NUESTRO FINAL FELIZ.
P.O.V. EMELY SCOTT.
—- ¡Benjamín! —- escucho el grito de Zack —- Maaaaa, creo que Benja murió.
Me levanto de un salto, nunca en mi vida me había levantado tan rápido, corro a la habitación de Benjamín, Zack está a su lado abrazado a una almohada.
—- Sólo tengo sueño —- se queja Benjamín cuando me ve y dejó soltar un suspiro.
—- No me así te así —- señaló a Zack.
—- ¿Qué pasa? Escuché gritos — me doy la vuelta para ver a mi esposo.
—- Nada —- responde Benja —- quiero dormir —- se queja mientras se mueve en la cama.
Él me recuerda mucho a Nethan de pequeño.
— Está dicho, tengo un oso como hermano —- dice Zack y sale de la habitación.
— No se que haré con estos niños — digo y salgo de la habitación donde de nuevo Benjamín grita que lo dejen dormir — Te tienes que levantar, si en cinco minutos no lo has hecho estarás castigado.
Camino de nuevo a mi habitación, ni las zapatillas me puse, estos niños me matarán de un infarto, sin duda alguna.
Busco mis zapatillas y bajó a la cocina, Félix ya está ahí con ambos niños, al menos si se le levantó Benja.
Zack al verme correr donde mi y me agachó para cargarlo. A penas tienes seis años, Zack es el mayor, es muy pegado a ambos, su cabello es castaño y sus ojos son oscuros, mejillas abultadas y Benjamín, el menor, le venga dormir como a Nethan, tiene el cabello negro y ojos verdes, se parece mucho a Félix, aunque no lp crean, no les duro mucho el parecido.
—- Papá hizo el desayuno —- dice mi hijo mayor y yo sonrío.
—- Papá es el mejor en la cocina — dice Benja.
—- Sólo se me quemó una vez el arroz — me defendí y Félix rie.
— Y el pollo —- sigue Benja — las verduras y…
—- Ya entendí hijo — él ríe.
— Yo te amo, mamá.
Dejo a Zack en el taburete y me sirvo una taza de café, Félix se para a mi lado.
— No me has dado mis buenos días —- dice y yo sonrío.
— Y tú no despertaste a mi lado —- le recriminó.
—- Por cierto, Chris viene la próxima semana.
—- ¿Y por qué te llama a ti y no a mi?
—- Por que soy un buen cuñado.
—- Eres el único cuñado que tiene.
—- Por eso —- me guiña un ojo y yo río.
—- ¡Paaaaaa! —- llama Zack.
No se donde se le pegó a decirnos así, sólo de repente nos llamó así y lo dejamos, aunque suena algo divertido.
Félix se da la vuelta con una sonrisa para ver a Zack, este le señala el pan con una mueca, no le gusta el pan.
—- Odio el pan —- nos dice.
Félix sonríe y le quita el pan de su plato, pan que no tarda en agarrar Benjamín.
—- El pan es una maravilla, es imperdonable que no te guste.
—- A ti no te gusta el ketchup.
—- Esa cosa es fea —- Benja hace una mueca.
—- Por eso eres adoptado, a mamá y a papá le gusta el ketchup —- Zack le saca la lengua.
—- Ya deje de pelear —- le digo y ambos obedecen y se concentran en su comida.
Félix regresa donde estoy y pasa su brazo por mis hombros.
— Tenemos hijos raros —- murmura en mi odio y yo río.
***
Camino por el pasillo después de haber acostado a los niños, ambas ya se estaban durmiendo viendo la película de Nemo. Bajo las escaleras y camino al despacho de Félix.
Tenía mucho trabajo, por eso nos hizo el desayuno y después comenzó a trabajar, claro, Zack y Benjamín primero hicieron sus tareas para poder jugar, hasta que me acordé que Benjamín no se había bañado.
Es un reto que se bañe, Félix siempre le dice que si se baña se va derretir como la bruja del oeste, Zack ríe y es cuando Benjamín corre a bañarse.
Entró al despacho de Félix, quien tenía recostado la cabeza en el escritorio, ha estado muy ocupado toda la semana y siempre deja tiempo para pasar con los niños y conmigo, sin duda alguna es el mejor esposo y padre.
Camino a su lado y él se sienta mejor en la silla, me siento en su regazo y no tarda en esconder su cabeza en mi cuello y enrollar sus brazos en mi cintura.
—- Debes de descansar más —- digo —- Juro que los niños y yo no te molestaremos —- Lo escucho reír.
—- Nunca son una molestia —- saca su cabeza de mi cuello y lo tomo por las mejillas.
—- Tenemos dos niños que son traviesos y luego estoy yo que los sigo aunque las personas me miran mal —- él sonríe.
— Eres la mejor, eso nunca lo olvides.
—- Nunca se me olvidará Félix —- vuelve a reír.
— Ya ve que te si lo sacaron los niños. Y yo que creía que los alphas son engreídos y orgullosos.
Sonrió —- Lo son, yo sólo digo la verdad. Soy la mejor esposa que tienes.
—- Eres y serás la única que tengo y tendré.
—- Si porque tengo dos hermanos y tres tíos y todo son alphas —- él ríe.
—- Ya ves que eres peligrosa, siempre a amenazados utilizado a las demás personas.
—- Félix, si tu me vieras con un moretón sería el primero en tomar venganza sin pensarlo mucho.
—- No es cierto —- miente.
—- Si lo es, cariño —- dejó un beso en sus labios —- ahora hay que ir a dormir.
—- Como ordene mi princesa —- se levanta cargadome, sonrió y me sujetó mejor en él.
—- ¿Aún soy tu princesa? —- pregunto divertida.
—- Siempre serás mi princesa, además de pequeña me hiciste firmar un contrato que lo dice.
—- Ya ni se donde ese papel.
—- Yo lo tengo, siempre me han gustado todo aquellos que más dado así que lo he guardado
Sonrió —- Eres el mejor, sin duda alguna Félix Hamilton, por eso te amo.
Dedo de decir que me costó escribir este epilogo, quizás por que sentí que el capítulo anterior era el mejor para terminarlo pero ¿A ustedes que le pareció?