Capítulo 31

Fotografías.

P.O.V. FÉLIX HAMILTON. 

Dejó la taza vacía a un lado, al menos eso ayudó más para poder dormirla. No dejaba de llorar, está mañana fue el entierro, fue… no creo que haya una manera de explicar cómo se siente estar en un funeral, no hay nada comparado del sentimiento de cuando te enteras que una persona importante de tu vida ya no está.

Conozco a estos tres chicos, sé muy bien cómo eran pegados a su padres y se que ahora están sufriendo el mayor dolor de su vida.

Me acuesto a un lado de Emely, sus mejillas están rojas y aún hay rastro de lágrimas en ellas. La abrazó y la acerco a mi.

De los tres quién no deja que mirar tanto sus sentimientos cuando está triste es Chris y es algo que me preocupa, puede llegar a cometer algo que se repetirá luego.

Hable con él pero sólo está acostado en su cama mirando el techo, le dije que intentará descansar y le deje una taza de té que me dio Jacqueline para hacer que durmieran.

Pero antes que salieran me pregunto algo:

-- ¿Cómo perdiste a tu padre? -- Me doy la vuelta para mirarlo, él ya está sentado en la cama -- Emely me lo dijo una vez, que sólo son tu hermana y tú. Puede que no sea el momento pero… no sé.

Suspiro -- Lo mataron, yo intenté ayudarlo pero me atraparon antes de llegar a él.

-- ¿Qué fue lo más difícil después de eso?

Me quedo en silencio, fueron muchas cosas difíciles después pero siempre una resalta, que ya no lo vería nunca más pero eso no se lo diré a Chris, está dolido y no quiero que el dolor que siente ahora sea peor.

-- Lo sabrás después -- respondo.

Se vuelve a acostar en la cama -- Creo que es ahora.

-- Perder a tus padres será lo más difícil de tu vida. No dejes llevarte por el dolor, recuerda aquello que te hacía sonreír, puede que ahora no estén pero eso no quita que ellos mismo sean quienes te harán sonreír.

-- Gracias Félix.

Lo dejé ahí, no pregunto más y sólo salí de la habitación pero cuando entré a la mía, Emely estaba llorando otra vez en silencio, no hacía ningún ruido y sólo dejaba caer las lágrimas sobre sus mejillas.

Mi pequeña princesa, ojalá pudiera quitarte el sufrimiento que tienes ahora pero eso lo tienes que hacer tú sola.

***

Me muevo en la cama y estiró mi brazo para buscar a Emely pero no encuentro nada, abro los ojos y no está, en ningún lado, aún está oscuro.

Me levanto de la cama y salgo de la habitación siguiendo su aroma. No le pasó algo ¿Verdad? Ella estaba bien, no debe de pasarle nada. Sigo su aroma hasta entrar a la habitación que era de sus padres.

La encuentro en suelo con una caja en sus manos, su espalda está recostada en la cama mira unas fotos. Me acerco y me siento a un lado de ella.

Me quedo ahí, sin decir nada mientras ella mira una foto donde aparece Luna con ellos tres. Me imagino que el Alpha tomó la foto.

-- Teníamos un año -- dice Emely mientras le da vuelta a la foto donde está escrito lo acaba de decir.

Deja la foto a un lado y toma otra de la caja, en ella están ambos llenos de harina, el Alpha abraza a Luna desde atrás mientras que a un lado aparece la cara de Nethan. Emely ríe un poco.

-- Queríamos darle una sorpresa a papá por su cumpleaños -- sonríen recordado ese día -- pero él llegó antes de tiempo así que terminó ayudándonos y todos nos llenamos de harina. Mamá se enojó pero papá la hizo reír y es cuando tomé la foto.

Me pasa la foto y la tomó con cuidado mirándola por unos segundos. Sacó otra foto, donde en el fondo hay un lago y aparece el Alpha con los trillizos, sonriendo en grande.

-- El lago -- murmura -- Ya no se sentirá igual. 

Emely de pequeña a veces me hablaba cuando iba al lago, decía que eran el lugar perfecto para pasar el día con su familia.

-- Ellos están bien ahora ¿Verdad? -- dice en voz baja.

--  Ellos ya están en un mejor lugar.

Me duele que sólo eso pueda responder a su pregunta, ella merece una mejor respuesta, una que pueda darle al menos un poco de alivio y no una típica frase.

-- Félix -- me mira y sus ojos están cristalizados -- No volverás a dejarme ¿Verdad?

-- No está entre mis planes dejarte, Emely. Ya estuvimos lo suficiente tiempo separados como para estar un días más sin estar juntos.

Ella sonríe un poco, guarda las fotos en la caja y la cierra.

-- Nunca quiero perder a nadie más.

-- Y no lo harás, me tienes a mi y a tus hermanos. Aún si estás enojada conmigo por alguna extraña razón, siempre contarás conmigo.

-- ¿Y si tú te enojas conmigo?

-- Yo prefiero no enojarme con la persona que amo -- confieso y ella sonríe.

-- Ya tengo sueño de nuevo -- dice.

Me levanto y la cargó, ella sostiene con una de sus manos la caja.

-- Debes dormir más.

-- Lo sé pero es difícil, todo es difícil ahora.

No respondo, no tengo como responder a eso. La llevó a la habitación y la dejó en la cama, arropadola, me acuesto a un lado de ella. Ella se mueve hasta quedar acostada sobre su costado.

-- Que nunca te pase nada, si un día no regresa a mi juro que nunca te lo perdonare.

Está asustada, es normal que lo esté después de perder a sus padres. Cuando yo perdí los míos tenía que ser fuerte por que mi hermana era una niña, tan sólo tenía doce años, pero Emely ya entiende que significa que no volverán a verlos, que ya no cruzarán la puerta con una sonrisa y que él último recuerdo que quieres tener de ellos es como falleció enfrente de ti.

-- Yo siempre regresaré a ti, Emely. Eres lo más importante de mi vida, no regrese por año y no quiero que eso se repita.

Ella se acerca y se abraza a mi.

-- Te amo, Félix.

-- Yo también Emely.

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