Mi Profesor

Jugando con fuego 1/2

Era lunes y como todas las mañana para ir a la preparatoria me despierto debido al fastidioso sonido de mi alarma, miro la hora y me percato de que e perdido el autobús, rápidamente como si se tratara de flash cepillo mis dientes, lavo mi cara, me coloco el uniforme y bajo a tropezones las escaleras.

 — Hola Betty.- salude a la empleada de mi hogar. 

 — Hola señorita Ana.-  tomo una tostada. Veo a Betty mirarme confusa pero poca importancia le doy.

 — Adios Betty - dije metiendo la tostada en mi boca 

Pero como era de esperarse mi dia no puede ser mas afortunado.

 — Oye ¿a donde vas tan temprano?.

 — Necesito que me lleves a la preparatoria por favor.

 — ¿Ahora?.

 — Que si, que llego tarde Mássimo.

 — Ana, son apenas las 6:45 AM, tu ingresas a las 8:00 AM.

 — ¡PERO MI RELOJ NO DICE LO MISMO!— grito toda alterada al notar que llegare tarde a la preparatoria. 

 —¡Ah! -puso una mano en su nuca — sobre eso, yo puse esa alarma pe-pero no te enojes —tibutio al notar la furia en mis ojos— tal vez me confundi de movil o te quise hacer una pequeña broma– pero mira el lado bueno —comienzo acorralarlo contra la pared — puedes aprovechar el dia al maximo.—tragó grueso.

 — Tu eres hombre muerto.

 —Y tu estas muerta por mi - se rio a lo que yo arqué una ceja.

 — ¡Pero que ego tienes!.

 — Y eso a ti te encanta —sonríe para luego besar mi mejilla y retirarse — por cierto, hoy te llevare a la preparatoria.— ruedo mis ojos y voy a mi habitación a arreglarme como es debido.

 

Creo que el fortachon esta jugando con fuego, creo que tú  tambien deberías hacerlo— cuestiona mi consciencia y yo accedo ya que esta tiene razón.

 — El no sabe que yo en este juego soy la mejor jugadora.

Eso no es cierto, ni siquiera un novio has tenido y ya creés que puedes jugar con fuego— reprocha mi consciencia.

 — Eso no es cierto y Nadie te preguntó -contesto y termino de arreglar mi cabello.

 Golpes en mi puerta interrumpen mi pequeña charla con mi consciencia.

 — ¿Ana?¿Estás ahí?, Debemos ir a la preparatoria.

 —  Voy, voy.

 — Apúrate mujer.

 — ¿A ti no te enseñaron que a una mujer jamás se la tiene que apurar?.

 — Y ¿a ti no te enseñaron a ser puntual?— abro la puerta encontrando a Mássimo espiando por la cerradura.

 — ¿Ahora me espías?.

 — Te juro que es la primera vez que lo hago y fue porque no te apurabas.

 — Está bien.

Que comience el juego.

 — Ya vámonos— tomo su mano como si fuera mi novio y nos dirigimos a su auto, me siento a su lado y como ya es costumbre abrochó mi cinturón de seguridad.— ¿me dejaras y luego te irás?.

 — No, tengo que hablar con tu profesor de historia. Sobre los trabajos extras y el examen.

 — Está bien, ¿tu me vendrás a buscar?.

 — Si, espero que no te moleste.

 — No, está bien — sonrío para luego mirar la ventana.

 — Ana — toca con una de sus manos mi frente— ¿No tendras fiebre?,¿Te ocurre algo?- frunzo el ceño y el lo nota- solo digo, no estas siendo gruñona.

Llegamos a la preparatoria, detiene el auto y yo me acerco peligrosamente a su cara, quedando a unos centrimetros de su boca— No me ocurre nada.

Bajo del auto y saludo a mis amigas que estaban sentadas en una de las bancas de aquel infierno

Comienzo a caminar unos pasos hasta que una mano toma la mia— Ana... ¿Podemos hablar?

— Emm, luego Simón, luego ¿si?.

— Como quieras — responde molesto y se retira perdiendose en los pasillos de la preparatoria.

— Ana... ¿te hizo algo?

— No, solo esta molesto, ¿Sucedio algo Mássimo?

— Esta bien. —suspira— Necesito que me lleves con tú profesor, asi pueda hablar con el sobre tus trabajos— finalizó ignorando la presencia de mis amigas.

— Esta bien, ya vuelvo chicas, vamos — tomo su mano por segunda vez y noto como esta le comienza a sudar. - ¿Estas nervioso?.

— ¿Por hablar con tu profesor?- Niego con mi cabeza y levanto nuestras manos entrelazadas — No para nada - niega con la cabeza.

— Pues yo creo que si— río y me detengo al notar que ya llegamos.— aqui es, bueno tengo clases - hago puntitas de pie y beso su mejilla - Adios Mássimo.

— Adios Ana.

***

— Eh oido rumores de que habra un estudiante de intercambio - Comento Rony saliendo de la preparatoria.

— ¿Cuando llegara?- pregunta Melody.

— Deberia haber llegado hoy pero creo que mañana llegara, debido a que se atraso su vuelo.- contesto Rony

— ¿Como sabes todo eso?- pregunto

— Ser consejera estudiantil tiene sus ventajas.

— Claro, que las tiene— digo para luego mirar al guapo de mi chofer esperarme.

— Tu ¿estas en algo con el?.- pregunta Rony señalando discretamente a Mássimo.

— No, para nada. Nos vemos mañana chicas.

Comienzo a caminar y miro por segunda vez a mi sexy chofer.

Subo a su bellísimo auto y por segunda vez en el día abrocho mi cinturón.

—  ¿Que dijo el profesor?— pregunto para establecer una conversación.

Suspira y comienzo a preocuparme —dijo que te dara dos semanas, para entregar diez trabajos extras y para poder estudiar, para el examen.

—Genial, creo que es mucho tiempo y que lo podre hacer.— contesto pero noto su mirada algo preocupada.

— No es demasiado tiempo precisamente, los temas son extremadamente largos.

— Oye, si podre, tu solo confia en mi.

Asintio— Eso espero.- sonrió

— Oye -golpeo su hombro levemente- si lo lograre.

— Lo se.

Llegamos a casa y voy a la cocina a buscar a Betty, pero al no verla le pregunto a Mássimo a lo que el me contesta que su hija tuvo convulsiones otra vez –Era triste saber lo que le sucedía a la pequeña Irina– también me comentó que le había dado libre el dia de hoy y el de mañana.

— Hiciste lo correcto. Ire a mi habitación a cambiarme ya vuelvo para que comencemos ¿Te parece?.




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