Keilin entra a su cuarto y se arroja a la cama, y comienza a pensar en
su maravilloso dia con Tayler y con Kevin. Keilin una chica que no creía
en el amor tal vez se estaba enamorando y es que el amor es así es como un
disparo que no vez venir, pero sabes que te matara.
Luego de varios minutos pensando en su maravilloso dia, Keilin se
desviste toma su toalla y se dirige a bañar sin dejar de recordar las
palabras que Tayler le decía en aquel lugar donde juraron enamorarse
luego de su ducha Keilin se viste y baja a buscar las galletas que su mama
le había preparado, sube a su habitación y suena su celular.
—Hola.
—¿Quien es? —pregunta Keilin.
—Adivina.
—¿Tayler?
—Que buena adivinadora eres.
—¿Como has conseguido mi numero? —pregunta Keilin.
—Pues solo tome tu celular y llame al mio y quedo registrado tu
numero.
Keilin sonríe y dice.
—Que tarado eres.
—¿Como estas cenicienta? —pregunta Tayler.
—No se adivina tu ¿como estoy? —pregunta ella.
—Yo digo que estas bella, y que estas feliz porque te he llevado a mi
lugar favorito.
Keilin vuelve a sonreír y dice.
—No dejas de ser arrogante ni por un segundo tarado.
—Es que así le gusto a las chicas sin nombres.
—Pues que malos gusto tienen esas chicas.
—Mas que malos gustos, tienen buena suerte.
—Eres un tarado —dice Keilin con una sonrisa que marca su bello
rostro.
—Oye chica sin nombre, ya quiero verte mañana.
—Deja de decirme chica sin nombre, y yo no quiero verte mañana.
—Estoy seguro que eso no lo piensa tu sonrisa en estos momentos.
—Tengo miedo, de que estés jugando conmigo, pero te aseguro que si
así es al final terminaras perdiendo —dice Keilin con miedo en sus
palabras.
—Yo tengo mas miedo, porque siento que en este juego del amor soy un
perdedor, y no te preocupes que no podría hacerte daño, creo que uno no
puede dañar lo que le hace bien.
—Siento que confió mis ojos en tus mano, y no lo entiendo si solo te
conocí hace un par de días —dice Keilin.
—¿Tu crees en el amor a primera vista? —pregunta Tayler.
—Pues creo que nuestros ojos, se enamoran a primera vista, nuestros
corazones se enamoran con las palabras, pero nuestras almas, nuestras
almas se enamoran cuando las besan, y estoy segura que en el mundo no
hay muchas personas con la virtud de besar el alma.
—¿Y si yo te beso el alma?
—Estoy segura que te amaría toda la vida.
—¿Y si no nos alcanza toda la vida para amarnos? —pregunta Tayler.
—Pues tal vez con una sola vida sea suficiente para nunca olvidarnos.
—Entonces te entregare mi única vida a ti Keilin.
—¿No tienes miedo de que hoy te ame y que mañana te odie? —
pregunta keilin.