Mi Princesa Omega (trilogía trillizos, Libro #2)

Capítulo 5

Nota: la letra curvada son recuerdos de Feli, disfruten del capítulo ;).

 

 

Tengo miedo.

P.O.V. FELIX HALMITON.

La puerta de mi despacho es abierta, gruño, no me gusta cuando no tocan la puerta eso es de mala educación.

-- ¿Qué pasa? ¿Por qué entras así? -- le preguntó a Oscar -- sabes muy bien que no me gusta.

-- Perdón… es que… -- Lo miró directamente.

-- ¿Qué?

-- Es que pa-paso al-algo -- lo miró irritado, no dice nada y además hoy no ha sido un buen día para mi.

Solo quiero salir del despacho e ir a mi habitación para poder hablar con mi Emely. Además ya va a ser las seis y a esa hora hablamos.

-- ¿Qué pasa Oscar? ¿Ocurre algo con la manada? ¿El consejo? -- Él niega con la cabeza -- ¿Entonces qué es? Habla de una maldita vez, necesito hacer una llamada importante. 

-- Sé tra-trata de Emely.

Mi cuerpo se tensa de pies a cabeza al escuchar su nombre. Me levanto de la silla pero me quedo aún detrás del escritorio.

-- ¿Qué pasa con ella? ¿Ella está bien? 

-- Su manada fue atacada y… bueno…

-- ¡Habla de una maldita vez Oscar! -- gruñó.

-- Secuestraron a Emely. -- dice rápido.

-- ¡¿QUE?!

-- La manada del alpha fue atacada por vampiros, los niños estaban preparados para venir aquí como habían acordado pero los vampiros atacaron y se llevaron a los tres niños.

-- ¿HACE CUANTO SUCEDIÓ ESO?

-- Hace unos minutos me llamo Lukas, sucedió hace un par de horas.

-- ¿Y HASTA AHORA ME DICEN?

Camino a la puerta enojado, siento mi corazón acelerado y mi cabeza ha comenzado a dar vueltas.

¿Ella estará bien? ¿Le han hecho algo? ¿Estará junto a sus hermanos o los separaron?

-- ¡Quiero un maldito avión ahora mismo y tu Oscar me acompañaras! -- salgo del despacho -- Encontraré a ese maldecido.

-- Felix espera.

Oscar se pone en mi camino y gruñó enojado, quiero donde ella, quiero comprobarlo.

-- Debes calmarte, sabes muy bien de que es capaz tu lobo y no lo puede dejar salir fácilmente. 

Lo sé, pero ahora es lo menos que tengo en la cabeza, me importa más mi Emely, la niña que me tiene arrodillado a ella, que con una sonrisa haré todo por ella cuando quiera sin quejas.

Se que Oscar teme que salga mi lobo, él no es sensato, es muy peligroso y yo apenas lo controlo por eso evito hablar con él,  no quiero que mientras esté con Emely él salga y le haga daño.

-- Oscar déjame ir donde ella.

-- Y lo haré pero primero calmarte, sabes muy bien que no debes dejarlo salir cuando esté enojado.

Niego con la cabeza, siento como mi lobo intenta salir pero intento con mis fuerzas detenerlo.

-- ¡Déjame salir! -- repite.

-- Felix, recuerda, a Emely no le gusta. -- gruñó.

Mi pecho comienza a doler más sin saber por qué, me sostengo de los hombros de mi beta, el dolor de cabeza es más fuerte. Oscar dice algo que no logro escuchar con claridad. Mis piernas flaquean y caigo de rodillas al suelo, mi lobo comienza a gruñir causando que el dolor de cabeza sea más fuerte.

Oscar se arrodilla frente a mí, solo veo que mueves sus labios pero no logro escucharlo, el miedo comienza a crecer en mi. Sin saber qué hacer, solo intento controlar a mi lobo, que no salga.

-- ¡Tengo que salir! -- enfurece.

Logro olor algo, ese olor que me enloquece y con los ojos la busco pero solo veo a unos guardias alrededor, mi vista se topa con Oscar que tiene un peluche de conejo, el peluche de Emely, ella me lo dejo una vez que estaba lloviendo y ella tenía miedo, me lo dio para que yo nunca tuviera miedo.

-- Tengo mucho miedo -- dice cuando abro la puerta de mi habitación, ella se abraza de mis piernas. Los tres están en mi casa, es la primera reunión del Alpha con los vampiros y él no quería que sus hijos estuvieran ahí y yo acepté que vinieran conmigo.

La levantó con cuidado y ella se abraza a mí -- todo está bien princesa, ya pasara, yo estoy aquí para protegerte. Yo soy príncipe ¿O no? -- asiente con la cabeza. 

Ella aprieta mi camisa al escuchar un rayo, la llevó a la cama y la acuesto. Media hora después la lluvia había parado, logré que se calmara pero no que se durmiera, ambos estamos viéndonos cara a cara, ella.juega con las orejas de su peluche y yo solo la observo.

-- ¿A ti te da miedo la lluvia? -- pregunta mientras abraza su peluche de conejo, niego con la cabeza -- ¿Te da miedo algo? -- vuelvo a negar con la cabeza. -- Eso es imposible, de debe dar miedo algo, y cuando te detendrás mi conejito -- extiende su peluche a mi.

-- Es tuyo Emely.

Niega -- yo te lo regaló para cuando tengas miedo -- sonrió y aceptó el peluche -- cada vez que tengas miedo abrazalo, recuerda que es mío y así podrás tranquilizarte, recuerda que te quiero mucho. -- sonríe y mi corazón está que se sale del pecho.

-- Entonces yo también te tengo que dar algo.

Ella sonríe -- yo ya tengo una camisa tuya -- dice como si nada y yo la miro extrañado haciendo que se poca roja -- eh, ya me voy -- sale de la cama y corre de la habitación sin darme tiempo reaccionar de lo que acaba de decir.

Ahora tengo miedo, tengo mucho miedo. Ella no está aquí, gruñó y tomó el peluche de las manos de Oscar, él vuelve a decir algo pero no logro escucharlo de nuevo. Quieto a Emely, a mi princesa. 

Abrazo fuertemente al peluche intentando calmarme con el aroma que todavía tiene, en estos momentos me importa una mierda lo que mis guardias estén pesando, solo quiero a mi princesa. 

-- … mañana te veré -- dice con emoción Emely. Tiene una gran sonrisa en el rostro.

-- Si princesa, también vendrán tus hermanos. 




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