Mi protegida.

15. Perdiendo las esperanzas.

El descubrimiento de habilidades con Dennise y Thomas era más difícil de lo que había creído en un principio, habíamos intentado leer mentes, controlar animales, calmar bebés enojados —sólo empezaron a llorar más fuerte— incluso intentamos controlar personas y nada funcionó, fue un fracaso total; pero Dennise no se dio por vencida y continuamos intentando cuanta locura se nos atravesaba en la cabeza, incluso sus hermanos se ofrecieron como conejillos de indias para que yo intentará encontrar mis habilidades.

— ¿Y porque mejor no intentamos con los curativos Izzy? — dijo uno de ellos, creo que Kellan, no estaba segura, todos eran demasiado parecidos.

— Keith tiene razón, deberían intentarlo, es probable que Ahyleen tenga las mismas habilidades que tú — dijo otro de los gemelos que no logré distinguir.

— El pequeño Derek tiene una herida pequeña en su brazo, la hizo hace un rato cuando jugaba con él, podrían intentar sanando esa — dijo otro de los clones que no distinguía.

— No tenemos nada que perder — dije levantando los hombros, después de todo ya habíamos intentado cosas muy absurdas.

— Traigan al pequeño De — me parecía demasiado tierno cuando estos cuatro hombres hablaban o estaban cerca de los hermosos gemelos de los D'Angelo, se convertían en tiernos osos de peluche cuando lo hacían, adoraban esos niños.

Mientras uno de los clones fue por el bebé, yo me acerque a una de las ventanas de la sala de estar de la casa de Dennise, mirar el bonito paisaje y el vaivén de los árboles me calmaba un poco y me distraía de pensar en todo lo que podría estar sucediéndole a Nathaniel. Llevábamos semanas intentando encontrarlo, pero no había ningún rastro de él, Thomas salía todos los días a intentar al menos obtener una pista de donde podría estar pero sabía esconderse muy bien o Alexander lo había encontrado primero.

Una mano se posó en mi hombro y dio un apretón suave, en un intento de hacerme sentir mejor.

— Lo encontrarán pronto — la voz suave con la que me hablaba este chico me enternecía, siempre venía y decía cosas así.

— Espero que lo hagan, porque estoy perdiendo las esperanzas, cada día que pasa sin que se sepa nada de él es como una tortura — un suspiro salió de mis labios y él paso uno de sus brazos por mis hombros atrayéndome a un abrazo — Siento que estoy perdiendo la esperanza, estoy empezando a acostumbrarme a la idea de no volver a verlo y me asusta mucho...

— No pienses más en eso Ahyleen, Thomas va a encontrarlo y traerlo de nuevo a ti — acarició suavemente mi espalda, tratando de hacerme sentir mejor.

— ¿Porque haces esto? — pregunté alejándome de sus brazos — Siempre vienes aquí a consolarme cuando estoy pensando en Nathan, incluso cuando sabes que no tengo ni la más mínima idea de cuál clon eres.

— Soy Kenneth — rió y puso uno de los mechones de mi cabello tras la oreja — Y lo hago siempre porque no soporto ver esa mirada triste, no soporto pensar que estas perdiendo la esperanza, desde que te conocí supe que eras una chica peculiar, además de bonita y...

— Y ya basta de coqueteos que llegó el galán de galanes — lo interrumpió otro de los clones, Kellan supongo.

— ¿Y quién es ese galán de galanes Kennan? — preguntó Ken y yo no pude evitar reírme.

— Hablo obviamente de Derek y tu pequeña bola de fuego ¿De qué te Ries? — dijo Kennan señalándome.

— Lo siento, es que cada vez que alguno habla, pienso que es Kellan y después viene el otro y dice otro nombre y terminó cada vez más confundida — caminé hasta donde estaba el bebé en brazos de su madre — Desearía tener el don de distinguir gemelos, sería de gran ayuda ahora mismo.

— Es fácil, el más feo de todos es Kellan — bromeó Kennan y Dennise rió.

— No les prestes atención a esos tontos — ella puso a su bebé en su regazo sentado y me miró — Pon tus manos sobre esa pequeña herida en su brazo, cierra los ojos, respira hondo y solo piensa en sanar, en que este curado.

Hice todo lo que ella me dijo, trate de tranquilizarme y pensé en curar, en que la herida cerrara y cicatrizara, me quedé un par de minutos haciéndolo y cuando abrí los ojos me di cuenta de lo idiota que me veía haciendo eso; baje las manos y suspire.

— Creo que ustedes están equivocados conmigo, Nathaniel estaba equivocado conmigo, no soy una gema, no soy como tú.

— No te desesperes, eres una gema, solo que aún no encontramos que clase de gema eres — dijo Dennise, pero estaba equivocada, todos estaban equivocados.

— Si fuera una gema Alexander habría cuidado de mí, pero no lo hizo, trató de matarme más de una vez y casi lo logra — me puse de pie y caminé a la salida — terminé con esto, ya no puedo quedarme más tiempo aquí sentada esperando que Nathaniel aparezca mágicamente por la puerta, voy a salir a buscarlo y luego voy a acabar con Alexander, eso es lo único que quiero y voy a hacer.

— No puedes irte — dijo uno de los estúpidos clones que seguía sin distinguir.

— Sólo mírame hacerlo — dije de mala manera y caminé fuera de la casa, estaba harta de intentar hablar con animales, leer mentes y todas esas tonterías que no funcionaban.

Yo no era alguien especial, sólo había sido un peón en el juego de Alexander para atraer a Nathaniel, no era nada más y no tenía ningún don o habilidad especial, era solo una humana más en un mundo repleto de más humanos.

Estaba agotada, ya no quería estar más en ese caos, quería volver a ser sólo una chica universitaria que tiene cómo su más grande preocupación la temporada de exámenes, pero si mi vida fuera la de antes no conocería a Nathaniel y eso de algún modo me entristecía; me gustaba él, más de lo que quería aceptar, mis sentimientos por él se habían salido de mis manos hacía mucho tiempo y estaba preocupada, asustada de que Nathaniel no volviera.

Necesitaba encontrarlo y encontrarlo con vida.

 




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