Mi primer amor (completa)

Capítulo especial : Happy birthday Damon

Damon

18 de octubre, es mi cumpleaños y la única que me felicitó fue mi hija.

Llamada entrante de Lucy

—Alo.

—Hola amor, ¿ya vienes de camino?—preguntó Lucy.

—Así es, florecita.

—¿Podrías detenerte en el supermercado y comprarme un bote de nutella?

—Linda pero a ti no te gusta la nutella.

—Lo sé, pero se me antojó de pronto.

Sus antojos, como olvidar cuando me levantó a media noche para que saliera a comprarle un pote de mermelada de guayaba y cuando por fin llegué con la dichosa mermelada se le había pasado el antojo, para tener 3 meses de embarazo se antojaba de muchas cosas.

— ¿Quieres algo más?

—No, gracias.

—Oye florecita ¿Qué día es hoy?

—Jueves ¿Por qué? ¿Tenemos alguna actividad importante esta semana?

—No sé, dime tú.

—Creo que no, pero de todos modos revisaré la agenda. Nos vemos en un rato, que no se te olvide la nutella, besitos.

—Bye—colgué.

Lucy es súper linda e inteligente pero a veces puede ser tan olvidadiza, pero aún así la amo.

Fui al supermercado y le compré su pote de nutella también compré algunos cupcakes para mí y galletas con chispas de chocolate para Dacy.

Sé que cuando Lucy se acuerde y se de cuenta de que olvidó mi cumpleaños se sentirá mal, pero no importa, sé que sabrá recompensármelo de otras maneras.

Después de comprar las cosas llegué a mi casa.

— ¡Amor, Dacy, ya llegué! —Nada—Se olvida de mi cumpleaños y ni siquiera viene a recibirme—.Dejé lo que había comprado en la cocina y me aflojé la corbata.

De seguro mis chicas están en la playa tomando sol.

Abrí la puerta para ir a la sala trasera.

— ¡Sorpresa!

Como no lo vi venir, todos mis amigos y familiares estaban aquí, Papá, Mamá, mis hermanas, mis suegros, Damián, Amy, Estefan, Kate, la pequeña bolita de ternura de Estefan y Kate y mi nuevo amigo Joshuad.

—Feliz cumpleaños Amor—dijo Lucy abrazándome.

— ¿Tu organizaste todo esto?

—Soy tu esposa, ni de broma me olvidaría de tu cumpleaños.

—Te amo.

—Podrían dejar la cursilería para otro momento, se supone que esta es una fiesta, hay más personas en esta habitación—dijo Amy con Dacy en brazos—Toma al parecer quiere más a su tío que a su tía—dijo entregándome a Dacy.

—Puedes dejar los celos Amy—dijo Damián —Feliz cumpleaños hermano.

—Tú no me hables—dijo Amy.

— ¡Amy!

— ¿Ahora qué le pasa a esos dos? —le pregunté a mi esposa.

—Es una larga historia, pero olvidémonos de ellos por hoy, vete a hablar con tus amigos.

Esa noche la pasé de lo mejor, hablando con mis amigos, viendo a mi familia pasar un buen rato juntos, jugando con el futbolito, en fin, pasando un buen rato con las personas que quiero.

—Bueno quiero agradecer a todos por venir el día de hoy, a mi hermosa esposa por organizar todo esto, que más decir, me alegra mucho compartir momentos de mi vida con ustedes, son personas muy maravillosas y nada, gracias y salud—.Dije terminando mi discurso de agradecimiento.

— ¡Salud! —La música empezó a sonar, me acerqué a Lucy.

— ¿Ya te dije lo linda que te ves hoy?

—No, pero no me molestaría escucharlo.

—Estas hermosa, amor.

—Lo sé—La abracé.

—Te amo... ¿Cómo esta nuestro bebe?

—Bien, adentro todavía.

—y ahí estará por varios meses más.

—Lo sé y lo adoro, te imaginas si fuera un niño o otra niña.

—Sea lo que sea, tendrá a la mejor mamá del mundo.

—Y al mejor papá—La besé—Felices 31 Damon.

—Quiero hacer otro brindis pero contigo.

—Sabes que no puedo beber alcohol.

Busqué dos copas y las llené de jugo de uva.

—Aquí tienes.

— ¿Por qué brindaremos?

—Por este y los demás cumpleaños que viviremos juntos.

—Por siempre.

—y para siempre.

Terminamos de despedir a los invitados, Lucy estaba poniendo a dormir a Amy y yo decidí dar un paseo por la playa a solas.

Y pensar que ya ven 31 años de mi vida, 31 años de felicidad, tristeza y amor, 31 años de haber nacido y 22 de haber conocido a la mujer de mi vida, en todos estos años he vivido muchas cosas y al ver lo que he conseguido no me atrevería a cambiar nada, gracias a las experiencia que viví soy lo que soy ahora y tengo a las personas que tengo.

—Amor, ¿Qué haces aquí? —dijo mi amada esposa, me encanta su bata blanca.

—Pensando—me tomó de la mano.

— ¿y en qué piensas?




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