Mi profesor 2

14 (Dereck)

Dereck permanecía de pie, incapaz de moverse. La voz de Julia le produjo escalofríos, y no precisamente de los buenos. Delante de él tenía al mayor error de su vida, el único momento de debilidad que había tenido y que muchas noches no le dejaba dormir. Mirarla era como ver lo peor de su alma. La mujer con la que había compartido una única noche y que supuso la mayor traición a la persona que jamas debería haber traicionado. No era capaz de entender como un día deseó tanto a esa mujer. Ahora solo era capaz de sentir asco.

Cuando oyó su voz al otro lado de la linea casi se desmaya. Porque tenía que venir a atormentarlo ahora que por fin veía a su hermano feliz, a punto de divorciarse de esa bruja aliviando un poco su carga. Sin contar que Alicia era todo lo contrario a ella. Jamas le habría hecho a Alex lo que ellos dos le hicieron.

- ¿Te ha comido la lengua el gato?.-- dijo con una sonrisa en los labios.

A pesar de sentir un profundo odio por ella, tenía que reconocer que seguía siendo tan atractiva como antes. Una mujer que se hace notar, que podría tener a cualquier hombre a sus pies. El día que la conoció se quedó prendado, era divertida, lista y sexy. No tardo mucho en volverse loco por ella. Llego a obsesionarse hasta tal punto que dejó de visitar a Alex para no tener que verlos juntos. Ella lo sabia, siempre supo que Dereck estaba loco por sus huesos y no tardo en demostrarle que era mutuo. Fue la noche mas increíble de su vida y como consecuencia, la peor mañana también. Se sentía sucio y no podía pensar en otra cosa que en su hermano y lo que acababa de hacerle. Su culpa llegó a tal punto que decidió irse a otro continente y poner un océano de por medio pero incluso después de volver, seguía sin poder actuar como antes.

- ¿Que quieres de mi?.-- contestó lo más frío posible.

- Se me parte el corazón al oírte hablándome así.-- le acarició la mejilla.-- ¿Acaso has olvidado la increíble noche que pasamos juntos? Porque yo no.

El tampoco. Imágenes de Julia desnuda en su cama inundaron la mente de Dereck. La culpa volvió a golpearle.

- ¿Que quieres de mi? No te lo voy a repetir.

- Está bien. Si quieres hacerlo así, así lo haremos.-- Respondió Julia a la vez que le quitaba la mano de la mejilla.-- Tienes que ayudarme a separar a esa niñata de Alex.

Dereck soltó una carcajada.

- ¿Estas loca o qué? Has perdido la cabeza si crees que pienso ayudarte con algo así. ¿Para esto me llamas?

- Cuando se trata de Alex soy capaz de volverme loca, tienes razón. Tan loca como para ir y contarle lo que pasó entre nosotros.

Dereck sintió un frío repentino recorriéndole todo el cuerpo. Ahora si que se había quedado paralizado.

- No serás capaz, me odiara a mi tanto como a ti y jamas lo recuperaras.-- replicó él con la voz cortada.

- Cielo, Alex ya me odia. Yo no pierdo nada que no haya perdido ya. Tu en cambio lo perderías todo.

La mirada triunfal de Julia casi consigue hacerle perder los papeles. Odiaba a esa mujer más que a nadie en su vida. No podía sentir las manos y estaba temblando más aún.

- ¿Que te hace creer que conseguir que Alicia lo deje es la solución para vuestro matrimonio? Deja que viva en paz con la mujer a la que quiere. Acepta que hace mucho que esa ya no eres tu.

Las palabras de Dereck lograron el efecto deseado y le sentaron como un jarro de agua fría. Por fin él había conseguido hacerle daño.

- Puede que tengas razón, no lo conseguiré de vuelta pero si no es mio, no será de nadie. Así de fácil. Mas o menos como tú ¿recuerdas?

- Eres una mujer despreciable.

Esta vez fue Julia la que rió.

- No seas ridículo Dereck. No eres mucho mejor que yo ¿no crees?.-- Dereck agachó la cabeza y no respondió. No tenía como defenderse.-- Entonces, ¿vas a ayudarme o despertamos a Alex y le contamos lo nuestro?

Era incapaz de creer lo que estaba a punto de hacer, pero no podía perder a su hermano.

- ¿Que quieres que haga? Porque no pienso inventarme nada para separarlos. Eso tenlo claro.

- No hace falta que inventes mi amor. Ambos sabemos el pasado de tu hermano. Simplemente te encargaras de hacérselo llegar a esa niña. Vamos a ver como de fuerte es ese amor.

-¿Y porqué no lo haces tú?

- Porque de mi no se lo creerá. Evidentemente.

Dereck suspiró.

- ¿Que te hace creer que no se lo ha contado ya?

- Já. ¿Has visto como ella le mira? Estoy segura de que no lo sabe, cree que es un puto principe azul.

Dereck sopeso su respuesta. Lo más probable es que Alicia realmente no lo supiera, pero por el bien de su hermano esperaba equivocarse. Alex no era precisamente perfecto pero no le cabía la menor duda de que estaba enamorado de ella, y por eso le dolía aún más lo que estaba a punto de hacer.

- Me lo pensaré y te diré algo. Hasta entonces déjame en paz.

- Muchas gracias cuñadito.-- contestó Julia con expresión triunfal.

Ambos sabían cual sería la respuesta.




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