Damon
Al despertar me encuentro a Lucy, durmiendo en mi pecho, se ve tan linda mientras duerme, trato de levantarme sin hacer ruido para ver donde deje mi celular y tirarle una foto.
— ¿A dónde vas? — Preguntó Lucy
— ¿Te desperté mi amor?
—No, me levanté hace unos minutos para beber agua y de paso eliminar el historial de la televisión, ni siquiera terminamos de ver la película — Dijo Lucy, sonrió al recordar lo que paso anoche.
— ¿Has visto mi celular?
—Sí, lo puse a cargar al lado del espejo.
—Gracias... ¿Puedes volver a fingir que dormías? quiero tirarte una foto1
—No, mejor ven y tírate un selfie conmigo — Dijo Lucy1
—Tus deseos...
—Son órdenes — Dijo Lucy completando la frase, me volví a sentar a su lado y le di un beso.
—Buenos días amor— Mientras mi celular se encendía, Lucy busco su celular y nos tiramos fotos con él, una con cara sorprendida, sacando la lengua, abrazándonos, una ella besándome la mejilla, y una besándonos.
— ¡Me encanta todas! ¡Qué lindo te ves en esta! — Exclamaba Lucy, mi celular ya estaba encendido, y comenzó a vibrar por las sinfín de notificaciones que llegaban, al revisarlas me di cuentan que eran 15 llamadas perdidas de mi mamá, 3 de mi papá, 5 de la enfermera de mi abuela, algo andaba mal.
Lucy notó mi cara de preocupación — ¿Cariño qué pasó?
—Lucy, tengo que irme tengo un mal presentimiento.
— ¿Por qué?
—Mira —le mostré el celular y comencé a ponerme mi ropa.
—Voy contigo — Dijo Lucy levantándose y eligió el primer vestido que vio y un abrigo.
Al bajar las escaleras nos encontramos con los padres de Lucy entrando.
—Hola... ¿Damon? ¿Qué haces aquí? — Preguntó la madre de Lucy, la ignoré y seguí caminando hacia la puerta.
—Buenos días, larga historia, hablamos luego, algo no anda bien — Le dijo Lucy a sus padres siguiéndome.
—Lucy espera — Dijo su madre pero Lucy la ignoró
—Damon, espera — Escuché decir a Lucy, yo estaba sacando la moto con la que había venido el día anterior.
— ¡Que!
—Llámala, llama a tu madre para saber a dónde ir — Dijo Lucy
Y así lo hice, cogí mi celular y le marqué a mi madre.
—Mamá
—Damon, ¿Donde estas? — Su tono de voz era de preocupación y angustia.
—Mami, ¿Qué pasó?
—Tu... Tu abuela — Sentía que estaba a punto de llorar — Tu abuela, Molly se fue ya no está —dijo mi madre con la voz entrecortada.
En ese momento me quede en shock.
— ¿Que estás diciendo?
—Damon, Molly murió — Dijo mi madre.
Lucy
— ¿Damon que pasa?
—Damon tienes que venir al hospital — Dijo la madre de Damon
Damon no podía articular palabra.
—Damon me escuchas — Dijo su madre
Al ver a Damon en estado de shock me preocupe y cogí su celular.
—Señora ¿Qué pasó? — Dijo Lucy
—Lucy tienes que traerlo al hospital Molly se murió — Me lleve una mano al pecho sorprendida.
—No.
—Tienes que traerlo, no puedes dejarlo conducir.
Damon seguía sin poder moverse, era como si su espíritu hubiera salido de su cuerpo
—¿En cuál hospital están ? — Pregunté.
—Hospital Santa Rosa, sexto nivel , pasillo 22.
—Okey ya vamos para allá —Colgué — Damon tranquilo — Intenté tocarlo pero lo evito — Voy a buscar a mi madre para que nos lleve al hospital — Pero no respondió, fui corriendo a la casa y llame a madre — ¡Mami, Mami!
—Lucy, ¿qué pasa? — Dijo ella caminando apresuradamente hacia mí.
—Necesito que nos lleves al hospital Santa Rosa, la abuela de Damon murió.
— ¿Qué? ¿Cómo?
—No sé, tenemos que llevar a Damon al hospital ya.
—Está bien la llave del auto están en la cocina—dijo mi madre volviéndose a poner los zapatos, busqué las llaves y noté que Damon se estaba montando en su moto.
— ¡Damon espera! —pero no me hizo caso.
— ¿Fue al hospital? — Preguntó mi madre
—No, fue en la dirección contraria, vamos — Nos subimos al auto y seguimos en la dirección en que Damon se fue, llegando a casa de Molly, me baje rápidamente del auto y corrí dentro de la casa.
—Damon, Damon —Fui a la habitación de su abuela y ahí estaba de rodillas llorando a orillas de la cama de su abuela — Damon — al verlo así mi corazón se rompió, era pocas las veces en que Damon lloraba — Damon lo siento — Pero él no respondía —Me agaché a su lado y puse una mano en su espalda, él me abrazó y siguió llorando haciendo que yo llorara con él.