Gerald
—Yo...Yo —Esta más nerviosa de lo que imagine —Yo tengo que pensarlo —y salió corriendo del lugar me quede frisado por un momento, eso no me lo esperaba, después corrí tras ella.
— ¡Lucy espera! —Bajé los escalones rápidamente para alcanzarla —Lucy.
—Gerald perdóname por favor—Estaba llorando —Te juro que yo no quería hacer esto pero...
—Lucy.
—Gerald no sé qué me pasa yo...—Mierda está mujer no me deja hablar, la tomé de los hombros.
— ¡Lucy!
— ¡Qué!
—Ya sé todo.
— ¿A qué te refieres?
—Ven—nos sentamos en los escalones, la cara de preocupación de Lucy era épica —.Amor, Lucy mírame —me miró—no es tu culpa.
—Puedes decirme lo que sabes.
—Ya sé que Damon y tú se conocieron antes, que hablabas con él a escondidas y que se encontraron mientras no estuve—no sé porque pero tenía la sensación de que a Lucy le iba a dar un ataque.
—Gerald yo...
—No, déjame terminar querida, sé que para ti fue muy difícil ocultarme todo y por eso se te hizo imposible mirarme a los ojos desde que volví del viaje, que a pesar de el choque de emociones que había en tu interior decidiste seguir la boda y elegirme a mí, pero aunque me duele admitirlo no serás feliz conmigo y no, no es porque yo no pueda hacerte feliz, al contrario yo gastaría todos los día de mi vida en hacerte la mujer más feliz del mundo pero —miré para atrás todos estaban asomados viendo la escena —no soy el hombre que realmente amas.
—No, Gerald eso no es verdad yo te amo—tomé su cara entre mis manos.
—Lucy no, yo te amo pero no voy a permitir que te cases conmigo llenas de dudas y que te vivas preguntando si hiciste la elección correcta.
—Tú no me estas obligando a nada—iba a llorar —.Yo quiero casarme.
—Lucy contéstame una cosa... ¿Las personas lloran cuando no le importa algo ?—ella negó —Exacto —acomodé un mechón detrás de su oreja—Sólo quiero que seas feliz aunque...no sea conmigo—se me hizo un nudo en la garganta —pero lamentablemente no quiero volver a verte Lucy.
— ¿Qué?
—Aunque te quiero y te entiendo, todo esto está siendo muy doloroso para mí y...—mierda voy a llorar . Lucy me abrazó.
—Lo sé y lo haré y si esta es la última vez que te veré quiero agradecerte por todos los momentos que vivimos juntos, en serio gracias porque en todo este tiempo me hiciste la chica más feliz del mundo —la abracé más fuerte en serio me estaba costando mucho dejarla ir —.Sabes, no cambiaría nada y me encantó que tú fueras parte de mi historia.
—A mi también —Nos separamos ambos llorábamos, sonreímos —Si me dijeras cosas más hirientes para mí sería más fácil olvidarte —Lucy se rió.
—Lamento haber arruinado nuestra boda.
—Descuida en algunos años será una anécdota divertida.
—Eso espero.
—Si me arrepiento y vuelvo... ¿todavía tendré un lugar en tu corazón?
—Siempre tendrás un lugar en mi corazón Lucy —nos pusimos de pie, todos seguían en la puerta viendo.
— ¿Y ahora qué hacemos?—preguntó Lucy.
—Se supone que ahora sales corriendo con Damon mientras yo me quedo devastado aquí.
—Tengo idea mejor...Ven —subimos los escalones hasta quedar en frente de todos —Bueno mis amores está boda se acabó —Se formó un bullicioso— ¡Déjenme terminar! Esta boda se acabó lamento a todos hacerle perder el tiempo pero esto no estaba planeado, perdón pero vean el lado bueno ya pondrá decir que fueron a una boda donde la novia salió corriendo —mi mamá se abrió paso entre las personas.
—No, No, No y No...Tú tienes que casarte —Le dijo mi madre a Lucy.
—Mamá...
— ¡No! yo presentía que algo andaba mal pero nunca me imagine esto, no puedes arruinar la boda después de todo el esfuerzo, empeño y dinero que se invirtió en ella.
—Pues fíjese que si, era la boda de Gerald y mía y acabamos de decidir que no nos casaremos el día de la boda, normal.
—Pero...
—Pero nada mamá, ya Lucy habló, no hay boda y punto.
—En serio lo siento —le paso el ramo a mi madre —.Espero que seas feliz Gerald —Me dio un beso en la mejilla, le hizo seña a su familia para irse. Y así la vi partir con la cara en alto y vestida de novia, sin perder la gracia y el estilo, Damon pasó por mi lado y lo agarré del brazo.
—Cuídala mucho.
—Lo haré—Dijo Damon, lo solté y siguió su camino.
—No entiendo nada —Dijo mi madre a mi lado. Voy a llorar.
—Me das un abrazo mamá.