Mi Protector Homosexual

El mayor obstáculo

Meses habían pasado desde aquella extraña visita y lo mas sorprendente es que todo seguía igual, no existía ni una sola noticia de Andres y después de mucho morticarme concluí en que todo habría sido para intimidarme.

Erick se mantenía en el trabajo mientras yo esperaba ansiosa la llegada de fin de semestre, mi vida iba viento en popa al igual que nuestra relación.

-Lesvia querida - me dijo Erick llegando de la cocina con unos espaguetis en mano- ya esta la cena.

Sonreí calidamente ante su trato, era nuestro cumple mes y se había empeñado en hacer algo para mi a lo que yo gustosa acepte.

La cena paso entre una bruma de buena esencia, la conversación fluía y todo fue de maravilla.

-me encanta todo -afirme acercándome a el para depositar un beso en sus labios dulce - fue muy lindo gesto de tu parte.

- gracias, me alegra que hallas podido disfrutar nuestro aniversario con lo poco que hubo.

-para mi fue más que suficiente; el estar contigo, compartir y poder celebrar nuestro amor fue más que suficiente.

Una sonrisa se apoderó de su rostro el resto de la velada dónde nuestros abrazos y mimos dieron el toque de queda a la noche.

Entre sus brazos pude sentirme segura de lo que teníamos estaba fuera de todo cuento de hadas nuestra relación iba más allá de un amor de telenovela; podía sentir que juntos eramos más que una simple pareja.

-¿en que piensas?- me pregunto luego de verme algunos minutos en calma- estás muy callada.

-pienso en todo - afirme con cierta melancólia- en nosotros en la vida.

-¿y que piensas de eso?- pregunto con cierta cautela.

-pienso que el presente es lo que vale y si estamos juntos ahora debemos disfrutarlo.

Nos miramos conformes para después dirigirnos a dormir para retomar cada una de nuestras  labores al dia siguiente, su cuarto fue el destino final ahí nos acomodamos uno al lado del otro.

Nuestra simple compañía era suficiente para llenar cada espacio de la habitación, la seguridad que me embargaba estando junto a él era lo mejor que podía desear, estar segura me había costado mucho,pero al fin podía decirlo.

-Erick -hize que levantará la vista hacia mi - te amo.

Hize la confesión sin ningun pudor  dando yo el primer paso para de esta manera para hacerle saber que yo estaba totalmente segura de estar con el. Podía sentir su rostro asombrado sin nesesidad de voltearme a verlo.

-yo también te amo -confesó con una sonrisa- demasiado.

Concluyó la acción pegándose más a mi espalda acompañando sus palabras con el abrazo más cálido que jamás hubiera recibido.

En ese ambiente la noche hizo su trabajo, dejándonos dormidos a ambos en medio de nuestra increíble satisfacción de sabernos correspondidos plenamente.

El día llegó y con ello la responsabilidad de cumplir nuestras múltiples obligaciones. Erick debía ir a realizar inventario al club y yo debía pasar a recoger al niño que me tenía por niñera.

Nos despedimos y caminamos en dirección diferentes yo iba sumergida en mis pensamientos, en cómo nuestra relación había cambiado y como el ser amigos nos habíamos ayudado tanto a ser lo que ahora somos.

Por un momento me detuve la sentir la sensación de estar siendo observada y tras girar la vista en algunas direcciones me sentí tonta al no descubrir nada.

Continúe recorriendo el camino por varias cuadras más hasta que dicha situación aumento, los nervios me traicionaron, trate de calmarme y continuar mi camino pero para mi sorpresa algo se incrustó de en mi nariz con un olor extraño.

El miedo se apodero aun mas de mi cuerpo si es que eso es posible a pesar de todo lo que pataleè para intentar safarme del hombre que me  sujetaba; sin que pudiera evitarlo la oscuridad empezo hacer mella en mi cuerpo sumiendolo en el una profunda oscuridad.

Sentía el movimiento aunque mi cuerpo era incapaz de despertar; escuche voces que me esforze en escuchar.

- hasta aquí te ayude, ahora a ella esta a tu cargo.- hablan entre sí.

- lo se yo me encargaré de esta zorra - dice èl -tu quedate con ese marica.

- claro que me quedare con el, nesesitara consuelo cuando se entere que su amada lo abandonó.- dice Andres con ironía.

Mi cuerpo yace en el suelo y haciendo acopio de toda la determinación posible mis labios logran musitar su nombre aunque en tono sumamente débil.

-Erick - digo en apenas un susurro que no pasa desapercibido por los hombres su mirada se centra en mi e inmediatamente siento un golpe que se asesta en mi cabeza cerrando por completo la poca conciencia que me quedaba.

Navegando en el mar de la oscuridad caigo en la cuenta de que volví a caer en sus garras, de que el sentimiento de amor se confunde con posesión y que quizás sólo tal vez en mi caso el destino estaba empeñado en hacerme sufrir.

 




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