Mi princesa 3: Adiós princesa del ayer

Un estratega un poco complicado

Una vez que se había vuelto a reunir con Saluo, Julia decidió descansar en aquella ciudad durante unos tres días antes de partir.  Es por ello que Saluo le preparo un lugar en el cual pudiera estar cómoda y no tener que pasar por un mal rato.

 

Una vez pasaron los tres días, Julia y Saluo partieron de aquel lugar de regreso al castillo. Mientras regresaban, Julia pensaba – aunque les debo algunos favores por el momento, no creo que sea algo de que preocuparme por el momento, lo más importante es poder lograr encontrar alguna forma de poder hacer que mis padres traten de emparejarme con alguien más y me permitan formar parte en la gestión del reino también. Aunque, si lo pienso bien, creo que aún me hace falta mucho para poder llevar a mi reino en un camino prospero, tal vez…. – miró a Saluo – bueno, sólo puedo continuar avanzando. Si ya he empezado mi emprendimiento, no puedo quedarme sólo hasta aquí, sino… sino… si termino quedándome sólo hasta aquí, no podré llegar a cambiar nada. No dejaré que sigan pensando que soy alguien tan débil y sin gran valor que no puede hacer casi nada por su cuenta. No importa que sea sólo una princesa de este reino, al final no vale de nada sólo contar con un  título y no hacer nada. No seré alguien que sólo se siente sin hacer nada en el poder que mi pueblo me ha otorgado, les demostraré que seré capaz de cumplir con todas sus expectativas, ya que yo soy su princesa –.

 

Continuaban caminando de regreso al castillo y, llegando a medio camino, Saluo empezó a estar un poco más alerta de lo usual. Julia, dándose cuenta que algo no andaba bien, susurro – no importa lo que pase en este momento, será mejor que nos mantengamos al margen por el momento, no podemos dejar que ellos sepan que soy la princesa ni que eres mi guardián, así que… sólo sígueme la corriente y no hagas ni un movimiento precipitado que nos pueda delatar a menos que sea demasiado peligrosa la situación en la que nos encontremos – Saluo – como lo ordene mi ama – Julia – también me gustaría que te abstengas de decirme “mi ama” – Saluo – entonces ¿Cómo debería de llamarla – Julia – llámame como cuando nos conocimos por primera vez, antes de que supieras que era una princesa – Saluo – como lo ordene –.

 

Siguieron caminando de forma normal sin  tratar de actuar o demostrar que estaban un poco alertas de que los vinieran siguiendo. Pero, como sabían que caminar en silencio podría ser un poco sospechoso, sobre todo por la edad de los dos, Julia empezó a decir – bueno, ¿Qué te parece el día? – Saluo – pienso que está bien – Julia, mientras hacia una expresión de “¿De verdad vas a responder de esa manera?”, continuó la conversación – y ¿Qué te ha parecido el viaje? – Saluo – bien – Julia – pero, ¿Qué es lo que más te ha gustado de este viaje? – Saluo – no tengo nada en particular – Julia, empezaba a poner una expresión de “¿De verdad vas a responder así? ¿Acaso me odias o soy muy aburrida como para poder conversar conmigo?” mientras empezaba a sentirse un poco enojada.

 

Con un pequeño suspiro, trato de mantener la calma y continúo diciendo – entonces Saluo, ¿Qué te parecería el continuar viajando conmigo? – Saluo – iré a donde sea que me ordene ir – Julia, furiosa, empezó a pensar – no puedo creerlo. Por qué continúa siendo de esta manera, acaso no tratará de realizar una conversación normal como si todo fuera… fuera… – Julia miró a Saluo – bueno al final de cuentas, no puedo reprocharle nada. Ya que, siendo que en primer lugar soy una princesa, posiblemente no pueda llegar a llevarme mejor con él y ser también amigos. Aunque me gustaría que Saluo pudiera ser también mi amigo y no sólo mi sirviente, pero… – dirigió su mirada hacia el cielo – no creo que sea algo posible que suceda – dio un pequeño suspiro – bueno, tendremos que ir mejor callados sin realizar ni una conversación para que no sospechen de nosotros… creo que el tratar de conversar entre nosotros, parece algo más sospechoso que el que caminemos en silencio – y vio hacía los lados tratando de contemplar el paisaje que estaban recorriendo y, de esta manera, poder dejar pasar el tiempo y parecer un poco más natural su forma de actuar.

 

Pero, por más que lo intentaran, al final siempre se llegaría notar que algo andaba mal. Julia, sin poder saber lo que pasaría si los descubrieran, pensaba que era mejor mantenerse cerca de Saluo. Sin embargo, lo que no podía conseguir en una situación como esta era el lograr emprender nada de lo que fuera planeado con anticipación.

 

El estar nuevamente en un punto en el cual no le era posible planear que hacer ni cómo salir de la situación en la que se encontraba, Julia empezaba a sentir que todo estaba mal y que cada vez era mayor la probabilidad de que los pudieran llegar a acorralar en cualquier momento. Sin importar nada de lo que sucediera, el tener que cumplir con una misión y una labor que le fue impuesto desde pequeña, con lo que ella quería llegar a ser, todo estaba mezclado de tal forma que no le era completamente fácil el tratar de ser nada a la vez.

 

Sin comprender la situación en la que estaban en ese momento, siguieron caminando como si nada estuviera pasando hasta encontrar un lugar en el cual parecía ser el indicado para comer algo y descansar antes de continuar con su viaje.

 

Aunque Julia seguía estando un poco alerta, pensaba – creo que los hemos despistado, si esa es la razón, considero que puedo mantenerme de esta forma por un poco más de tiempo sin temor a que nos descubran – luego miró a Saluo y dijo – lo que queda por hacer, es encontrar una forma de poder regresar al castillo sin llamar la atención – Saluo manteniendo un silencio, sólo asintió con la cabeza y continuó comiendo.



#9310 en Fantasía

En el texto hay: aventura

Editado: 02.03.2022

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