Mi promesa

Epílogo

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Me miro al espejo y trato de acomodar el moño sobre mi cuello pero por mas que trato no logro armarlo bien. Esta noche debe ser especial es mi primer baile con Emily y no quiero que se arruine por un corbatín. Rendido salgo de mi habitación en busca de mi hermana mayor que esta encerrada en su pieza. Sentada frente a su escritorio con lentes de descanso y muchos libros a su alrededor Melanie toma un trago de su tercer café en el día.

¿Yo estaré así al entrar a la universidad?

– ¿Qué pasa torpe? – girando en su silla Mel se quita los lentes mientras se estira un poco tronando todos los huesos de su columna.

– Tengo problemas con el corbatín flacucha – señalo mi cuello donde la corbata sigue sin estar armada. Ella niega pero igual se pone de pie para ayudarme acomodando mi corbatín. Sonríe cuando su labor esta terminada y pasa sus manos por mis hombros limpiando una pelusa inexistente.

– Listo Víc, te vez muy guapo y no lo digo porque eres mi hermano. Sabes de sobra que para mi siempre te vez como vomito – bromea mi hermana como normalmente lo hacemos nosotros. – Ahora ve por tu chica, no la hagas esperar – sacándome de su cuarto Melanie me deja fuera y cierra la puerta tras de mi para seguir estudiando.

Salgo por el pasillo hasta la planta baja y mamá me esperaba con la cámara. A su lado estaba Kara que se veía muy bien y ya no tan pálida como antes. Traía puesto un vestido rosa con mucho tul y brillo en la parte de su pecho por las lentejuelas rosas. Mi hermanita viene hacia mi y yo la cargo posando para las fotos que mamá nos toma emocionada. Luego de un par de fotos bajo a Kara y mamá me saca dos fotos solo, deja la cámara de lado y me entrega un ramo de flores.

– Son para Emily, espero le gusten – comenta mamá besando mi mejilla para luego abrazarme con cuidado de no aplastar las flores. – Vete hijo – soltándome camine hasta la entrada y me fui directo al auto, manejando hasta la casa de Emily me detengo detrás del coche de Tayler. Lauren se arreglaría en casa de Emily porque ella me lo dijo.

Con las flores camino hasta la puerta donde toco el timbre algo nervioso, no es mi primer baile pero si el primero que iré con Emily. La puerta se abre dejando ver al señor Burton que me sonríe amable. Finalmente siento que pase la prueba de fuego con el papá de Em y su hermano, algo que me alegra. Pues no quiero defraudar esa confianza y mucho menos quiero alejarme de Emily.

– Pasa muchacho Emily esta por bajar – moviéndose de la puerta el hombre me deja pasar y minutos después aparece Emily con un vestido rojo que la hacia verse como un sueño. Ella bajo escalón por escalón con una sonrisa que amenazaba con darle un infarto a mi corazón. Su vestido simplemente la hacia verse muy, muy bonita, ella me sonríe al llegar hasta a mi y yo le entrego las flores.

– Gracias son muy bonitas – comenta ella respirando el perfume de las flores.

– No tan bonitas como tu Em, luces hermosa – mi alago hace sonrojar a Emily y una tos fingida a nuestro costado nos saca del momento. Girando a ver noto a la pareja de Lauren y mi amigo. La castaña traía puesto un vestido largo color rosa de lentejuelas y que dejaba su espalda al descubierto. También muy bonita pero no tanto como mi novia.

Nos tomaron fotos en pareja y luego los cuatro para tener de recuerdo. Ambas parejas fuimos por separado y mientras conducía veía de reojo a Em, Dios se ve realmente hermosa con ese vestido. Al llegar al instituto corro a abrirle la puerta a mi novia y le doy mi mano ayudándola a bajar. Juntos caminamos para ir al gimnasio donde seria el baile de fin de curso. En cuanto enteramos todos se voltearon a ver a Emily, como ya dije se ve hermosa y mas de uno quedo con la boca abierta.

– Te vez preciosa Em – le susurro al oído cuando ambos posamos juntos para las fotos del anuario. Sus mejillas se vuelven rojas al igual que el color de su vestido y no me puedo resistir a besar su mejilla.

– Tu también te vez muy guapo – habla cerca de mi oído en cuanto la música comenzó a subir el volumen. – ¿QUIERES BAILAR? – me grita cuando ya no podemos hablar por el ruido de la música. Asintiendo con la cabeza tomo su mano y caminamos a la pista de baile donde ya varios están bailando.

Comenzamos a movernos al ritmo de la música y no puedo dejar de ver a Em. Ella se mueve muy bien en la pista y hasta puede que mejor que muchas chicas de aquí. Se ve feliz con sus labios rojos y sus ojos azules me miran irradiando amor. Me toma de los hombros y comienza a hacerme bailar a su ritmo siguiéndole el paso. Bailamos hasta cansarnos y cuando la sed llego a nosotros paramos para tomar algo de ponche. Comimos algo antes de tomar un poco de ponche y al momento en que el liquido afrutado bajo por mi garganta me di cuenta que algo mas le habían puesto. La garganta me quemaba y reconocí el gusto a tequila en el trago. Mire a Em y ella también pareció notar el gusto extraño del ponche, mire a los estudiantes y vi a muchos saludando a la presidenta. No es necesario ser un genio para saber que la chica fue la que metió alcohol a un baile escolar.

– Es momento de bajar las luces, ya saben lo que significa chicos – habla el DJ en el micrófono – Hora de los lentos – la música cambio a una mas lenta y las parejas se acercaron mas bailando lento.

– ¿Quieres bailar lento conmigo? – con una sonrisa que le llego hasta los ojos Em me miro. Acepte su mano y caminamos a la pista para bailar lento juntos. Sin dejar de mirarnos, éramos la música, ella y yo. El resto no existía mientras mis manos estaban sobre la tela transparente que me separaba de su piel.




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