Vi la sonrisa en su rostro, luego que termino de leer e interactuar un poco con los niños abandonamos la sala, por fin pudimos tener un momento para conocernos.
-¿Vienes aquí mucho? - me pregunto.
-No la verdad no, normalmente la paso en la casa.
-¿Y tu familia?
-Bueno ellos viven lejos, viene para mi cumpleaños y otras cosas, pero no para navidad, para ellos no significa nada.
-¿hablas enserio?
-Si ¿es tan sorprendente?
-no, no lo digo por eso, es que yo también paso por algo similar.
-¿en serio?
-Buenos mis padres dicen que son tradiciones, que no se deberían hacer, son muy religiosos.
-Vaya qué coincidencia.
Ella paró en el pasillo, me miró con una especie de melancolía.
-Bueno creo que ya debes de ir, creo que te tienes que ir pronto.
-Pero si apenas estamos hablando.
-Reglas son reglas.
-¿y no hay un lugar donde no me descubran?
Ella esbozó una pequeña sonrisa y empezó caminar, me guió por un pasillo hasta las escaleras de emergencia, subimos por estas unos cuantos pisos, le ayudé con su tanque de oxígeno, subimos lento hasta que por fin llegamos al final de aquellas escaleras.
Ella abrió la puerta y era la azotea del hospital.
-creo que aquí no te encontrarán.
-Bien asi tengo mas chance de conocerte.
Ella sonrió.
-Si no celebras la navidad ¿por que leíste y pasaste tiempo con esos niños?
-Bueno tu eres el que viniste de voluntario, así que la pregunta es para ti.
-Pues me canse de estar solo en el apartamento, así que quise ayudar.
-Bien supongo que no somos tan anti navidad como nuestros padres.
Avanzamos y nos recostamos junto a uno de los largos muros que dividen la azotea, ahí veamos toda la ciudad, las luces de cada uno de las decoraciones navideñas daba un gran espectáculo que nuestros ojos supieron apreciar.
-Cuentame de ti - me dijo ella.
-Pues trabajo en un banco, soy gerente de una sucursal, pero espero que sea temporal, quiero poner mi propia empresa.
-¿de que seria tu empresa?
-comida rápida, me fascina así que creo que vendería comida, ahora cuéntame de ti.
-bueno antes daba clases, pero el médico me recomendó que ya no lo hiciera, así que de momento no hago mucho.
Le sonreí.
-Bueno eso es algo, pero cuéntame más - le dije.
-Me gustan los coleccionables, las películas de Disney, me encanta el fútbol.
-Genial.
-Sigue tu.
-Me gustan las películas, los libros, los animales, los videojuegos.
Todo parecía ir tan bien, tan natural, pero su hermosa luz con la que brillaba hace unos instantes se apagó y me miró con seriedad.
-Debo decirte algo.