Antes tú

El tiempo todo lo cura. He oído incontables veces a personas apoyándose en esa simple afirmación. Agarrándose a ella como si fuera su salvavidas y estuvieran a punto de ahogarse. El tiempo todo lo cura, lo pone en su sitio. Dale tiempo al tiempo y demás.

Pues con el tiempo, valga la redundancia, he visto que es verdad.

Para todos aquellos que estáis intentando olvidar; no es que el tiempo cura, el tiempo hace que te olvides, afecta a tu memoria y consigue que eso que te atormenta se vaya alejando de tus pensamientos. Poquísimo a poquísimo se va difuminando en tu mente y apenas quedan recuerdos que sí, duelen, pero de los males, el menor.

Sigo siendo yo, Alicia. La chica que os contó la historia anterior, que os abrió su corazón y puso una alfombra de "bienvenido a mi triste historia de no amor porque él no me quiso". Pues sorpresa, he vuelto. Porque las malas segundas partes no pueden faltar y yo, licenciada en cagarla lo sé muy bien.

Esta vez voy a cocinar a fuego lento, os voy a contar las cosas con cuenta gotas pero con más detalle. Sin la emoción de la primera impresión pero con el ansia de querer saber como acaba. La historia será verídica, como lo fue la primera pero esta vez no hay presentación porque ya sabéis quien soy. Sigo igual de baja, igual de morena y mis ojos siguen compitiendo con el negro del carbón. Han pasado tres meses y yo aquí como si hubiesen pasado años, que queréis que os diga, soy una dramática.

A ti que estas a punto de comenzar te pido paciencia. No soy perfecta y tiendo al caos, pero nadie nunca dijo que la vida hay que llevarla con tranquilidad, con calma. Llegarás a los mismos resultados pero con mucha menos diversión y ni una pizca de gracia. Porque (¡atención! esto es nuevo) soy una chica que cree firmemente en el destino. Lo creí en mi primer año de bachiller/ la primera parte de mi historia ( a pesar de todo) y lo sigo creyendo ahora. Creo en el karma y en que hagas lo que hagas el destino se encargará de llevarte a donde el quiera y bien le parezca, lo que no le quita expectación al hecho de vivir ni mucho menos, porque nunca sabes si la persona que tienes al lado será la que el destino reservó para ti o si con la que estas saliendo es solo la que te llevará a tu gran amor verdadero. Bueno, que me voy por las ramas.

Solo lee. Y si lo estas viviendo, paciencia. Al final el tiempo todo locura. O algo así.