Hoy es mi cumpleaños y sabes no estoy feliz, estoy despierta a media noche esperando un mensaje o una llamada tuya pero nada llega, no puedo creer que no te he visto desde hace 6 meses y que nunca tuviste la decencia de decirme porque me dejaste, pensé que eras mejor que eso Damon pero al parecer me equivoque, te acuerdas de nuestros planes de todas las cosas que haríamos cuando tuviésemos 18, viajaríamos a París en Semana Santa pero tú no estás aquí así que no será posible, tal vez nunca te vuelva a ver y nunca leas esto pero espero que seas feliz donde quiera que estés Damon porque aunque ya no me quieras, tu siempre vas a hacer mi primer mejor amigo y mi primer amor
—Lucy
Cada vez que extraño a Damon le escribo cartas pero nunca las envío, sólo las guardo en un cajón, porque el día en que él me busque quiero que sea porque se acordó de mí, no porque yo se lo pido, nunca pensé que extrañar a una persona podía doler tanto.
—♫Estas son las mañanitas que cantaba el reír David, hoy por ser día de tu santo te las cantamos así, despierta Lucy despierta... ♫—Mis tíos entraron con un pastel en la mano y Hugo entro con la laptop donde estaban mis padres cantando también —Pide un deseo Lucy —Dijo mi madre a través de la pantalla, en este momento lo único que quiero es tener un buen día, sople las velas y ellos hicieron una bulla.
—Es media noche, no hagan tanto ruido —Dije sonriendo entonces ellos hicieron más ruido.
—No importa es tu cumple años —Dijo Hugo—Y hay que celebrarlo.
—No puedo creer que mi niña ya tenga 18 —Dijo papá
—No te preocupes que yo tampoco me lo creo.
—Ya tengo todas las cosas listas para tu fiesta, la decoración, el vestido, el lugar...—Dijo mi madre.
—Espera ¿tendré que viajar allá?
—Sí —dijo mi madre, tal vez suene exagerado pero no estaba lista para volver.
— ¿No puede ser aquí?
—Si tú quieres, claro que sí, sólo déjame organizar algunas cosas y estaré allá en la noche.
—Eso me encantaría, no es por ser aguafiestas pero tengo sueño, le agradezco mucho el detalle, Gracias tía, tío y Hugo, ¿Hugo que estás haciendo ?—Se estaba comiendo mi pastel.
—Nada, estaba verificando que el pastel estuviera rico y lo está —Dijo Hugo.
—Como sea, gracias a todos no hay mejor regalo que tener una familia como ustedes.
—También te queremos Lucy —Dijo mi tía dándome un abrazo —Duerme bien —Todos salieron excepto mi tío quien cerró la puerta y se sentó a mi lado.
—Cuéntame ¿Qué te pasa?
—Nada.
—Soy tu tío sé que tienes algo.
—No es nada, simplemente siento nostalgia por todas las cosas que han pasado en estos 18 años en mi vida.
—Ya veo, y no crees que ya es hora de mirar al futuro y cerrar ese capítulo en tu vida —Dijo mi tío.
—Sí pero no es tan fácil, si arranco la hoja el libro estará incompleto.
—O puedes empezar a escribir uno nuevo.
***
— ¡Cumpleaños feliz te deseamos a ti, cumpleaños a Lucy que lo cumplas feliz eeehhh!—Todos los del curso estaba cantándome cumpleaños feliz, yo sonreí es lo único que haces cuando te cantan cumpleaños feliz. Me senté en mi pupitre y vi que había una pequeña carta en ella.
—Jason, ¿sabes quien puso esto aquí?—Le pregunté, el negó con la cabeza.
—Pero...Feliz cumpleaños —Dijo Jason.
—Gracias.
—Yo sé quien pudo haberla traído—Dijo Jonás.
— ¿Quién?
—Tu enamorado secreto que no es tan secreto —Dijo Valentina acercándose a nosotros.
—No entiendo —De verdad no tenía ni idea de quien hablaban.
—Gira la cabeza a ¿160 grados?—Dijo Jonás, al hacerlo sólo vi a Gerald sentado en su pupitre, leyendo algo.
—Aja, a esa distancia está Gerald.
—Exacto—Aún no entendía.
—Sólo lee la carta —Dijo Valentina
Querida Lucy:
El día de hoy es un día muy especial para ti , ya que cumples 18 años , llevo poco conociéndote pero a pesar de eso eres muy importante para mí , eres una de las personas más simpática y linda que he conocido y espero que nuestra amistad crezca más cada día, por eso te deseo un muy feliz cumpleaños.
—Gerald.
Eso fue muy...lindo de su parte, algo cursi pero lindo.
Mira quién habla de cursilería la persona que le escribe cartas a su ex novio cada mes.
—Qué lindo es obvio que le gustas —Dijo Valentina, ni siquiera me di cuenta cuando leyó la carta.
—Claro que no —Respondí.
—La negación es el primer paso —Dijo Jonás.