En el libro de los Norab, el cual Arthur había heredado, hablaba de muchos aspectos acerca del final al cual tenía yo que estar inclinado para poder acabar con la maldición familiar que un antecesor hubo de haber provocado por grandes ciclos, y lo hago por las nuevas generaciones y por mi presente familia. En muchos de sus escritos, al principio todo contexto en lo que respecta a su fin, parecían ser complicados para mí, pero de cierta manera he aprendido a comprender y abrir mi mente a todas las perspectivas a las que el mundo está expuesto, no solo se basa de simples palabras y teorías, el mundo tiene una inmensidad de esencia que podría llegar a ser mayor que el número de las estrellas. Aquel día me había despertado decidido en acabar con esto, por lo tanto les comunicaba a Arthur y a Wilder sobre mis planes, los cuales daban paso al final.
- Es cierto que parece una locura, pero de igual forma es mejor opción que entrar por mí mismo y quizás no regresar jamás, entre las profecías del libro existe una muy particular que dice “Entre tumbas está el puente y el puente no está muerto porque alma viva le sobra de lo que las tinieblas en su oscuridad han quitado”, no hay muerto al que no pueda resucitar excepto al que Dios ha hecho su llamado.
- ¿Y qué clase de hechizo o invocación haremos?
- Cálmate, más bien toma tus apuntes, lo que puedas llevar en mano, porque ya mismo nos vamos.
A pesar de que en muchas ocasiones fuera tan cruel con ellos, siempre seguían mis hazañas como quien no sabe en lo que se mete pero tampoco quiere perderse la oportunidad de hacer parte de una nueva aventura, fue así nuevamente cuando me acompañaron ambos hacia un bosque fuera del país al cual no muchos habrían de visitar, tardamos más de un día en llegar, el viaje fue largo pero no nos detuvimos sino solo para lo esencial, mientras yo conducía el auto de Wilder ya que era el adecuado para el transcurso del camino, cada quien despierto con las ganas de descubrir que pasará, a donde llegaremos, o incluso que pasara después de esto, cuando por fin llegamos quedaron inquietos ante la percepción del lugar sin siquiera detenerse a cuestionarme pero sus caras lo decían todo, estaban confundidos siguiendo mis pasos sin tener idea de lo que hacíamos allí.
- Nuestros ancestros eran muy astutos y meticulosos tanto en sus escritos como en la mayor parte de sus acciones, es por esto que les vengo a enseñar claramente cómo podrían pasar tan desapercibidos una cantidad considerable de años, siendo transgresores de los reyes de las tinieblas. Mi padre sabía claramente de lo que iba a suceder, él tiene en claro que su muerte no era en vano, y aunque no puedo dejarlo volver a vivir su vida, si lograremos su libertad y consigo la del mundo de la oscuridad.
Llevaba en mis manos el libro, mientras les contaba acerca de los puntos en los que podrían encontrar cada una de las cavernas de los Norab, les enseñe sus coordenadas, pues no solo era una ni dos, y ésta sería la segunda a la que iríamos a visitar, entre tantas como en la que me encuentro. Al llegar a una parte del bosque, complejo por sus árboles y oculta en medio una roca gigante cubierta de musgo y algunas flores y plantas, entre la cual escondida está la entrada a la caverna. Por dentro descubrimos muchas cosas que no podrían creerse que existieran, entre tanto al igual, nuestros ancestros practicaban la magia tanto para bien como para mal, por lo cual se podían encontrar artículos antiguos para su práctica. Era lo que quería, pues estaba buscando exactamente un artículo el cual conectaría a mi padre a este mundo y lo sacaría de la prisión en la que se encontraba.
Ciertamente llegando a un final, me aferre a la idea de empezar la decisión de un nuevo pacto para el mundo, un pacto el cual acabaría con el puente que daba paso a los reyes de las tinieblas, sin embargo, eso no daría la paz al mundo, ya que éste ha sido corrompido. La humanidad puede salvarse de ser atacada por otra especie que les desee mal, sin embargo su verdadera debilidad y a la que su final se debe es la relación que lleva entre sí misma, pues llegara el día en el que habrá paz pero será el día en que acabe su existencia.
Mientras buscábamos entre los aparatos viejos, cráneos, joyas e incluso hasta libros que podrían llegar a llenar de sabiduría al que la leyere respecto a todas las primicias que así lo quisieron los antiguos Norab, digo antiguos porque desde ahora ha llegado una Nueva era en donde la tranquilidad y la luz llega a nuestra familia. Fue así cuando ante mis ojos esa figura triangular en la que se podían ver ciertos símbolos de la magia tallados en el duro elemento dorado que en el instante al friccionar su figura con las yemas de mis manos empezó a brillar, donde solo quien la magia posee es capaz de manipularla, el Almuhékalquia era un artículo muy particular el cual tenía el mayor poder de la magia que pudo haber existido en el mundo e incluso en el inframundo, donde dicho elemento se usa para transportar un alma desde el tormento mediante el poder absoluto de la magia a la resurrección de la cautiva misma.
Todos a la expectativa de aquella luz brillante y escandalosa que emitía aquel artefacto entre mis manos, en cuanto tuve su poder y dominio, justo cuando todo mi ser pudo sentir la magia absoluta, deje a un lado a éste sin que dejara de brillar tomando las manos de mis queridos hermanos, cada uno aferrados en un fuerte apretón, Arthur a mi derecha quien después de mí al pronunciar de mi boca algunas palabras, tal cual como les había explicado se realizaría dicha situación para poder así aquel unirse en cuerpo y mente conmigo siendo juntos conjuntamente uno solo, adquiriendo el mismo poder que a mí se me otorga, y que seguramente será lo único que pase de generación en generación mediante su práctica, por otro lado Wilder quien con sus propias libretas de estudio, practicaba las palabras para unir nuestros poderes en uno solo y atraer consigo, en la última recitación levantando nuestros brazos dirigidos al Almuhékalquia, que concluía con la transportación del llamado al alma de mi padre y con él, al espíritu de Cireth para romper cadenas de todo contacto de los reyes de las tinieblas con los humanos.