Probablemente te llegaste a preguntar alguna vez como seria nuestras vidas si fuera como la de una película, la de un libro e incluso como la vida que tanto hemos soñado, como al igual pensar ¿realmente soy feliz? El ahora es la base fundamental de vivir la vida, es el presente en el cual todo transcurre acordemente con cada paso que das, quizás te encuentras sufriendo, lleno de alegría, desanimado de vivir o incluso pueda que creas en el propósito por el cual estás aquí, sin embargo, a pesar de necesitar en ocasiones el apoyo incondicional de alguien para avanzar, muchas veces la vida nos sorprende con aspectos que llegan a ser tan irrelevantes ante las personas que a nuestro alrededor se encuentran, teniendo en cuenta que para ellos lo que a nosotros nos importa no tiene relevancia alguna.
Y no, no digo que no les importes, solo es que no están en la obligación de sentir lo que sentimos, ni mucho menos ver las cosas de la misma manera. Hay personas que fingen darle importancia a aquellos aspectos, otras en realidad solo les importa vernos bien, lo que los lleva a darle importancia, es así como funciona la empatía entre familia y amistad, y al igual como ahora me encuentro, a veces creo que a los míos solo les importa verme con ellos, pero no tienen en cuenta el peligro y propósito al cual estoy regido, es por esto que me alejo, solo por esta última vez.
Después de aquella tarde con los padres de Belén, tuvimos mayor libertad para estar juntos, incluso empecé a construir nuestra propia casa sin siquiera decirle nada, estaba dispuesto a darlo todo por esa mujer, y aunque me ayudara su presencia en ocultar la oscuridad que en mí habita, la mantuve lejos de aquellas hazañas a las que solo involucraba a Arthur y Wilder, quienes finalmente fueron el apoyo necesario para acabar con esto.
Recuerdo aquel día maravilloso en el que junto a Belén todos en un pasto ligero y cómodo acampamos por varios días, pero ese día en especial, después de esa noche tan hermosa que caía sobre nosotros la luz resplandeciente que el cielo nos brindaba, además de la fogata que calor nos dio por cierto tiempo hasta que el sueño nos topó, pero aun así viendo llegar el alba a nuestros ojos, como quien se asoma a su ventana a observar el mundo, lentamente y con sigilo para no espantar a quienes aún en fiel descanso estaban. Mi bella amada posada sobre mi hombro, mientras me tomaba la mano derecha con sus dos palmas suaves y olorosas, miraba conmigo cómo el sol sublimemente daba su entrada al espectáculo del amanecer. Esa mañana mientras Arthur, Wilder, Miguel, Raquel y Rafael, en sus carpas, tumbados estaban. Salimos a caminar ella y yo, a ver lo que el campo mostraba, mientras por senderos torcidos nuestros pasos avanzaban, cuando entre sombras y arboles Tobby nos cuidaba, cerca de nuestro campamento había un rio, algo poco ruidoso y en plena calma, la tome del brazo con mayor prisa, jugueteando con ella, tomándola de espalda por la cintura como para lanzarla, sin embargo solo habría podido besarla, hasta que finalmente nos sentamos con las piernas cruzadas y en observación hacia el rio, sobre una roca grande que a pico se encontraba.
- Creo que sin ti, quizás no me hubiera aventurado jamás a estas cosas.
- ¿A qué cosas te refieres? –Pregunté mientras la miraba de ojos a la boca y viceversa.
- Digo, mis padres pueden tener el dinero necesario como para armar viajes a cualquier parte del mundo, pero, nunca imagine estar acampando en un lugar desconocido, ir a una caverna y conocer oscuros secretos, volar por el aire en un caballo, e incluso sumergirme en un pantano y respirar, son cosas o momentos que si no hubiera sido contigo, no hubiera vivido jamás.
La observe por largo rato, mientras ella miraba hacia el cielo como quien proyecta sus pensamientos al universo y cuestiona los mismos, contemplaba cada uno de los rasgos de su rostro, como para lograr entender, ¿Cómo es que hace estas cosas y enseguida me enloquece? ¿Cómo haces para encantarme tanto? El amor es así, puedes llegar a cuestionarlo, y pensar que en realidad es una droga que te convierte en alguien que ha caído inesperadamente en él, sin embargo no te arrepientes, porque se trata de una sensación inexplicable, el amor fantasiosamente te lleva a un mundo en el que lo bueno es fascinante, y lo malo aun cuando atenta contra éste, puede llegar a convertirse en una columna que aunque su propósito sea destruirlo termina sosteniendo lo que desde un principio se empezó a construir y no volvió a tener un final.
- Belén, quiero que te vayas a vivir conmigo… No, mejor quiero que todos vivamos unidos, realmente quiero pasar mis últimos años contigo.
- Andrew, yo contigo voy a donde tú me pidas que vaya.
- Y es por eso, que te pido por favor, que me esperes, y nunca pierdas la esperanza de verme volver.
- ¿Qué quieres decir con volver?
- Nadie podrá comprenderlo, solo te pido que te cuides y cuides de lo que en ti habita, yo volveré.
- Lo único que en mi habita es mi amor por ti, y no permitirá que te vayas –Mientras hablaba le di un último beso, y me aleje lentamente de ella –¡Andrew, no puedes hacerme esto! ¿Acaso piensas huir?
- Te amo querida, no le digas a nadie de esto, ni intentes seguirme.
- ¡Vuelve acá! ¿A dónde iras?
Tome mis cosas mientras me marche del lugar cuando Arthur y Wilder aún descansaban, han pasado meses desde esa última vez en la que te vi, no tuve valor para despedirme de todos, sin embargo, los aprecio mucho, y aquí me leen, sí, probablemente Belén esta aun confundida, pero gracias al don que se me otorga para poder ver más allá de lo inusual, sé claramente lo se viene, sé que vendrán por mí, pero cuando encuentren este lugar, ya yo no voy a estar, pero ciertamente volveré.