Mi Protector Homosexual

De nuevo con el

La oscuridad comenzo a ceder y de forma lenta mi vista empezo a aclarar; mire alrededor y el miedo se  apodero de mi nuevamente, no sabia que pensar con respecto a mi futuro al encontrarme en el inicio de todo, volver aquí y ver todo lo que me habia causado tanto dolor era una verdadera agonía, sin embargo el contemplar la remodelacion existente hacía que mi corazón lata a niveles desenfrenados completamente.

Mirar a mi izquierda y verificar las miles de cosas, cinturones y látigos ordenados , entonces lo supe; mis maltratos no eran por desobediencia como tantas veces  aclaro ese sujeto, era por placer por el más retorcido que puede existir.

El golpe de mi cabeza aun se mantenía palpitante pero tenia suficiente conciencia para verificar todas aquellas cosas que yacía a mi alrededor, era mi habitación se mantenia intacta salvo por aquellos objetos que reposaban tranquilamente sobre la cama infundiendome un temor desmedido que me hacía imaginar el peor de los finales para mi.

Pensé en Erick en cómo se olvidaría de mi en tanto Andres cumpliera su cometido, pensé en cómo volví hacia aquí, pero era algo que no vi venir y me confíe demasiado, las lágrimas me torturaban saliendo de mis ojos esperando que mi verdugo hiciera acto de presencia para saber que me esperaba en este lugar que solo se mantenía lleno de tinieblas para mi.

La puerta se abrió azotando la pared con una furia desmedida mientras el aparecía con una cara minada de rabia y satisfacción por saberse victorioso en cuanto a mi.

Tras de sí podía ver esa mujer que siempre fue sumisa a su marido al punto de ver con normalidad mi situación dejándome indefensa ante el y de esa misma manera ultrajada doblemente.

-no sabes cuanto disfrute cazarte como a un animal -dijo con sorna - creíste haber hecho bien - afirmo - pero con eso te volviste algo más deseoso para obtener.

Lo veo soltar todo su parloteo mientras trato de enfocar la vista, en eso un dolo se apodera de mi cien y tengo que chillar de dolor.

Lo veo respirar con dificultad y cerrar los ojos como disfrutando el la presencia de mi dolor.

- no sabes cuanto disfrutaré someterte como debí hacerlo en el momento que me di cuenta que estabas juntandote con ese marica.

No tengo las fuerzas suficientes para rebatir sus palabras solo puedo mover mis manos débilmente lo que provoca una gran carcajada.

-lo se zorra lo disfrutas tanto como yo.

Con esas últimas palabras lo vi asestar el cinturón contra mi muslos haciéndome gruñir del dolor repitió la operación un sin número se veces más dejando mi cuerpo mal trecho y llenos de magulladuras.

Con un dolor que se acrecenteba por momentos intentaba mantener los ojos abiertos, podía observar su rostro parecia poseído, su mirada irradiaba un aura imposible de distinguir sin embargo parecía no detenerse.

Los golpes no se detuvieron por lo que me pareció una infinidad de tiempo a eso le siguió la quemadura con cera caliente y pequeñas descargas eléctricas con un objeto que desconocía.

Su mano viajo a mi cabello y lo estrecho en su mano todo bajo la atenta mirada de su pasividad que parecía en otro mundo y no dentro de una habitacion dónde su hija estaba siendo cruelmente castigada.

Las horas pasaron y con ellas mis fuerzas fueron decallendo, se marchó dándole una mirada que le indicaba lo que tenia que hacer a la mujer apasible, quien se dirigió hacia mi con un pequeño botiquín de primeros auxilios para tratar de devolverme un poco de aliento.

Luego de quince minutos mis heridas yacían vendadas pero había algo en el ambiente que me hacía creer que las cosas aun no había terminado y que esto era solo el inicio de una gran tortura.

- ¿por que? - logre decir entre hipidos- ¿por que?.

La mire mantenerse intacta ante mi cuestionante lo que no me sorprendió, era para mí un verdadero secreto el como podía vivir en completa sumisión.

Solo se retiró dejándome ahí lamentando mi suerte y llorando amargamente haber nacido, no se con exactitud cuanto tiempo pasó hasta su regreso, lo vi adentrarse a la habitación con aire desenfadado.

-que tal has estado puta - dijo mirándome mientras por inercia nisiquiera me inmutaba- espero te sientas mejor, vamos a iniciar la diversión.

Lo vi sentarse a pasible mientras aguardaba en su asiento  no se a la espera de que, su mirada se mantiene fría como siempre; después de unos minutos la veo entrar con un vaso de alguna bebida.

- tengo rato esperando por ti estúpida - le dice y por primera vez lo veo gritarle de manera exasperada- que te pasa idiota.

Lo veo estrellar el vaso  contra el suelo hasta derramar el líquido y partir el vaso en pequeños vidrios que quedan esparcidos por todos lados.

Su palma va a estrellarse en el rostro de mi madre haciéndola caer al suelo mientras está parece darse cuenta de la clase de marido que tiene.

Su mirada está entre asombrada y perturbada se levanta con la mirada inyectada de rabia pero aun así decide irse de la habitacion, su mirada sombría se coloca frente a mi y camina con pasos sigilosos.

Al llegar pasa sus manos por mi rostro simulando una caricia lo que a mi hace que se me descomponga el estomago.

- no sabes todo el deseo que tengo de protegerte. No te volverás a escapar.

Sus labios viajan a los míos asiendome sentir su aliento y a la vez mojandolos con su saliva el estomago me da un vuelco y mi cuerpo parece romperse debido a todas las contracciones que están haciendo mi músculos.

- vamos a disfrutar mucho tu y yo, recuperaremos el tiempo.

Dice esto con voz tan baja que me hace temer y temblar de miedo, luego de decir los sus manos comienzan con un recorrido por todo mi cuerpo.

su boca volvió a repetir la acción anterior y a mezclarse con la mía.

Yo solo pedí morir en ese instante....

 

 




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