Capitulo 4

Los niños tienen piojos.

P.O.V. FÉLIX HAMILTON.

-- ¡Felix! -- exclama Emely tirándose en mi cuando me ve entrar en su habitación. 

Como puedo la cargo, ya que me tomó por sorpresa, hace un mes cumplió sus diez años, así que ya está algo grande. Siempre lleva vestidos, es algo que le gusta bastante, hoy lleva uno de color azul con medias del color de su piel.

Ella esta linda y tierna, el cabello lo tiene más largo, hace unos días me dijo que se había hecho el flequillo en la frente, hasta me mando una foto, una que ya tengo enmarcada en mi escritorio por que se veia super tierna,

-- Emely. 

-- Viniste a tiempo, es la hora del té -- dice con alegría.

-- ¡Corre! -- exclama Nethan desde la mesita de Emely, él lleva puesto una tiara en la cabeza y un pésimo humor.

-- Si Felix se queda, tú te puedes ir Nethan.

-- ¡SI! -- se quita la tiara y la lanza a la cama, sale corriendo de la habitación empujándome a un lado.

-- Oye, más respeto -- le reclama Emely.

-- Está bien, princesa.

Entró a la habitación y la dejó a un lado de la mesita.

-- ¿Por qué viniste tarde?

-- Tuve unos asuntos que resolver antes de venir.

-- ¿Entonces te quedarás? -- pone un puchero y yo suspiro.

-- Si, ya hable con tu madre.

-- Bien, ahora ¡El té! -- camina a su mesita y me obliga a sentarme en el piso junto a ella. No me gusta el té.

-- Claro, te obliga. -- dice con burla mi lobo.

-- Está bien, lo hago.

-- Si ella dice que es la hora del té  hay que estar presentes. Aunque no te guste.

-- Estos son mis invitados, él me lo regaló papá  -- señala al oso de peluche que tengo a un lado. Ella comienza a hablar de los diferentes peluches que tienes, de cómo se llaman cada uno y por qué es la hora del té.

Nunca pensé que estaría escuchando atentamente lo que estuviera diciendo una niña de diez años, antes creía que los niños eran fastidiosos. Pero creo que me equivoque.

Pasamos las horas hablando, más bien, ella hablando y yo escuchando cada detalle. En la noche, yo iba bajando las escaleras junto a Emely cuando la puerta se abre, el Alpha Scott entra con una sonrisa.

-- ¡Papá! -- Emely sale corriendo para recibirlo con un abrazo, Chris entra a la casa.

-- Hola Felix -- me saluda y sigue caminando a la cocina, ya es hora de la cena.

-- Papá -- Nethan pasa a un lado mío y se cuelga en en la espalda del Alpha, quién ya está cargado a Emely.

Él sólo ríe de como Emely le da besos por todo el rostros y Nethan la intenta apartar con la excusa que lo está babiando todo.

Mi relación con él ha cambiado, tal vez todavía no le caiga bien por aparecer muy pronto, pero ya es un avance que ya no me mire con tanto odio.

Camino por donde se fue el mayor de los trillizos para dejarlos a solas un rato, a veces cuando se muestra cariño, me siento incómodo, mi padre no fue el mejor de todos, ya que mi madre murió años después de haber nacido mi hermana.

Al entrar al comedor, Chris ya está sentado mientras habla con su madre, ella al verme me sonríe.

-- Toma asiento Felix. -- le hago caso y Chris me toma del brazo para sentarme a un lado de él, y es lo que hago.

Chris se pone a hablar sobre sus cosas y que es lo lo cambiaría cuando sea Alpha de la manada. Luna llama a su esposo e hijos para que vengan a comer. Emely se sienta a mi lado libre, sonrió.

-- Así que Felix -- comienza el Alpha.

-- Ethan… -- le reclama Luna y el alpha solo sonríe.

-- No estoy haciendo nada malo. 

-- Solo calla. -- dice mientras le sirve comida a Nethan. Cada quien se sirve comida.

-- Solo estoy hablando con él. 

-- Ethan…

-- Ya, pues -- no dice más y comienza a comer.

La cena transcurre tranquila, el Alpha hablando sobre su día y luego predicadores sobre algunas cosas de trabajo, pero lo regañaba Luna diciendo que es hora de comer y no de trabajar, así que terminamos hablando sobre cómo es que las caricaturas son malas o buenas, conversación gracias a Nethan.

Ya no me debo de preocupar por una mirada matadora del Alpha, claro siempre hay un poco de enojo pero ya es menos, eso es un avance.

Los niños fueron los primeros en irse del comedor y luego Luna, me quedé hablando con el alpha, ya que tiene en proceso una alianza con los vampiros, no es que seamos grandes enemigos de ellos, pero es mejor tener aliados que enemigos.

-- ¿Ellos se presentarán aquí o irán a su clan?

-- Creo que será aquí, eso sí, te pediré un favor.

Lo miro curioso -- ¿Cuál?

-- Si la reunión se lleva a cabo aquí, no quiero que mis hijos estén presentes, quiero que vayan contigo, a tu manada, no me quiero arriesgar con ellos.

-- Está bien, sabe que en mi manada son bienvenidos. -- él asiente con la cabeza.

-- Bueno -- se levanta de la silla -- ya es hora de dormir, ya sabes cual es tu habitacion y las reglas no esta de mas decirlas ¿Verdad? 

-- Si alpha -- sale del comedor. Suspiro y me levanto también, colocando la silla en su lugar.

Salgo del comedor y cuando estaba apunto de subir las escaleras una personita se tira encima de mí, ya que no estaba preparado por poco se cae pero logró sujetarla a tiempo.

-- Emely, deberías de estar dormida, ya es tarde.

-- No tengo sueño -- escusa y me abraza más fuerte, escondiendo su rostro entre mi hombro y cuello. Suelto un suspiro.

-- Princesa si tu padre se entera que sigues despierta se enojara.

-- No tiene por qué saberlo -- saca su cabeza de donde la tenía escondida para verme -- ¿verdad? -- hace un lindo y tierno puchero que me roba otro suspiro. -- Hay que ir a tu habitación -- mece sus pues.