8. me llevará toda una vida lograr olvidarte.

En la madrugada me despertó el ruido de cajones siendo abiertos y cerrados, abrí los ojos y vi que Thomas estaba poniendose una camiseta tipo polo y ya traía un jean, no sabia que estaba despierta, así que aproveche la oportunidad y lo observe, siempre lucia calmado, como si nada pudiera perturbar su estado de ánimo, deseaba poder ser así, me alteraban incluso las cosas mas absurdas en los momentos mas inapropiados, esa una excelente virtud para poseer.

Después de terminar de vestirse, levanto la cabeza, cerré los ojos de inmediato para que no se diera cuenta de que llevaba varios minutos mirándolo; sentí sus pasos acercándose y después un beso suave en mi frente acompañado de un susurro en italiano:

— Bastò un'ora per conoscerti e soltanto un giorno per inamorarmi di te, Però ci vorrà una vita per dimenticarti.

Después camino fuera de la habitación, dejándome sola y muy curiosa por saber que significaba esa frase, sonaba hermoso, pero en ese idioma incluso un insulto me parecería bonito, así que no pensé demasiado en eso, me levante, fui a mi habitación y me duche. Quería caminar un poco por el bosque y disfrutar del aroma fresco que tenían las plantas al amanecer, en cuanto estuve lista, baje a la cocina, prepare un desayuno rápido, ya que sara no estaba en la casa aun, y luego de comer salí por la puerta de la cocina.

El sol estaba oculto todavía, pero el cielo ya estaba empezando a aclararse un poco, por lo cual fue fácil encontrar el camino de entrada al bosque, las rosas que rodeaban la casa tenían un olor húmedo que me encantaba y al caminar dentro del bosque varios olores mas inundaron mi nariz, me sentía calmada mientras me internaba en el bosque.

Alrededor de los árboles había pequeñas flores que los rodeaban, como si los custodiaran, era un pensamiento gracioso, pero al mismo tiempo adorable. Las aves cantaban, como dando la bienvenida a los pequeños rayos de sol que empezaban a escabullirse por los espacios entre las ramas de los inmensos árboles. A veces me preguntaba porque en momentos a solas notábamos tantas cosas y las interpretábamos de maneras tan diferentes a cuando estamos rodeados de personas.

—Vamos pequeña, acércate —escuché a Thomas hablar en un tono de voz mas dulce del que le había escuchado antes —Ya te vi, ven, no tengas miedo.

Curiosa por saber a quién podría estar hablándole de esa manera, camine lentamente hacia el lugar de donde provenía su voz, cuando pude verlo, deje de caminar y solo me quede observándolo. Estaba sentado en el suelo, con algunos rayos de sol iluminando su rostro, estaba sonriendo, feliz, mientras hablaba con quien se encontraba escondido entre los árboles, se veía tan despreocupado.

Quería saber quien era la persona que lo hacia actuar de esa manera, pero me sorprendí mucho cuando un tigre blanco empezó a acercarse.

—Mira qué bonita estas —empezó a acariciar la cabeza del animal.

sacudí la cabeza, seguro seguía dormida en la habitación, porque desde donde yo sabía, los tigres no viven en bosques, era imposible, pero todo se veía muy real, tanto que cuando el animal puso una de sus enormes patas en el pecho de Thomas, no pude evitar gritar, llamando la atención del animal que bajo su para y corrió hacia donde yo estaba. Thomas al mirar hacia donde yo me encontraba de pie, inmóvil por el miedo, dio un grito que parecía mas bien una reprimenda.

—¡Gaby, no! —el animal entendió y se quedo quieto sin dejar de mirarme.

—¿Gaby? —pregunte olvidándome completamente del animal salvaje a dos pasos de mí —¿El tigre se llama Gaby?

—si, ese es su nombre —se quedo de pie junto al animal y este le lamio el pantalón.

—¿Por qué demonios hay un tigre en el bosque?

—Dennise, hay un ángel frente a ti y ¿se te hace extraño ver un tigre en el bosque? —hablo divertido y yo lo mire mal, no era gracioso.

—La razón natural indica que ellos deben vivir en la selva no en un bosque y…

—entonces deja de pensar en la razón natural, hasta hace unos días creías que los ángeles eran una fantasía —asentí y mire el animal, recordando que comía carne y probablemente me observaba como si fuera un delicioso bocadillo —Ella vive aquí desde que es un bebé, vengo a alimentarla casi todos los días, la rescaté de un circo hace unos años.

—Es hermosa, pero muy aterradora —sonreí entendiéndolo y no haciéndolo al mismo tiempo, seguía siendo muy extraño.

—No es un tigre cualquiera, amore, no es natural, no nació de la forma tradicional, es creación de un demonio que quería caos, por eso vive aquí, todo alrededor de la casa esta hecho para que los humanos se mantengan alejados y para que ángeles y demonios con malas intenciones se pierdan, este lugar fue creado por un arcángel, para proteger a las gemas, por eso tú estás aquí.

—Creo que ahora todo es un poco menos extraño, pero aun es aterrador, Thomas, puedes alejarla de mi por favor —él asintió y un momento después la tigresa empezó a caminar hasta perderse en el bosque —¿te parece si aprovechamos que nos encontramos aquí y hablamos de esas habilidades?

El sonrió y asintió de nuevo, camino hasta donde estaba antes sentado y volvió a acomodarse tal y como cuando lo encontré, yo me senté frente a el y sonreí.

—Empecemos entonces —respiró hondo —El arcángel tenía habilidades curativas, además de eso, tenia la capacidad de despejar la mente de humanos, ángeles o demonios que fueran controlados, también era dador de vida, podía crear vida con un solo pensamiento, aunque también, a pesar de no ser un ángel de la muerte, quitarla. era bastante especial. era bastante especial.

—Entonces yo podría tener cualquiera de esas, ¿no?

—Normalmente solo una, aunque es posible que tengas dos, pero no más de ahí, nunca se ha conocido una gema con todas las habilidades del arcángel.

—Y porque se llaman gemas, el nombre es bonito y todo, pero porque ese —no éramos joyas, éramos personas ¿especiales?