—No. No tengo miedo porque estoy seguro que uno puede amar lo que
odiaba pero jamas en la vida podrá odiar lo que ama, porque del odio al
amor solo hay un segundo, y en medio de ese segundo hay una eternidad y
esa eternidad, es la que tardas en odiar lo que amas y te das cuenta que
aun que quieras, no puedes saltar por encima de la eternidad aun que
quieras no puedes odiar lo que amas.
—¿Y como sabes que me amas? —pregunta Keilin
—Porque sabes que es amor cuando sientes que una vida no es
suficiente —responde Tayler.
—Pero no puedes amarme en tan poco tiempo.
—No hace falta una eternidad para amarte, solo hace falta un segundo,
un segundo que durara toda la eternidad.
—¿Que es el amor para ti Tayler? —pregunta Keilin
—El amor es un segundo en medio de toda esta eternidad, el amor es
aquello que sentimos sin querer y que luego no queremos dejar de sentir, el
amor es tan obvio que parece ilógico, el amor es la única cosa en el mundo
que te hace sentir vivo y si no lo valoras te puede matar. —El amor, el
amor es la única guerra que te hace vivir en paz —responde Tayler.
—Pareciera que supieras mucho del amor —dice Keilin.
—En realidad no se nada del amor es la primera vez que siento algo tan
fuerte, que me hace sentir débil.
—Keilin se ríe y dice.
—Nunca imagine que un chico como tu fuera tan cursi.
—Pues la verdad nunca imagine serlo pero tu llegaste y rompiste todas
mis reglas, pero haré que tu también rompa las tuyas.
—¿Sabes algo Tayler?
—¿Que? —pregunta el.
—No quiero que esto termine, quiero seguir enamorándome de ti hasta
el fin de mis días.
—¿Y sabes algo keilin?
—¿Que? —pregunta ella con duda en su rostro.
—Quiero que te enamores de mi, quiero que te enamores de mi tan
locamente como yo lo estoy de ti, quiero ser el motivo de tu sonrisa, quiero
que me ames hasta el punto de odiar mi ausencia, quiero que me ames tan
locamente que solo veas por mis ojos, que tu corazón palpite por mi, y que
tu alma sea el paraíso de mi desquiciado infierno.
—¿Tu quieres matarme? —pregunta Keilin.
—No, solo quiero que vivas para mi —dice Tayler con una sonrisa en
su rostro.
—¿Y si muero por ti?
—Yo moriría sin ti entonces —responde Tayler.
—Tengo miedo de que nos terminemos haciendo daño.
—Tenemos que arriesgarnos chica sin nombre ¿Sabes por que?
—¿Por que? pegunta Keilin.
—Porque si dura solo un segundo, es suficiente para que dure en
nuestra alma toda una vida, porque lo que llega al alma nunca muere.
—Pareciera que fueras un poeta Tayler —dice keilin sonriendo.
—Tal vez soy un poeta que tu sonrisa convierte en poesía.
—Como se que esto no se lo has dicho a otras chicas.
—Porque tal vez siempre fui poeta, pero ninguna chica pudo volverme
poesía.
—sabes no quiero enamorarme de tu cuerpo quiero enamorarme de tu
alma —dice Keilin.
—Yo no te voy a enamorar, solo voy a dejar que te enamores, yo no te
voy a besar el alma, voy a dejar que tu alma me bese, y cuando pase eso te
darás cuenta que el amor verdadero es ciego, y no porque no pueda ver,
sino porque no quiere ver aquello que va amar toda la vida.
—Que profundas palabras Tayler, bueno tendré que colgar nos veremos
mañana chao.
—Chao chica sin nombre, espero verte mañana.