30 - Peter: En la tormenta

No estoy seguro de como tomar lo que ha pasado las ultimas semanas, sé que debería intentar arreglar las cosas, pero ahora mismo estoy tratando de poner en orden las cosas en mi propia cabeza.

Comienzo a repasar cada conversación significativa, cada momento compartido entre nosotros tres y no puedo creer que no me haya dado cuenta antes, él siempre fue más atento con ella, siempre estaba dispuesto a ayudarla en todo sin importar que cosa loca fuera.

De verdad soy el peor mejor amigo de todos, a estas alturas no sé si merezco llamarme mejor amigo, que idiota he sido, ahora más que nunca me arrepiento de seguirle el juego a Claudia, no lastimé solo a Ariana, también lastimé a Fran.

Lo peor de todo es este estúpido campamento de fin de semana, ¿Qué demonios quiere Aaron? Si quería pasar más tiempo con Miranda había mejores opciones que esto, le ayudo a mi hermano a terminar de descargar la camioneta con las cosas.

- Sabes si querías tiempo a solas, creo que traes un exceso de personas – veo a las chicas entrar a la carpa.

No puedo evitar pensar en que Ariana y Claudia también se están comportando diferente últimamente, es como si de la nada ya no se odiaran a muerte, sé que Claudia puede ser difícil, pero es buena persona, supongo que al fin comienzan a tolerarse, nada como odiar al mismo chico ¿no?, vaya al final mi tragedia al menos sirvió para algo.

- Deja de quejarte y ve por un poco de agua – me tira una cubeta – tú también ve

Le tira la otra cubeta a Fran, ambos nos vemos brevemente antes de aceptar, camino en dirección al río, no sin antes recibir una tierna patada de mi hermano, no se la regreso solo porque no quiero romperle la cadera al anciano.

Caminamos en silencio, yo voy a paso rápido adelante, giro levemente el rostro para ver a Fran caminar tranquilamente sin prisa, por qué siempre se ve tan calmado, no, ese día no se veía para nada tranquilo, nunca había visto esa expresión en su rostro, era un Francisco mucho más decidido.

Yo creía que era por Ariana, pero al final siempre fue por Claudia, me tranquiliza un poco pensar que en realidad estaba equivocado sobre a quién realmente quería, y ahora me siento mucho más estúpido por haber peleado con Ariana por eso, al parecer siempre he sido un idiota.

El maldito rio está demasiado lejos, lo recordaba más cerca, cuando llegamos inmediatamente comenzamos a llenar las cubetas, ninguno a dicho una sola palabra, es él quien finalmente rompe el silencio.

- ¿Sabías que tu hermano ha estado rondando mi casa en los últimos días?

- Supongo que busca una segunda oportunidad – me encojo de hombros – ahora que su divorcio está más que decidido, no veo por qué no pueda intentarlo.

- Mi hermana sería una tonta si lo acepta – yo frunzo el ceño – quién te daña una vez, lo hará de nuevo y él tomo su decisión cuando decidió casarse con Hanna

- No creo que haya sido su intención dañarla, además ninguno sabe a ciencia cierta que pasó entre ellos, no creo que sea bueno meternos en sus asuntos

- No, pero ese es el punto, no quería dañarla, pero lo hizo – sus ojos se clavan en los míos – ahora comprendo bien el cambio de mi hermana y no quiero verla pasar por lo mismo de nuevo

- Deja que sea ella quien lo decida

Por alguna razón siento que no solo hablamos de nuestros hermanos, nuestra conversación se ve interrumpida con un fuerte estruendo, ambos nos vemos y tomamos rápidamente las cubetas, no logramos llegar ni a la orilla del río cuando una fuerte lluvia nos azota.

A como podemos tratamos de regresar, las cubetas han quedado perdidas quien sabe en donde, apenas y logramos ver, llegamos a una pequeña colina que esta increíblemente resbalosa por el lodo, yo me deslizo y Fran me sujeta rápidamente, se sujeta de un árbol para mantenernos, pero inevitablemente su mano cede y ambos rodamos cuesta abajo.

No hay manera en la que podamos regresar con este clima, a cómo puedo me levanto y tomo el brazo de Fran, logramos llegar a unas rocas que forman un ángulo lo suficientemente bueno para cubrirnos de la lluvia, el agua destila por todo nuestro cuerpo, el frío comienza a calarme.

El sonido de la lluvia es completamente abrumador, el agua se desliza por montones entre las rocas, la ropa está pegada a mi cuerpo, mientras gruesas gotas de lluvia se deslizan por mi rostro, el frío es casi insoportable, como puedo me abrazo a mí mismo para entrar un poco en calor.

Nos hemos sentado espalda contra espalda para conservar calor, pero no hemos hablado para nada, es como un acuerdo tácito entre los dos, no parece que el clima vaya a mejorar pronto, puedo sentir el ligero temblor de Fran por el frio, aunque también podría ser el mío, ya perdí la noción del tiempo que llevamos aquí, pero deben ser horas.

- Lo lamento – decido romper el silencio – debí haber sido un buen amigo y darme cuenta de tus sentimientos

- Ya acordamos que no fue tu culpa – él suspira – pero si te hace sentir mejor, yo también lamento haber sido tan mal amigo como para no contarte lo que sentía, no debería haber asumido que te darías cuenta

- ¿La amas? – la curiosidad me quema

- La amé, sí – empuño mi mano – pero supongo que en algún punto durante el ultimo año ese sentimiento cambio ... ahora solo la quiero como se puede querer a una buena amiga.

- Y ¿Ariana? ¿ella también es solo una buena amiga?

- ¿La quieres?

- ¿Eso cambiaría tu respuesta? – él se ríe por lo bajo

- No realmente – hace una pequeña pausa – solo diré que lo que siento por ella es diferente a lo que siento por Claudia

El silencio se instaura, inevitablemente pienso en que tal parece que a ambos nos gusta la misma chica, no, ahora que sé lo que él siente, tengo que ser sincero conmigo mismo también.

- La amo – confieso

- Así que al fin de diste cuenta – me giro bruscamente y él está sonriendo – no te preocupes, creo que ella siente lo mismo