37 - El último momento

No pude mantener mis ojos lejos de él, no sé qué tiene Fran, lo he escuchado cantar y tocar una infinidad de veces, pero hoy transmitía un aura diferente, fue como ver una nueva versión de él mismo que no conocía.

No estoy segura de que fue, tal vez solo la emotividad del evento, los sentimientos de Claudia expresados en su canción o ... la despedida que tuvimos Peter y yo, sí puede que solo estuviera vulnerable, no entiendo cómo puede afectarme tanto, cuando ni siquiera era para mí.

Podría jurar que parecía que ya había superado a Claudia, pero al verlo cantar con tanto sentimiento, no puedo evitar pensar en la suerte que tiene ella, Fran se ve más que dispuesto a seguir luchando por lo que siente y yo mejor que nadie sé que ambos se merecen ser felices, sobre todo él.

En cuanto baja se acerca a nuestro lado para continuar viendo la actividad, todos lo felicitan por la gran presentación que dio, porque fue asombrosa, se sienta a mi lado y nuestras manos se rozan suavemente, me giro un poco para felicitarlo antes de que empiece el siguiente.

- Estuviste increíble – susurro inclinándome hacia él – Claudia es muy afortunada

Él me observa con una pequeña sonrisa de lado, es raro verlo con ese tipo de actitud, se acerca demasiado a mi oído, mi nariz queda justo a un lado de su barbilla, siento el olor de su perfume, huele delicioso.

- No era para Claudia – susurra en un tono bajo que me produce un escalofrío

- ¿Y entonces para quien era?

Se aleja con una sonrisa juguetona en el rostro, me hace un gesto de silencio y me guiña un ojo, ¿Quién es este chico y que hizo con el Fran que yo conocía?, nunca, en los dos años que tengo de conocerlo, lo había visto hacer eso, no me disgusta para nada, pero no estoy acostumbrada a esa actitud.

Pasamos el resto de la actividad con relativa calma, no volvemos a tocar el tema, pero estoy segura que lo averiguaré, ¿quién será la misteriosa chica que ha vuelto loco a mi querido amigo? Suelo verlo de reojo y su semblante es el mismo de siempre, pero algo ha cambiado, aunque no sé muy bien qué.

Nunca creí que nuestros últimos días serían tan ajetreados, no hemos tenido tiempo para casi nada, con los exámenes finales a la vuelta de la esquina, por suerte justo antes de los exámenes finales, Peter tiene el campeonato Nacional, los chicos pasaron por mí justo a tiempo como siempre, de nuevo vamos cantando canciones a todo pulmón en el auto de Fran, solo que ahora cuando él me da una que otra mirada por el retrovisor, tengo una sensación rara en el estómago.

Llegamos al lugar y el ambiente rápidamente se siente diferente a las regionales, todo es mucho más grande, los atletas se preparan para dar lo mejor de sí en este gran evento, que, para algunos como Peter, es el último que tendrán antes de ir a la Universidad, todo cambiará a partir de ahora.

Le deseamos suerte a Peter antes de ir a nuestros lugares, yo le doy un pequeño abrazo y os separamos sin ningún problema, esta vez ya no hay sentimientos encontrados entre nosotros, nos observamos levemente solo con admiración, procesando la que posiblemente será la última vez que estemos aquí.

La multitud es tan grande, mientras subimos la gradería alguien me termina empujando por accidente, estoy a punto de caer hacia atrás, cuando Fran me toma por la cintura, su mano esta firme sobre mí y me jala un poco hacia él para evitar que caiga.

- ¿Estas bien? – pregunta demasiado cerca de mi rostro

Apenas y logro asentir con la cabeza, porque me he quedado sin saber cómo reaccionar, él me deja ir y tengo la sensación de que me ha visto los labios por un segundo, pero eso no es posible ¿o sí?, sacudo mi cabeza y camino atrás de él hacia nuestros asientos

- ¿Estás bien? – me pregunta Claudia con el ceño fruncido – estas demasiado roja

Inmediatamente toco mi rostro, ¿estoy sonrojada? Ni siquiera me había dado cuenta, no sé qué me está pasando hoy, no es la primera vez que Fran y yo nos chocamos así, de hecho, ahora que lo pienso la primera vez que hablamos fue porque tuvimos un choque muy similar.

- Estoy bien, solo tengo un poco de calor

- ¿Quieres un poco de agua? – Fran me pasa su botella

Dudo un poco antes de tomarla, no es la primera vez que compartimos botella ¿por qué se siente diferente? Veo la botella y luego a él, siento de nuevo mi rostro enrojecido, concéntrate Ariana me repito, sacudo mi cabeza y bebo un poco de agua, algo muy raro me pasa y no sé qué es.

El evento transcurre con mucha emoción, con cada victoria y participación de Peter nos emocionamos y gritamos sin parar, los tres le lanzamos porras y nos concentramos en que él se de cuenta que nos tiene apoyándole sin importar el resultado, es realmente agradable notar lo mucho que ha mejorado, verlo competir sin inhibiciones y con todo lo que tiene sin duda me deja ver lo mucho que ha madurado, ya no pelea solo por complacer a su padre, ahora se nota que compite por él mismo y por alcanzar sus propios ideales.

Cuando Peter gana todos saltamos de emoción y corremos a felicitarlo, este año no hay beso sorpresa, solo abrazos y gritos de emoción de todos nosotros, ahora que me doy cuenta es asombroso como una pequeña acción puede provocarnos tanto, esa escena hace solo un año me destrozo por completo, pero ahora estamos todos juntos celebrando una vez más como amigos y no hay mejor sensación que esta.

Los exámenes finales fueron una tortura, pero finalmente lo conseguimos, nos hemos graduado, mi teléfono está repleto de las fotografías que nos tomamos ese día, sobra decir que la gran mayoría lloramos, bueno al menos la mayor parte de las chicas, sobre todo cuando les conté que mi carta de aceptación había llegado.

Pensar en eso solo me recuerda lo cerca que estamos del final, me encantaría pasar las vacaciones con todos antes de que tengamos que separarnos, pero papá quiere que nos vayamos a Londres para que me adapte un poco antes de entrar a la Universidad, además quiere pasar unas últimas vacaciones solo conmigo y mi hermano, como familia.