Mi promesa

37 | Emily

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La noche en casa de mis tíos fue un verdadero caos cuando mis primos le hicieron una broma a Víctor. Porque según ellos mi novio me hizo llorar, luego de explicarles que llore por hablar de mi madre ambos se sintieron apenados por lo que le hicieron a Víctor. Las bromas es algo que llevamos en la sangre los Burton y mis primos no son la excepción. En cuanto supieron que mi novio se durmió pusieron una bomba debajo de su cama y en cuanto esta exploto Víc se levanto asustado. Al momento de querer dar un paso hacia afuera resbalo y terminó cayendo sobre tachuelas.

– De nuevo te pido disculpas por el comportamiento de los niños, ellos aprendieron a ser protectores de su prima y de mi Isy por causa de Trevor – volvió a pedir disculpas la tía Raylee entregándole a mi novio una fuente con tarta de queso. La especialidad de mi tía por lejos, y una de las maneras que ella tiene de pedir disculpas.

– No te preocupes Raylee yo habría hecho lo mismo por mis hermanas – le contesta Víctor y de cierta manera eso me causo ternura. Dejando de ver a mi novio gire a ver a mi prima que estaba de brazos cruzados mirando a la calle.

Me acerque a ella hasta que quedamos paradas frente a la acera y la empujo suavemente con mi brazo. Con Isy tenemos cierta complicidad a pesar de que nos llevamos pocos años de diferencia siempre hubo una linda relación entre ambas.

– ¿Esta todo bien? – pregunto aparando un mechón que caía sobre mi ojo y mire a Isy que suspiro alzando y bajando sus hombros. Eso no era buena señal.

– Si – contesta ella no muy convencida y cuando apoyo mi mano sobre su hombro ella suspira para volver a hablar – Me preguntaba porque no vienen con el tío Brayden tan seguido como antes. Extraño tener noches de chicas contigo Em eres como la hermana mayor que nunca tuve y la única que me entiende en esta casa después de mamá – comenta ella sonriendo de lado para después abrazarme.

– Papá quiere reducir las visitas al cementerio debemos comenzar a sanar antes de venir de nuevo a ver a mi madre – contesto apretando el agarre en ella – Pero sabes de sobra que puedes ir a mi casa Isy, puedo llevarte al centro comercial con Lauren y tener un día de chicas – la idea pareció gustarle y con una promesa de visitarme pronto Isy fue a despedirse de mi papá y Víctor.

Por la espalda soy abrazada por mis dos primos Neo y Asher, son terribles pero no dejan de ser adorables niños. Pasando mi brazo por sus hombros los abraso como puedo y cuando me sueltan me agacho para verlos mejor.

– Saben que no me gusto lo que le hicieron a Víctor pero gracias por intentar cuidarme mis pequeños caballeros – ambos rieron viéndose de manera cómplice y me abrazaron de nuevo con mas fuerza. Al separarse de mi corrieron hacia papá agarrándolo desprevenido en una charla con el tío Angus.

– Tu familia es encantadora – pasando sus brazos por mis hombros Víctor me pego a su costado. Mire a mi novio conteniendo una risa al recordar la broma y como el se contuvo para no gritar groserías cuando las chinches se enterraron en sus pompas.

– Ya te están aceptando – estaba diciendo la verdad mi papá dejo de verlo con un rostro serio, mi tía lo adoro desde el primer momento y mis primos… las bromas son como la iniciación a la familia.

Nuestro viaje a casa fue mas corto o eso me pareció ya que mantuvimos una charla los tres durante todo el camino. Venir a mi antigua ciudad siempre era algo pesado de sobrellevar porque siempre regresaba estando triste pero en esta ocasión no podía dejar de sonreír. Mi novio estaba siendo un gran soporte para mi, finalmente estaba dejando ir al pasado para aferrarme con ganas al presente. Un presente donde Víctor O’connell forma parte en gran manera.

– Estamos de vuelta en la ciudad – comenta papá en cuanto divisa el cartel de bienvenida y una parte de mi no quiere separarse de Víctor. Aferrándome a su brazo lo mire apoyando mi cabeza en su hombro, el rostro de mi chico estaba siendo iluminado por un rayo de luz y parecía un ángel.

Mi ángel.

Entrelazando nuestros dedos solo disfrute del momento, viendo la ciudad con otros ojos y disfrutando de la compañía de Víctor y papá. La primera parada por lógica fue en la casa de los O’connell, sin ánimos baje del auto junto a Víctor. En cuanto abrimos el maletero la puerta de la casa se abrió y por esta salió corriendo a toda velocidad Kara. Vino directo a su hermano que se agacho a su altura y la esperaba con los brazos abiertos. La escena daba ternura y con solo ver el rostro de felicidad de Kara me sentí un poco mejor al momento de despedirme de Víc.

– Víctor volviste al fin – comenta la pequeña castaña apoyando sus manos en el rostro de su hermano – Te extrañe mucho – abrazándolo por el cuello Kara estruja a su hermano que estaba igual de contento que ella por verla.

– Yo también te extrañe Kara, pero mírate me voy un fin de semana y ya te vez mas grande – bajando a la pequeña Víctor la mira mientras ella sonríe orgullosa por verse mas grande.

– Hola torpe – saliendo de la casa aparece Melanie con una sonrisa burlona y le pasa la mano por el pelo a Víc alborotándoselo. – Hola Emily ¿Qué tal todo bonita? – con un afectuoso abrazo Melanie me acerca a su cuerpo y yo le correspondo el saludo de la misma manera.

– Hola Melanie, estoy algo cansada por el viaje ¿y tu como estas? – separándonos mire a la castaña que sonrió y se paso un mechón de su pelo tras su oreja.




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