papá me matará
- No podemos quedarnos solo sentados esperando, ya pasaron horas y no sabemos nada de ellos, si no quieres que me pase nada entonces sígueme.
Ignorando todo comentario lógico salgo de la carpa bajo el agua, no puedo ver nada y no importa cuánto grite, mi voz no resuena por encima del ruido de la lluvia, apenas he avanzado algunos metros cuando mi hermano me toma por la cintura y me carga de vuelta.
Miranda me regaña, Claudia me da una frazada para no morir congelada, Aaron y mi hermano encienden la fogata para que entre en calor, yo solo puedo pensar en que no quiero que nada malo les pase a esos dos.
Editado: 30.03.2025