Mi princesa

Mi princesa

Julia es una princesa que vive en Plazja. Desde muy pequeña, le han enseñado a ser una buena princesa,. Le enseñaron buenos modales y la manera en que debe de gobernar a su pueblo. Ella no conocía que era vivir con libertad. Todas las noches, antes de irse a la cama, se preguntaba - uh. Hoy di lo mejor de mí. Pero aún siento que hay algo que me hace falta. ¿Qué será?, no sé pero pediré un deseo esta noche y será "poder encontrar eso que me hace falta y poder sentirme mejor". Ahora me voy a dormir - y, así se pasaban los días. Siempre estaba al lado de sus padres, los reyes, para algún día ser alguien que gobierne igual que ellos. A Julia le parecía muy aburrido pero no lo demostraba, ya que tenía miedo de llegar a decepcionar a todos. Siempre escondía lo que sentía, hasta que llegó al punto en que ya era natural ignorarlos.

Ya estando en sus trece años, empezando la adolescencia, ella era el modelo de toda señorita. En todo lo que hacía o decía. Se había vuelto la envidia de todas en el reino. Había muchos príncipes y hombres de gran poder que deseaban tener la mano de la princesa y casarse con ella, cuando ya tuviera la edad para ello. La princesa no le interesaba ninguna propuesta, por lo que rechazaba cada propuesta. La reina le preguntó - Julia, creo que deberías pensar antes de dar tu respuesta. Recuerda que, en unos años, serás la reina y te tendrás que casar -, Julia - si madre. Pero, no tengo la intención de casarme. Quiero gobernar el reino sola, en vez de estar con tipos como ellos, que solo piensan en sí mismos y no en el pueblo. No importa lo que me digas, esa seguirá siendo mi decisión -, la reina, - piénsalo bien. No deseo que estés sola por siempre -, Julia, - si te hace feliz. Lo tendré en mente pero no creo cambiar de opinión -, la reina se retiró triste por la forma de pensar de su hija.

Un día, mientras paseaba por los jardines del castillo, se encontró a un hombre, tal vez de su edad, que estaba viendo unas flores. La princesa se acercó a él y le preguntó - discúlpame ¿Qué hace aquí? -, él le contesta, mientras voltea para verla - señorita, buenos días. Yo, solamente, estaba viendo lo hermosas que se ven estas flores y - tomando una - alguna vez has visto lo delicadas que pueden ser. En comparación de todas aquellas fuertes y poderosas, como los árboles, estas son delicadas y pueden hacer feliz a los demás con su aroma y encanto -, la princesa se avergüenza y mira las flores que él tenía en sus manos, después de unos segundos, responde - tienes razón. Son muy bellas, pero, por eso es que se encuentran aquí. Así pueden adornar este parque y nada más -, él sonríe y continúa - es cierto. Pero eso no significa que sólo para eso sirvan. Incluso, hay plantas que por muy insignificantes que sean, tienen grandes papeles. Bueno, gracias por acompañarme. Pero tengo que irme ya, espero nos volvamos a ver pronto y podamos platicar más -, la princesa, - sí, espero lo mismo. Que te vaya bien -.

 



#12702 en Fantasía

En el texto hay: aventura

Editado: 02.09.2020

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