Mi Princesa Omega (trilogía trillizos, Libro #2)

Capitulo 1

4 años.

P.O.V FELIX HAMILTON.

Dejó salir un suspiro, estoy nervioso, siempre lo estoy cuando vengo aquí, a pesar de los tres seguidos años que he venido. Al menos el Alpha Scott, que por cierto debo de decirle así por que él lo dijo y él es el padre se mi mate, en fin, el Alpha Scott me la pasa viendo enojado pero como su esposa le dice algo, él deja de mirarme y pasa de mí, a veces es incomodo pero con que ver la sonrisa de mi princesa cuando me ve me es suficiente.

Tomo el peluche que está en el asiento de copiloto, siempre le traigo algo, ya sea un juguete, libros de coloreo o dulces. Si ver esa sonrisa que siempre pone a darle algo vale por millones.

Salgo del carro y arreglar mejor la manga de camisa, solo me he quitado el sacó. Tocó la puerta aunque desde lejos puedo notar a algunos lobos. 

La puerta es abierta por la Luna de la manada, tiene una gran sonrisa que es parecida a la Emely.

-- ¡Félix! Pensé que llegarías más tarde, ven pasa -- se hace a un lado y paso.

-- Me sobró tiempo así que vine. Espero no le moleste.

-- Descuida, todo está bien. Ella está arriba, en su habitación, ve, los llamaré cuando el almuerzo esté listo, y descuida mi Ethan vendrán hasta mañana. -- me guiña un ojo y camina hacia la cocina.

Comienzo a subir las escaleras, he estado aquí muchos días, siempre que la vengo a ver me quedó al menos dos días. Pero luego me planteo quedarme más tiempo cuando pone esos pucheros pero tengo que hacerme el rudo y no caer a sus encantos.

Llegó al piso, camino hasta la puerta que tiene una E de color morado, tocó la puerta, escucho unos pasos y la puerta es abierta, escondo el peluche detrás de mí espalda torpemente.

-- ¡Feli! -- grita de emoción y se abraza a mis piernas por ser pequeña. La levantó con un brazo y ella me da un beso en la mejilla. 

Lleva un lindo vestido color anaranjado, y su cabello oscuro tiene dos coletas haciéndola ver tierna.

-- Penke que venía mañana. -- sonrió.

-- No princesa, hoy es lunes 20 así que me toca visitarte. -- ella ríe feliz.

-- Hoy papá no está. Fue kon mi tío a ver a alguien.

-- Lo sé. 

-- ¿Me trajiste algo? -- sacó el peluche de mi espalda y se lo muestro, ella chilla feliz. -- ¡Un unikornio! -- abraza el peluche con emoción y yo suelto una pequeña sonrisa. -- Grakias Feli.

Ella no puede decir bien mi nombre, siempre olvida pronunciar la x, pero aún así me encanta.

Le doy un beso en la mejilla -- Todo para ti princesa.

-- Tengo mukho que hablar kontigo

-- ¿Ah sí? -- ella siente -- ¿Que paso ahora? -- entró a su habitación aún cargándola, no cierro la puerta, es una maldita regla que tengo que soportar, pero vamos, ella tiene cuatro.

Me siento en la cama y ella sale de mis brazos para correr donde una mesita pequeña, para su estatura, recoge algo y viene a mi, se sube a la cama y se acurruca a un lado de mi.

-- Mira. -- me da un cuaderno de color azul.

-- ¿Qué es esto? -- abro el cuaderno.

-- Hike mukhos dibujos para ti. Este eres tú -- señala con su dedo el dibujo de alguien grande con un traje de color oscuro y una sonrisa -- y está soy yo -- señala en que está a un lado. Sonrió feliz.

-- Es muy bonito Emely, gracias. -- le acarició el cabello suavemente y ella me sonríe.

-- ¿Te quedarás hoy?

-- Si, pero mañana en la tarde tendré que irme, tengo algunos asuntos que atender. -- ella aguada los ojos y mi corazón se comienza a acelerar.

-- Entonkes jugaremos mukho hoy. -- levanta sus brazos y río. Cierro el libro y lo dejo a un lado.

-- ¿Y qué es lo que has hecho desde la última vez que nos vimos? -- ella sonrió y yo también.

-- Pues… tengo nuevos vestidos, papá me los kompro. -- sale corriendo al clóset, al rato la veo salir con unos vestidos colgado de sus pequeños brazos, corre de nuevo hacia mí y tira los vestidos a la cama -- Mira -- tomo una de color verde, que es casi igual al que lleva puesto.

-- ¿Ese es tu favorito? -- pregunto, Emely siempre cambia de vestido favorito cuando su padre la lleva a comprar más.

Y debo de decir que me gusta como se ve de vestido, la hace lucir muy tierna y adorable, una dosis completa de ella.

-- No, es este -- busca entre los vestidos hqsue levanta uno de color azul. -- es muy bonito -- tiene algunas figuras, eso la hará ver aún más tierna -- ¿Te gusta?

¿Sabe que es lo mejor de ese vestido? Que es de un azul algo claro, al igual que mis ojos y eso solo me hace más feliz.

-- Es hermoso Emley.

-- Para ti, princesa. -- dijo con una sonrisa que me derritió el corazón.

¿Cómo es posible que una niña de tan solo cuatro años me tenga en la palma de su mano?

-- Pero hay que aceptarlo, nos encanta que nos tenga así -- dice mi lobo.

-- ¡Félix! -- escucho un grito en la puerta, al voltear veo al mayor de los hermanos, ya que para acercarme a Emely tenía también que acercarme a sus hermanos, puedo decir que es un ganar, ganar.

-- Christopher. -- el niño corre hacia mí, le facilita que esté sentado en la cama.

-- Pensé que llegarías mañana ¿Trajiste juguetes? -- río, estos niños aman los juguetes a pesar que tiene toda una habitación para ellos.

-- Sí pero está en el carro.

-- Pero a mi solo me diste mi pelukhe -- Emely hizo un puchero.

-- Princesa, te tengo otro juguete en el carro.

-- ¿Y cuando iremos por ello? -- pregunta Chris y río de nuevo.

-- Después de comer -- se escucha la voz de Luna. -- y dejé de pedir sus regalos, eso es de mala educación.

-- Pero mamá…

-- Pero nada, ahora bajemos a comer. -- Luna sale con Christopher a un lado de ella. 

Me levanto de la cama pero soy tenido cuando alguien tira de la manga de camisa, miró a Emely, tiene los brazos extendidos para que yo la cargué y es lo que hago, ella como puede aferra sus piernas a mi y sus brazos en mi cuello.




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