Sé que hubiera sido de mejor manera si siguiera la historia, a pesar de que en el lugar que ahora me encuentro escribiendo, pudiera anexar las hojas en las que el libro la cuenta, pero he decidido mejor borrar la historia de lo sucedido para evitar que la misma se repita, es una historia que pasa de generación en generación conquistando todo el mundo, y el cual se desconoce realmente su verdadero origen, he prendido fuego a ésta y es así como al igual debe entenderse que este es su final, mi vida frente al dilema entre la oscuridad y el amor que complementan mi alma. De lo que si estoy seguro es lo que ahora debo hacer, seguir el legado de mi padre, pero esta vez haciendo cumplir lo que en el libro está dicho, aquellos parámetros a los que debo ceñirme, como al igual a los que no tengo la obligación entre dominar mi propio cuerpo e incluso los poderes del inframundo, así mismo otros secretos como para acabar con la existencia de la inmortalidad.
- ¡Buenos días muchachos!
- ¡Buenos días! –Respondieron todos en coro.
- Al parecer se divirtieron anoche. –Dijo Miguel.
- ¡Ah sí! claro, fue algo tranquilo queríamos distraer a Andrew pero al igual recogerlo temprano, hoy es su gran oportunidad para demostrar de lo que está hecho, -Me tomo del hombro Wilder y añadió- ¿Verdad mi Brother? Tenía que descansar –Asentí y serví mi desayuno con un poco de capuchino que ya habían calentado.
- Así es, hoy haré parte de la olimpiada intercolegial del área de matemáticas como representante de la escuela, espero que se animen a acompañarme, si así quieren.
- Sí, y como anoche ¡durmió bastante el niño! –Exclamó Belén con sarcasmo.
- Mi intención no era despertarte, hermosa, -sonreí- estaba estudiando un poco – ¡Por Dios! le mentí, o bueno, si estaba en eso, solo que no para el día de hoy.
- Y, ¿Qué me dicen de Tobby, era necesario llevarlo? –Preguntó aun poniendo en duda, Miguel.
- Jajaja, -Me reí- Tranquilo Miguel, algún día haremos cosas juntos, suelo llevarme en muchas ocasiones a Tobby por compañía, todo normal.
Las desconfianzas siempre son una de las razones que impiden el buen relacionamiento entre las personas, Miguel, el hermano de Belén, ya empezaba a sospechar cosas y quien sabe que otra idea más se habría hecho en la mente, es comprensible que esté intentando protegerla como protegerse así mismo de cualquier cosa que pueda estar a ellos oculta, por lo que pienso que en su momento todos deben conocerme como soy, en quien realmente soy y me he convertido, solo quiero asegurarme que sea en el instante indicado, pero además de eso, me sorprende lo meticuloso que él se presenta al analizar la presencia de mi querido Tobby, era necesario ir con él, aún estamos trabajando en el porqué de ese collar.
Tomamos en pie la mesa, todos reunidos para el desayuno, era reconfortante verlos a todos en mi casa, acompañándome en estas circunstancias de la vida, me sentía por primera vez muy apoyado por quienes en mi corazón hasta el momento permanecen. Así mismo, al terminar de desayunar les dije que la olimpiada empezaría a las 9 am, y como había acordado con el director, tome mi mochila con algunos libros, y salí rumbo hasta la escuela. Me sentía diferente, sin esa oscuridad en mi cuerpo, pero a pesar de ello, temía de las próximas noches que me estaban esperando, esa noche del día de ayer, aunque confusa en mis alucinaciones siempre fueron como en el día de mi cumpleaños, en una especie de cueva en la que estaba atrapado sin salida alguna, y situaciones en las que a veces pareciera predecir lo que más adelante podría ocurrir, sin embargo, por otro lado me preocupa y temó que Tobby si tiene que ver con esto, su comportamiento un poco antes de perder la razón fue algo extraño, algo que juntos pronto descubriremos.
Llegué hasta la oficina del director, se encontraba algo activo el señor, tenía un montón de papeles en su escritorio mientras escribía. A veces me preguntaba si esas labores en las que se ve algo pesado el trabajo valen la pena para el vivir así día a día, saliendo de casa desde temprano cuando la mayoría duerme como al regresar cuando ya no tendrías a nadie que te reciba, eso no iría conmigo.
Fue allí cuando de pie frente a él, me quedó mirando como quien ve llegar a quien decía o parecía no estar, mientras señaló la silla frente a su escritorio para denotar que tomara asiento, así mismo con la palma de su mano derecha levantada y el índice en pie indico que esperara un momento. Después de un rato esperar y de haber llegado aquellos chicos y chicas entre los más inteligentes del colegio, para prepararse de las distintas materias básicas que las olimpiadas realizaban, como también organizando grupos por áreas, entendiendo que yo representaría mi grupo en el cual como era de esperarse, Jackson conmigo se encontraba, el director nos enseñó las instrucciones que se requerían en cuanto al reglamento de las olimpiadas, y sí, normalmente participaríamos todos pero en este año se estaba realizando un plan de individualismo.
Además, no solo de esto se trababa ya que al ponernos en marcha empecé (hablo en singular por lo que parecía ser que juntos realizábamos una secuencia de intercambios de conocimientos para prepararme solo a mí) a repasar algunos libros que en el escritorio estaban comparando concepciones y problemas en los que diariamente vivimos. Y no, no es esto como repasar unos antes del examen sin antes haber estudiado, por algo dije desde un principio que de algo servía estarme preparando para las Icfes de este año.