Una caminata.
P.O.V. EMELY SCOTT.
-- Yo quiero -- me quejo -- damelo como mi recompensa por ayudar a que Joseline te perdone.
Nethan me mira mal y yo sonrío, le estoy ayudando a acomodar las cosas para que tenga una especie de cita con Joseline en la sala de cines, Chris distrae a Joseline con un juego de monopolio, aunque se que va a perder, Joseline siempre gana, no se como le hace.
-- Eres mala -- dice pero termina poniendo en mi mano una barra de chocolate.
-- Yo no fui quién escondió que había besado a alguien -- él de nuevo me mira mal -- venga, iré por Joseline.
Salgo de ahí con mi chocolate, al terminar de bajar las escaleras la puerta se abre por mi papá y Félix.
Sonrió -- Hola.
-- Hola dulce -- saluda mi padre dejando un beso en mi frente -- ¿Sabes dónde está tu madre?
-- Está en la cocina, en la mañana dijo algo sobre dejarte dormido en el sillón con Nethan -- mi papá hace una mueca -- ¿Qué fue lo que hiciste?
-- Yo no hice nada -- responde indignado -- Sólo hice una sugerencia y terminó en una discusión. Mejor iré a verla.
Camina a la cocina, sonrío mirado a Félix.
-- ¿Tiene algo que hacer? -- pregunta -- por qué podríamos salir un rato.
-- Con gusto, solo iré a dejar a Joseline con Nethan -- me mira confundido -- Es un plan para que se reconcilien. Ya regresó -- le doy un corto beso y caminó hacia donde están Chris y Joseline.
-- ¡Joseline! -- exclamó al entrar a la sala y me acerco a ellos.
-- ¿Qué pasa? -- pregunta.
-- ¿No tienes nada que hacer?
-- Nop, Nethan no me deja salir y Chris es un mal perdedor -- sonríe por lo último.
-- ¡Oye! -- se queja mi hermano y yo sonrío.
-- Aceptalo.
-- No -- Chris voltea la cabeza a otro lado.
-- ¿Entonces podemos ver una película? -- pregunto para poder llevarla con Nethan.
-- Claro, pero que se de terror me la debes, te gane en damas chinas.
Joseline nos gana a los tres en cualquier juego de mesa, no se como lo hace y Chris siempre era el que ganaba pero ahora es Joseline.
-- Está bien, pero hoy no voy a poder dormir sola.
-- Si duerme con Félix -- Chris gruñe y yo sonrió -- Chris, duerme en la misma habitación.
-- Hermano gruñón, tu no digas nada -- lo señaló con el dedo pero él se hace el loco -- vamos a ver mejor la película, iré poniendo las palomitas, ya te alcanzó.
-- Ok -- responde y salgo de la sala para ir a la cocina.
Mamá, papá y Félix están ahí. Mamá está terminando de cocinar algo mientras que mi papá intenta hablarle y Félix está sentado en un taburete muy entretenido comiendo pay de manzana. Sonríe un poco al verme sentar a su lado, pongo una mano en su rodilla.
-- Hola cariño ¿Quiere pay? -- me pregunta mi mamá y asiento con la cabeza.
-- Yo también quiero -- se queja mi papá y mi mamá sólo lo ve con los ojos entrecerrados mientras me entrega un plato con el pay pero al final mi mamá también le sirve.
-- ¿Dónde está Nethan y Joseline? -- pregunta mamá.
-- Nethan preparó algo para que Joseline lo perdone -- respondo.
-- Ese niño, igual que su padre, todo lo hacen tarde.
-- ¿Eh? -- mi papá deja a medio camino su tenedor.
-- Papá, creo lo que hiciste fue muy grande que puedes terminar durmiendo afuera -- mamá ríe y papá me mira mal.
-- No ayudas hija.
-- Pero tu hija tiene razón.
-- Oh, vamos, yo que sabía que iba a estar ahí.
-- Mucho, por que siempre te envía quienes va a estar.
-- Pero de eso se encarga Lukas.
-- Come tu pay Ethan Scott.
-- Papá, te llamo por tu apellido, deberías comenzar a correr.
-- Sí eso pienso -- termina su pay y sale de la cocina rápido, Félix sonríe un poco.
Mamá suspira -- Cuando estaba embarazada y me enojada con él salía corriendo y envía a Saúl para ponerme feliz -- sonrió.
-- Eso es tierno -- digo.
-- Si, pero otra veces él terminaba con un zapato en la cabeza -- Félix y yo reímos.
-- Con que de ahí viene lo enojon -- comentó.
-- Oh, cariño, no digas nada, tu padre decía que saliste con los cambios de humor que tenía.
Félix se ríe a carcajadas -- ¡Oye! -- me quejo.
-- Pero si es verdad.
-- Félix, más vale que pares de reír o vas terminar con un zapato en la cabeza -- él intenta parar de reír pero al final sólo queda con una sonrisa divertida.
-- Bueno, los dejó sólo -- dice mamá -- No maltrate a Félix -- me señala con un dedo y sale de la cocina.
-- Ya oíste ¿Verdad?
-- Oh, cállate.
-- Eso es maltrato verbal -- señala, lo miro mal pero él sólo tiene una gran sonrisa.
-- No que íbamos a salir.
-- ¿A dónde quieres ir?
-- Podemos sólo ir a caminar, tal vez compremos algo en el camino.
Él se levanta -- lo que la princesa diga.
Sonrió y me levanto del taburete también, lo tomó de la mano y salimos de la mansión, comenzamos a caminar hasta llegar al pueblo.
-- ¿Cree que esto pase rápido? -- pregunto refiriéndome a la situación que nos llevará a una batalla.
-- Espero que sí.
-- ¿Qué haremos cuando todo acabe? -- se te detiene y se pone enfrente de mí con el ceño fruncido.
-- ¿A qué te refieres?
-- Félix, nosotros no hemos hablado que haremos después, tu tiene una manada que dirigir.
-- Creí que estaba claro que ibas a venir conmigo.
-- Cariño, esa es una decisión de dos, no de uno.
-- Bueno… ¿Te quiere venir conmigo a mi manada?
-- Que manera tan romántica de preguntarme -- Félix ríe.
-- Pero eso no responde a mi pregunta -- se cruza de brazos.
-- ¿Estás seguro que diré que sí?
-- Tanto que ya tengo las cosas planeadas -- río.
Me acerco un poco a él -- Si -- dejó un beso en sus labios.
Seguimos caminando sólo que esta vez voy agarrada de su brazo y él lleva sus manos en sus bolsillos.