Mi Protector Homosexual

Te nesesito

El solo me miró sin entender exactamente lo que quise decir. Yo solo permanecí parada en la puerta a la espera de su reaccion.

-¿como dices? -pregunto por fin después de varios minutos.

-no he podido dormir -digo con hilo de voz-cada vez que lo hago el aparece.

El se levanta de la cama y camina hacia mi, solo con sus pantalones de pijama. Entiende lo que me pasa y por eso me brinda su apoyo me abraza haciéndome saber que siempre estará para mi y toda sensación de inseguridad se esfumó ante su toque, solo quedo el reflejo de ese duro pecho pegado  a mi.

-súbete a la cama a que ahora vuelvo -dijo eso y se dirijio a  buscar su bulto. Luego de esto volvió con una camiseta y se la coloco. Yo estaba tirada en la cama envuelta por su caliente y olor.

Lo vi adentrarse en las sábanas ahora mas cubierto tomo el lado libre y se acostó a mi lado cerré los ojos y deje que un letargo profundo envolviera mi cuerpo.

Al otro día antes de despertarme todo estaba listo Erick estaba en pie y con desayuno preparado dado vueltas por todo lados.

-buenos días -dije a modo de saludo- ¿a donde vas tan temprano?- hize esa pregunta.

-bueno querida sabes -dijo esto con algo de seriedad- que tenemos que tratar de sobrevivir y para ello tengo que encontrar un trabajo.

-tienes toda la razón y me gustaría ayudarte de alguna manera.

-Tranquila, por cierto -dijo tomando su jugo- también investigaré acerca de una escuela para que puedas finalizar tus estudios.

-está bien -dije conforme- aquí tu mandas.

El me respondió entre risas y se marchó por la puerta de lo más sereno posible luego de que me pidiera que le deseara buena suerte.

Yo tenía que decidir que hacer en todo en ese tiempo que estaría sola. Luego de andar por toda la casa me puse a organizar la poca ropa en los armarios y a lavar los pocos trastes ensuciados. Como no se a que hora llegará me hago algo sencillo para comer.

Luego de algunas horas siento que abren las puertas. Erick lo ve llegar con rostro cansado lo que amerita pasar toda la mañana y parte de la tarde fuera de casa.

-bienvenida -le digo- ¿como te fue?-el solo exhala un supiro y se sienta en el sofá.

-no he encontrado nada pero fui a varios lugares uno de ellos queda cerca de aqui. Querían un bartender y aunque no tengo curso me dijeron que tengo buena presencia.

-eso esta excelente -le dije positiva. -que te parece si te das un baño mientras preparo algo de comer- le sugiero.

-me parece genial estoy molido -dice levantando su cuerpo y dirijiendolo hacia su habitación.

Llego media hora después según el más relajado tomo asiento en la mesa y comió la yuca con huevos que le serví; me estuvo contado de su día y como le había ido cuando su celular sonó de repente.

-buenas noches- lo escuché decir -si soy yo. Exelente ahí estaré. Gracias por la oportunidad.-Lo mire colgar soltar una sonrisa para luego exclamar-¡tengo empleo!!!!.

Lo mire entusiasmada y lo felicite por ello sin lugar a dudas eso seria algo bueno. Pasamos el resto de la noche hablando de las espectativas del trabajo además de en qué escuela tendría que cursar el ultimo año.

Toda la noche había sido cómoda para los dos por que de todas formas no habíamos pensado en conseguir todo tan facil.

-oye Erick -le dije - el mes entrante cumplo 18 años y en verdad me gustaría ayudarte buscando un trabajo de medio tiempo.-lo mire fruncir el seño.

-no pienses en ello ahora -me dijo y dio un beso en mi cien -ahora ve a dormír- mi semblante cambio rápidamente por que sabía que al cerré los ojos su recuerdo llegaría para atormentarme pero de igual forma no podía dormir con el eternamente.

Me diriji hacia mi habitación con la cabeza gacha, me cambie e ingrese a mi cama; no me atrevía a apagar la luz y trate de dormir pero resultó imposible. Sus palabras resonaban en mi cabeza y sus actos revivian las  cicatrices de mi piel. No se cuantas horas pasaron pero sentí ruidos fuera de mi habitación todos mis sentidos se alertaron y miedo creció a niveles increíbles. Sentí como el bello de mi piel rápidamente se erizo ante la sensación.

-Lesvia -escuche una voz que me tranquilizo- estas despierta.

-si pasa -le dije a lo que el abrió la puerta y se sentó a mi lado.

-¿quieres venir a dormir conmigo?- mi ojos se abrieron de repente ante su ofrecimiento.

- no se que decir la verdad no quiero importunar-dije sinceramente.

-no es oportunio para mi es mas que un placer, no me sentiría agusto sabiendo que no puedes dormir además .....-algo desconocido paso por su rostro- me gusta tu compañia.

Solo eso me convenció tome mi almohada y junto caminamos hacia su habitación me acosté al igual que la otra vez disfrutando del calor que está me brindaba. En unos minutos me dormi ligeramente no sin antes sentir una mano acariciar mi cabello y una voz dulce susurrar "Descansa".

Dormi con una sonrisa en el rostro yo por que siempre tendría un amigo con quien compartir.

Por que todo lo que pasaba entre nosotros era simple..... amistad.




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