"Quien no dice lo que siente, se arriesga a perder lo que quiere", eso me dijo Miranda hace unas semanas, cuando discutíamos el porqué le había dado una segunda oportunidad a Aaron, cuando me enteré de lo que sufrió, no podía creer lo ingenua que había sido.
Me enojé mucho con ella por haber permitido que jugaran así con sus sentimientos, mi hermana siempre ha sido lo más valioso para mí juntos a mis padres, traté de no hacerla sentir mal, pero cuando el causante de todos sus males volvió a aparecer, no pude evitar decirle un par de cosas al respecto.
Fue entonces cuando ella me hizo entrar en razón, yo estaba molesto por mi propia situación, había reprimido tanto mis propios sentimientos que estaba usando su relación con Aaron para desahogar mis propias frustraciones.
Crecí toda mi vida con la idea de que si eras bueno con los demás ellos también serían buenos contigo, cuidé tanto tiempo de hacer felices a mis amigos que me olvidé que hacerme feliz a mí, no me importaba si tenía que desprenderme de algo mío para que ellos lo tuvieran, si Claudia quería que le ayudara a impresionar a Peter lo hacía, porque la quería ver feliz.
Si Peter quería que le diera de mi comida, de mis juegos o de cualquier cosa porque le gustaba lo hacía, nunca me molestó, ellos eran felices y yo lo era con ellos, pero me dolía ver como a pesar de eso, a ninguno le importó verdaderamente como me sentía yo, Claudia sabía de mis sentimientos, se lo confesé siendo muy jóvenes, pero ella me dijo que solo le gustaba Peter, a pesar de eso quería verla feliz.
Me partió el corazón verla sufrir por él, porque sabía que yo nunca le haría eso, aun así, respeté su decisión, solo hay algo que no estoy dispuesto a dejar ir: Ariana, cuando ella y yo comenzamos a ser amigos no tenía ningún tipo de doble intención con ella, solo quería ser un buen amigo, como siempre lo he sido, no sé en qué momento, no sé de qué manera, pero ella se coló poco a poco en mi corazón.
Entre más la conocía más me daba cuenta de la chica tan increíble que era, ni siquiera sé si ella se ha dado cuenta de lo que provoca en mí, honestamente no lo creo, es incluso más despistada que yo, ella merece más, no solo ser una historia de amor juvenil, no solo ser la chica del proceso.
Merece ser aquella por la que estén dispuestos a darlo todo, puede que no sea yo o puede que sí, de lo que estoy seguro es de que no planeo dejarlo completamente a la suerte, pero también sé que no es el momento, durante estos dos años he aprendido a conocerla tan bien y ahora, yo mejor que nadie sabe que es necesario sanar ciertas heridas para amar como verdaderamente se debe.
Camino hacia el escenario con mi guitarra en la mano, dispuesto a dar una advertencia directa, no más esconderme atrás de pequeños gestos sutiles, no más esperar a que se dé cuenta, es momento de demostrar lo que estoy dispuesto a hacer, porque no se trata solo de que ella me note, se trata de que todos se den cuenta que Francisco Davies, no pretende volver a esconderse en las sombras, porque estoy listo para salir y luchar por lo que quiero.
Acomodo la guitarra y me posiciono listo para comenzar, todos me observan directamente, eso es justo lo que quiero, ya no hay inseguridad en mí, no más chico lindo, no más esconder lo que siento, es momento de dejarles ver quien soy, sonrío de lado cuando empiezo a tocar, este es mi elemento.
- Tocaste mi mano y no fue por error, sé tus intenciones, no hay que aparentar – no veo a nadie, solo me concentro en mí – aunque me muera por un beso, tú solo estas buscando un beso que al final, cure la herida que dejó alguien más.
Durante mucho tiempo he sido solo el buen amigo que está para escuchar, para apoyar, nunca he dado ningún paso, en ninguna dirección, no solo por miedo al rechazo, sino por la comodidad de no tener que sufrir, eso se acabó.
- No pretendas reparar tu corazón, con pedazos que te entregan los demás, porque arreglarlo no es tan fácil, podrá latir, pero es tan frágil, que al final cualquier recuerdo lo va a desarmar.
Ser espectador me ha permitido conocer mucho más de cómo funcionan los sentimientos de todos; todos hemos sufrido por amor, algunos por no ser correspondidos, otros por no saber aprovechar las oportunidades y algunos hemos callado lo que sentimos condenándonos a sufrir en silencio.
- Y yo no quiero estar ahí cuando tú llores, cuando te enteres del que tiempo no ha hecho sus labores
Así como ella se merece ser feliz, yo también, y definitivamente no seré el proceso de Ariana, por primera vez durante toda la canción levanto la vista al público, la veo directamente a los ojos, porque el siguiente verso es solo para ella.
- Volveré, puede que tarde un rato cuando se acaben los segundos platos, yo volveré a enamorarte – no sé si es porque la veo solo a ella, pero un pequeño rubor se asoma en sus mejillas y la veo contener la respiración – volveré solo cuando estés lista, será un amor a segunda vista y yo volveré a enamorarte, porque no quiero estar ahí cuando tu llores y que el recuerdo de alguien más riegue mis flores.
El público comienza a emocionarse, mi seguridad comienza a crecer aún más, escucho a todas las chicas gritar, incluso Claudia esta emocionada disfrutando la canción, la veo compartir una mirada con Peter y ambos me animan, pero ella, solo me observa, pareciera que en este momento sus ojos no pueden dejar los míos y juro por Dios que es la sensación más increíble que he tenido, por primera vez, sus ojos están puestos solo en mí.
- Tu tan vulnerable y fácil de leer, yo con un adiós difícil de admitir
Cada recuerdo compartido con ella es especial, desde las lecturas en la biblioteca hasta las horas de ensayo en la academia, cada momento de los últimos meses que hemos pasado cantando canciones a todo pulmón en mi auto es un recuerdo que definitivamente atesoraré de ella.
Editado: 30.03.2025