Desperté en brazos de Damon, ¿Cuántas veces en el pasado no soñé con volver a despertar de este modo? Sonreí, me levanté de la cama y busqué mi celular, tenía muchos mensajes y llamadas perdidas —Gerald—lo llamé—Buenos días amor.
—Lucy, ¿Dónde estabas? Te llamé anoche muchas veces y no respondiste.
—Lo siento amor, me dormí temprano y no pude ver tus mensajes.
—Mis hermanas me dijeron que te sentiste mal y que no estabas en la casa porque saliste sola.
—Si así fue.
—Tú no sueles salir sola, amor... ¿Con quién estabas? — ¿Por qué tenía que conocer tan bien?
—Okey te diré la verdad, salí con un viejo amigo pero no me mal intérpretes, sólo tome un café con él, hablamos y luego yo sola volví a casa, me crees ¿verdad?
—Lucy confió plenamente en ti, no tienes porque darme explicaciones.
—No se lo dije a tus hermanas para no formar malentendidos días antes de la boda.
—No te preocupes amor, te entiendo, pero me hiciste mucha falta anoche, dormí con el celular al lado.
—Tú también me hiciste mucha falta, no paré de pensar en ti.
— ¿Por qué hablas tan bajo?
—Es que me acabo de despertar, sabes que no me gusta alzar mucho la voz.
—Está bien amor.
— ¿Qué hiciste ayer?
—Además de pensar en ti, asistir a muchas reuniones, hablar mucho, ya sabes lo típico... ¿Y tú?
Recordé lo que hice anoche —Te extraño mucho amor, me siento fatal en este momento.
— ¿Por qué?
—Porque... porque me gustaría estar a tu lado.
—Yo te extraño cada segundo, te amo.
— yo también te amo, besitos —Y colgué
—Ay pero que secos son ustedes.
—Buenos días para ti también Damon —El me abrazo por detrás y me dio un beso en la mejilla.
—Buenos días Lucy —Sonreí — ¿Qué hora es?
—Las 11: 34 de la mañana —Espera, ¡Qué!— ¡Dios! es tarde me tengo que ir —Me levanté y busqué mis zapatos, aunque no recuerdo habérmelos quitado, como sea, Damon se levantó y me hizo sentarme de nuevo en la cama.
—Tú no vas a ningún lado florecita.
—Damon tengo que ir a trabajar.
—Lo sé, pero no voy a permitir que te vayas con el estómago vacío.
—Tengo que ir a mi casa a bañarme, en el camino como algo.
—No, sé que no lo harás —y tenía razón, me cruce de brazos como una niña pequeña —Así que vete a cepillar, ahí está el baño, dentro del espejo están los cepillos , lávate la cara y espérame aquí mientras yo te traigo el desayuno.
—Pero...
—Pero nada —Caminó hacia la puerta —No te vayas porque saldré a buscarte —y cerró la puerta.
Podía irme a mi casa y cerrarle la puerta de la mía cuando él fuera a buscarme pero decidí hacerle caso y quedarme aquí, total, había pasado la noche aquí.
Cuando termine de cepillarme llamé a mi asistente—Alo Annie
—Diga
—Estás en la oficina.
—Si, llevo horas esperándola, ¿Dónde está?
—Me quede dormida, puedes ir tú a organizar las cosas que tenía para hoy
— ¿Quiere que yo vaya en su nombre?
—Sí, confió en ti , se que harás todo muy bien.
—oh my God, gracias gracias, haré todo perfecto lo prometo.
—Bye —colgué, es una buena chica.
—Volví —Damon entró a la habitación con una bandeja con comida que tenía un pequeño florero con una flor.
— ¿De dónde sacaste el florero?
—No se lo digas a nadie pero lo cogí de la sala estaban en la mesita del espejo —Sonreí.
— ¿Por qué lo cogiste animal?
—En las películas cada vez que le llevan en desayuno a la cama, le ponen un mini florero y yo quise hacer lo mismo, no sé, así es más romántico —«Que lindo», me comencé a reír.
—Eres único Damon, a ver ¿Qué me trajiste?
—Chocolate con leche, recién hecho, pan tostado con huevos revueltos y de postre un cupcake azul.
—Ay qué lindo se ve —El cupcake me provocaba ternura.
—Disfrútalo, mientras yo me iré a bañar, te llevare a tu casa.
—Está bien —Damon entró al baño y yo me dispuse a desayunar, «que rico esta esto»—de pronto un niño se paró en la puerta y se quedo viéndome, me levanté y me agache a su altura —Hola, ¿Quién eres?