Apretaba tan fuerte los ojos que ya casi no sentía las lágrimas bajando por mis mejillas un ardor quedaba en la piel acompañado de un gran marca roja.
-aprenderás a comportarte -me decía quien se hacía llamar mi padre -y yo me voy a encargar de eso.
El cinturón volvió a chocar con mi piel y fue tanta la fuerza que me empujó hacia delante haciéndome caer en el suelo.
Mi madre solo se mantenía observando desde la puerta con rostro sereno mientras mi padre con mucha frialdad golpeaba el cinturón contra mi piel.
Mientras yo intentaba no gritar de frustración y dejar de maldecirme en silencio ,cuestionandole a la vida ¿por que me trataba así?....