Mi Profesor

Capítulo veinte| Un día especial (3)

Mássimo

El camino es bastante largo y no me quejo; se que todo esto vale la pena.

— Amor hay algunas golosinas en el...— no termino lo que iba a decir ya que miro a Ana la cual está atragantada de tantas golosinas que hay en su boca.

— Emm ¿quieres?— pregunta roja de la vergüenza.

— Solo una — la coloca en mi boca y la mastico con todo el gusto ya que es mi sabor favorito; manzana verde.

— Y cuéntame ¿qué hiciste ayer?. No pude comunicarme contigo — Tenía razón no habíamos hablado más que en la mañana y todo se debía al trabajo.

— Estuve sacandome todo el trabajo de encima para pasar un buen día contigo.

— Ay que lindo.— apreta una de mis mejillas para luego besarla.

— Y tu ¿que hiciste?— pregunte.

— Estuve castigada — la observó asombrado. Mi novia una chica mala no lo imaginé.— No creas que hize algo malo simplemente un compañero se le declaró a la profesora y al parecer no lo tomó nada bien y nos castigo a todos.

— Siento lastima por ese chico. No todos tienen la misma suerte que tú.— sonrió picaron.

Ana.

Oírlo hablar de tal forma con tanta autoridad ah hecho que algo en mi sienta un cierto deseo por el.

— A ¿que te refieres?.— preguntó toda desafiante.

— Pues simplemente digo que yo si te acepte.

— Yo recuerdo claramente que tú fuiste el que se me declaro.— contesto toda victoriosa.

— Tienes razón — sonrió burlón.

— ¿Falta mucho?.— pregunto ya que está necesidad me está quemando.

— Mm no ya llegamos — me mira para luego desabrochar mi cinturón.

Observó la pequeña cabaña, era demasiado pintoresca y hermosa.

— ¿Te gusta?.

— Me encanta.— tomo su rostro y doy un tierno beso.

— Entremos.

— Vamos.

Era muy hermosa por dentro, el olor a madera inundaba mis fosas nasales; era un olor exquisito.

— ¿Te imaginas una vida aquí?, Tu y yo, despertar y ver este divino paisaje.

— Si estás tú ten por seguro que me lo imagino.

— Gracias Mássimo es sin duda el mejor cumpleaños que eh pasado.

— Y esto aún comienza.

Dejamos nuestros bolsos en nuestra habitación, luego comimos algo y por último dimos un paseo por la montaña.

Cuando llegamos a la cabaña nos dimos cada uno, una ducha relajante para poder descansar o eso pensábamos.

— Gracias por tan maravilloso día.

— Todo es maravilloso si estas tú— contesta y me sonrojo.

— ¿Has hablado con tus padres?— pregunto y afirma con la cabeza.

— ¿Y tú?.

— Si en la mañana luego se fue a trabajar con su asistente.— se acerca y acaricia mi cabello.

— Cubrete con la frazada que hace frío— digo haciendo un lugar en la cama.

— Eres el amor de mi vida.

— y tú el mío.— doy media vuelta quedando encima de el.

— Eres la persona más especial para mí en este mundo.— contesta para luego dar media vuelta y quedar encima mío.

— Lo sé y por eso te amo.— besa mi cuello.

— Te amo demasiado como nunca ame a nadie.— confiesa.

— Con locura, con deseo y con anhelo.— finalizo por el y enriedo mis piernas en sus caderas.

— Quiero que este amor y pasión que tenemos dure para siempre.

— Al igual que yo.— besa mis labios con tanta lujuria como yo a el— Te amo Mássimo.

 - Y yo a ti Anita.

Y así a la luz de la luna me entregué por primera vez en cuerpo y alma a la persona con la cual quiero pasar el resto de mis días.

 

 

🌱Nota del autor: últimos capítulos.

Nos vemos en el próximo cap.

Atte: Vico.

Instagram: vico_leguizamon15.

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