Mi profesor 2

29

-Buenos días señorita.

Llevaba ya unos minutos despierta mirando al increíble hombre que tenía a mi lado. Intentando decidir si Alex era mas atractivo desnudo o durmiendo desnudo. La noche había sido sencillamente perfecta. Una noche de sexo, placer, orgasmos y besos que habían confirmado, por si quedaba alguna duda, que él era el hombre de mi vida. Lo que había pasado con Silas era una cosa de niños en comparación con eso. Ahora entendía mucho mejor porque a la gente le obsesionaba tanto el sexo. Aunque el sexo con él sería, sin duda alguna, de otro nivel.

Alex acaricio mi mejilla y beso mi hombro mientras abrazaba mi cuerpo desnudo. Me apoyé en su pecho. Era muy reconfortante.

- Y yo que pensaba que no podía estar mas enamorado de ti.- me susurro jugando con mi pelo.

- Para que veas que soy una caja de sorpresas.

Rió y ese sonido era música para mis oídos.

- Gracias por quedarte a dormir conmigo. No pensé que lo harías después de lo que pasó con tu padre.- me dijo con un tono de tristeza. Se sentía en parte culpable.- Es mas ni siquiera sé aun que pasó.

Oír eso me devolvió a la realidad.

- Bueno. Da igual.- contesté mas seca de lo que pretendía.

- ¿Pasa algo Alicia?

Mierda. No quería hablar de eso.

- No. Es que...- ¿Como podía explicar que a mis padres les importaba una mierda?- No me dijeron nada.

- ¿A que te refieres?- Me miraba como si le hubiese dicho la mayor tontería del mundo.

Me aparté de él para mirarlo a los ojos.

- Bueno, que no me dijo nada. Mi padre no me ha vuelto a hablar desde entonces.

Agaché la cabeza al decir eso y Alex me abrazó de nuevo.

- Lo siento.-murmuro.

- Alex no es tu culpa. Quiero que tengas claro eso. Simplemente después de lo de mi hermana les he dejado de importar. Tampoco es para tanto.

Me senté en la cama intentando controlar mis emociones reprimidas. No podía ponerme a llorar porque teniendo a Alex al lado no pararía nunca.

- Alicia, tus padres están pasando un momento difícil.- espetó.

- Joder, todo el mundo me dice lo mismo. Que ya lo sé.- contesté mas irritada de lo que pensaba.- ¿Yo he pedido algo a alguien? Me parece bien que pasen de mi, lo entiendo.

- No, no te parece bien y no me has dejado terminar.- me replicó como un profesor de verdad.- Tu madre no es capaz de ver que tu la necesitas. No por ahora. Y tu padre...

- Alex mira no conoces a mi padre, no me digas como es mi familia porque no tienes ni puta idea.

Le miré esperando que se ofendiera y dejara de una vez el tema, pero no se iba a rendir fácilmente.

- Alicia tu padre ha perdido a una hija, y ese día, al verte conmigo y no entender nada mas que un profesor aprovechándose de un alumna sintió que había perdido a su otra hija. No conozco a tu familia es verdad, pero soy padre también y te aseguro que a un padre jamas le da igual un hijo. Y menos una como tu.

Me quedé unos instantes procesando las palabras de Alex. No me había parado a pensar en que podría haber deducido mi padre de lo que vio. Él no sabe que es Alex para mi ni que soy yo para Alex, no sabe lo que hemos pasado.

- Me estas diciendo que ve eso ¿y no es capaz de decir nada? ¿De intentar matarte siquiera? Cualquier padre en su sano juicio lo hubiese intentado.

- Exacto cualquier padre en su sano juicio. Tu padre estaba enterrando a una hija ¿que padre esta en su sano juicio en un momento así?

Y la verdad me golpeó en toda la cara. Mi padre no había actuado como un padre normal, porque no estaba en la situación de un padre normal. Ni mi madre ni el estaban en una situación normal. Habían enterrado a su hija muerta por una sobredosis en un hotel de mala muerte al otro lado del país. De repente me sentí la peor hija del mundo.

- Yo...No...- balbuceé - no lo había visto así.

Y sin avisar las lagrimas y el lloro se apoderaron de mi. Alex no lo dudo un segundo y me agarro en sus brazos abrazándome fuerte. Y lloré mas. Llore porque me sentía sola. Lloré porque estaba dolida. Lloré porque estaba impotente y lloré porque no quería que Alex desapareciese de mi vida.

- Alex - intenté decir controlando al fin mi llanto - Lo siento. Siento mucho lo de Silas. De verdad que lo siento.

Noté como su cuerpo se tenso. Recordar lo de Silas no había sido una buena idea.

- No pienses en eso ahora Alicia.- me respondió contundente.- Y no tienes que pedirme perdón. Los dos hemos cometido muchos errores. Lo bueno es que ahora esta todo arreglado.

Me sequé el resto de lagrimas y me aparté de él.

- ¿Todo arreglado? - le pregunté confusa.

- Me refiero a que volvemos a estar juntos sin nada que se pueda interponer.

- No volvemos a estar juntos.

No. Aun no podía volver a estar con Alex. No sabía si podría volver a estar con él. Lo quería, lo quería muchísimo y había pasado la mejor noche de mi vida, pero nuestra relación estaba muy dañaba.

- Alex nuestra relación esta muy tocada. Hemos cometido muchos errores.

- Lo se, pero yo ya te he perdonado.

Me reí. Menuda habilidad para echar balones fuera.

- Pero yo a ti no lo sé.

- ¿Disculpa? - preguntó atónito.- Alicia te acostaste con otro y yo te he perdonado ¿me vas a decir que no eres capaz de perdonarme que no te contara lo de Maria?

- Dicho así parezco yo la mala.

- ¿Y no es así?

Le mire con reprobación y me levanté de la cama. Ya habíamos hablado lo suficiente. Busqué mi ropa desperdigada por la habitación y me vestí a medida que mi enfado aumentaba.

- Alicia no te vayas.- Alex se levantó de la cama detrás de mi.- Vale, lo siento. No debí decir eso. No lo pienso, te lo juro.

Me agarró la mano y me miró a los ojos. Estaba completamente desnudo.

- Lo siento, en serio. No pienso que seas la mala, nunca lo he pensado. Entiende que justamente con este tema saco mi peor cara.

Sonaba realmente arrepentido. Si hubiese sido al revés, yo también se lo echaría en cara, las cosas como son.




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