Damon
Mi padres estaban de visita, estábamos todos reunidos en la sala ellos hablaban con mi abuela y yo chateaba con Lucy.
—y entonces aparece un canguro en medio del desierto, y el tipo se queda confundido, porque ¡¿qué rayos hace un canguro en el desierto?! Pero luego aparece un unicornio y le dice es hora de cumplir su promesa y el unicornio comienza a reír y a escupir arcoíris.
Sonreí, no sabía cómo se le ocurrían tantas cosas a esta chica, por eso la amo.
—Damon, ¡Damon! —Dijo mi madre
— ¿Qué?
— ¿Con quién chateas?
—Con Lucy
— ¿Quién es Lucy?
En serio dijo eso —Mi novia.
—Ah, la niñita esa —puse los ojos en blanco, no entiendo cual era su problema con ella.
—Me voy a mi habitación.
—Quédate Damon, tu madre y yo tenemos que hablar contigo —Dijo mi padre
—Okey, hablen.
—Sabes que en este año cumples la mayoría de edad, y vas a terminar el colegio, y después irás a la universidad
—Sí, lo sé.
— ¿Estas consciente de que ya no podrás vivir aquí? — dijo mi madre
Yo no había pensado en eso.
—Aja ¿y?
— ¿Ya has pensado en que quieres estudiar?—dijo mi padre
—He pensado entre doctor y profesor pero aún no he decidido.
—Sabes que sea lo que sea estarás en una de las mejores universidades del mundo —Dijo mi madre
—sí madre, lo sé.
—Y también si quieres puedes trabajar conmigo en la nasa o en la compañía de tu padre — dijo su madre muy emocionada
—Gracias, pero no quiero —Dijo Damon
—y haremos una gran fiesta para celebrar tu cumpleaños.
—No gracias, no quiero una fiesta, quiero pasarlo con mi novia.
— ¿crees que vas a estar con esa chica toda tu vida? , algún día vas a tener que termina esa relación.
Me levanté, me estoy comenzando a molestar —Eso no está en mis planes, ya bastante tengo con que me hayan obligado a ir a un colegio fuera del país, con personas que se creen la última gota de agua en el desierto porque sus padres son millonarios y sólo le importan ellos mismo.
»Así que ni crean que haré eso ¡No lo haré! Ya estoy cansado de que vivas organizando mi vida, criticando mí a mi novia, queriendo saber lo que hago en cada momento, ya no soy un niño mamá, y tienes que comprender eso.
—Te recuerdo que todo el dinero que has estado gastando es de tu padre y mío, y todo los regalitos que le has comprado a tu noviecita ha salido de ese dinero, así que mejor compórtate como un hijo bueno si no quieres que ahora mismo compre un vuelo, te lleve con nosotros y jamás la vuelvas a verla en tu vida, porque mientras vivas bajo mi techo seguirás mi reglas.
Estaba tan enojado que salí de la casa y comencé a caminar, terminé en el parque, no hay que decir a donde me dirigí porque es obvio y le envíe un mensaje.
Damon: Necesito hablar contigo, ¿puedes venir? estoy en el parque.
Lucy: Voy en camino.
“Algún día tendrás que terminar esa relación” las palabras de mi madre no salen de mi cabeza. ¿Y si tiene razón? ¿Y si Lucy no es el amor de mi vida? ¿Y si algún día nos separamos?
No. tengo que dejar de pensar en eso, mi madre no puede tener razón.
— ¡Bu!— dijo Lucy sacándome de mis pensamientos —Hola amor — y me dio un beso.
—Hola — dije un poco desanimado
— ¿Te pasa algo?
—No... Bueno si, mi madre
— ¿Que dijo ahora?
—Ya sabes lo típico, que la universidad, que el dinero, que mi relación, que... tengo... ¿Qué estás haciendo? — no podía concentrarme porque Lucy estaba enfrente de mi mordiéndose y lambiéndose los labios
— ¿Qué? — dijo inocentemente
—tus labios, no dejas de morderlos.
—Es que me compre un nuevo pintalabios con sabor a chocolate y sabe muy rico.
— ¿En serio? déjame comprobarlo — Dije acercando mi rostro al suyo para besarla pero ella me detuvo.
—No tan rápido.
— ¿Que sucede?
—Vamos a jugar un juego — dijo Lucy sonriendo
— ¿Cuál? —Lucy sacó una venda de su bolsillo.
—Te taparás los ojos con esta venda y tratarás de encontrarme, si logras atraparme...Podrás hacerme lo que quieras.
— ¿Con los ojos vendados ?—Lucy asintió
— ¿Qué dices?
—Me encantan tus juegos —Me puse la venda en los ojos y Lucy la amarró.
— ¿No estás viendo nada? — Dijo Lucy
—No.
—Pues ven a por mí — dijo Lucy se alejaba de mí.
—Entonces... si te atrapo, ¿puedo hacerte lo que yo quiera?
—Sí.