Tiempo.
P.O.V. EMELY SCOTT.
Dejo caer mi mochila en la cama enojada, le he preguntado a papá si sabía algo y sólo salió enojado conmigo, yo no soy la culpable que Félix fuera a esa tonta reunión, yo le quería decir que no fuera pero aunque le dijera eso aún así hubiera ido.
La puerta es tocada y a los segundos es abierta por mamá, lleva una caja en las manos, tiene una pequeña sonrisa en los labios. Me siento en la cama y ella hace lo mismo.
-- Emely, debes de entender a tu padre, está agobiado con todo.
-- ¿Y para eso me grita?
-- Él no tenía derecho de gritarte por algo que tú no sabes y no tienes la culpa pero él ha estado intentando durante mes y medio hacer de todo, sólo hay que tener paciencia.
-- Mi paciencia con él ya se acabó -- me cruzo de brazos.
-- Cariño, no seas así, sabes que a los minutos saldrás arrepentida por que te enojaste -- resoplo por que se que es verdad -- venga, Emely, tu padre hace lo posible para encontrarlo, él también quiere que esté aquí -- No digo nada y sólo apartó la mirada cuando siento que se me comienzan a llenar de lágrimas -- Oscar se acaba de ir y trajo algo para ti -- Deja la caja en la cama -- Te dejare sola para que lo abras, y no dudes en llamarme si quiere algo ¿Ok?
Asiento con la cabeza y ella me da un beso en esta, sale de la habitación y miro de reojo la caja que a dejado, es de color morado lila y tiene un listo negro a un lado. Félix no es el mejor envolviendo regalos.
Desvió de nuevo la mirada de la caja, tiene que abrirla, tal vez sea lo único que sepas de él. Suspiro y me siento mejor en la cama, dejando mi espalda en el respaldo de la cama y atraigo la caja a mis piernas.
Veo papelito debajo del listón y la quita para leerla.
De: Félix Hamilton.
Para: mi pequeña princesa.
Sonrió tristemente, como extraño escuchar que me diga así. Abro la caja, hay muchas tiras de papeles, me gusta jugar con ellas y él lo sabe… o lo sabía.
Saco lo primer que es una pequeña caja, la abro y dentro hay un bonito collar con mi inicial y una pulsera con perlas y colgadole un pequeño un corazón, sonrió y la dejó a un lado, sacó una foto en enmarcada donde aparecemos los dos juntos, fue una que tomó Nethan un mes antes de todo y hasta el fondo hay un perfume, lo sacó y me echo en la muñeca para poder olerlo, es de vainilla.
Sonrió y sin poder evitarlo rompo a llorar nuevamente y lo único que puedo hacer es sujetar la foto. No se cuando pasa cuando la puerta de mi habitación se abre pero aun así no dejó de llorar, la persona rodea la cama y se sienta del otro, aún no logró reconocerlo.
Me acomoda poniendo mis piernas sobre su regazo y mi cabeza en su pecho mientras deja una mano en mi cabeza y la otra en mi espalda.
-- Tranquila -- reconozco la voz de papá, no digo nada -- todo va a estar bien -- dice una y otra vez hasta el punto que el cansancio me gana y me quedo dormida en los brazos de papá.
***
-- ¿No quieres? -- pregunta por segunda vez Nethan ofreciéndome de su gran plato de patatas fritas, es algo que nos gusta a los tres pero ahora no quiero nada.
-- No -- respondo con simpleza.
Estamos en la sala los dos, él insistió en que saliera de mi habitación y aunque me negué, él terminó dándome como un costal de papas me rei un poco pero igual no me gusta que me saque así.
-- Debes comer algo, no has comido mucho hoy -- dice mientra me ofrece el plato de galletas que hizo mamá antes de irse.
Ella y papá tienen que arreglar unas cosas, Chris tiene entrenamiento y Nethan es perezoso para hacer eso así que se quedó aquí conmigo.
Tomo el plato que me ofrece y comienzo a comermelas, ambos nos quedamos callados mirando la televisión, es una caricatura, se que sólo lo pone por que quiere subirme el ánimo a él ya no le gustan las caricaturas, lo cual es un pecado según yo.
-- ¿No hay jugó? -- pregunto y él se inclina a la mesita y me pasa un vaso.
-- Gracias -- Lo tomó y debo decir que no está mal la combinación.
Pasan las horas y Chris llega a la casa, apestando a sudor.
-- Vete a bañar -- digo mientras me tapó la nariz con la mano -- apesta
-- Siempre es grato saberlo -- responde con una sonrisa para luego irse.
-- ¿Cómo puede ser que al este tanto? -- pregunta Nethan.
-- Lo sabrías si sales a entrenar también.
-- Si salgo -- se defiende.
-- Sales una vez al mes -- le digo indignada y él sólo ríe.
-- Y ya es mucho -- ruedo los ojos.
-- Serás tonto.
-- Que gran amor me tienes.
-- Es único y tú lo sabes -- sonrió al igual que él.
-- Cállate mocosa -- río.
***
Terminó de bajar las escaleras, hoy vi y a salir con una amiga, si, hice una, no es la gran cosa ya que se va ir y hoy es su último día aquí.
Nethan viene hoy, hace par de semanas se fue hacia la ciudad llena de humanos sin decir nada a nosotros, claro, le deje miles de mensajes de odio a lo que él sólo respondió con un corazón pero ahora ya todos sabemos, ya encontró a su mate y es humana.
¿Cómo se sentirá encontrar a tu pareja? ¿Es algo único? ¿Un día que nunca olvidarás? ¿El día más importante de tu vida?
No se, pero le haré esas preguntas a Nethan tengo mucha curiosidad y es el primero de los tres en encontrar a su mate, así que está muy emocionado.
Y con respecto a Félix… no puedo decir que ya deje de mi para cada vez que escucho su nombre por que es mentira, me pase semanas llorando, lo acepto pero mis hermanos me sacaban de mi habitación como si fuera costal de papas y debo decir que eso ayudó un poco.
Aún creo que está vivo, aún creo que está en algún lugar esperando ser encontrado. Se que papá ha dado todo por encontrarlo pero él único resultado que tuvo fue sobre Sudamérica que aún sigue investigado. Aún creo que lo van a encontrar.