Caminamos tomados de la mano todo el camino hasta la casa, hablamos de los días que no estuvo, de todas las tonterías que hicimos para encontrar las habilidades que poseía, Nathaniel reía mientras le decía lo desesperada que estaba, lo malhumorada que me ponía, el apodo que me vi obligada a ponerle a los hermanos de Dennise, pero en cuanto le conté sobre el modo especial en que uno de ellos me trataba, se puso serio, su mano apretó un poco la mía y resoplo, yo reí y continúe caminando sin decir nada más. Cuando estuvimos frente a la puerta de la casa su mano abandonó la mía y un suspiro escapó de sus labios.
— Entra, nos veremos mañana de nuevo en el bosque.
— Ah no, tú no vas a irte de nuevo ni vas a portarte cómo un cobarde — tome nuevamente su mano y mire sus ojos — Thomas te ha buscado desde el primer día y ha estado tan preocupado como yo por ti.
— Si me buscó no fue porque me quisiera de nuevo cerca de él o de su familia, si lo hizo fue por ti — miró la puerta mientras hablaba — Thomas es bondadoso, amable y no sería capaz de quedarse sin hacer nada cuando alguien está sufriendo, así es él... pero conmigo las cosas son diferentes, me odia, le hice mucho daño Ahyleen, le hice lo peor que alguien puede hacer y por eso es que yo no le importo.
— Si no me importaras no te habría buscado por tanto tiempo — la voz de Thomas nos sobresaltó a ambos, pero al mismo tiempo me hizo sonreír, él haría que se quedara.
— ¿Ya no estas enojado? — la voz de Nathaniel era neutral, ocultaba sus emociones y era demasiado bueno haciéndolo.
— Siempre estaré enojado contigo por haber... hecho lo que nos hiciste, no voy a olvidarlo nunca, pero a pesar de eso aún eres mi hermano, la única familia que me queda.
— Aún esta Thanathos — dijo Nathaniel, no tenía idea de quien era él, tal vez otro hermano.
— No, Thanathos ya no — la voz de Thomas sonaba llena de rencor, pero al mismo tiempo con tristeza — Cuando un ángel de la muerte pierde sus alas...
La boca de Nathan se abrió y miraba fijamente a Thomas, la sorpresa era evidente, al igual que la pesadez en el ambiente, era un tema delicado y no sabía exactamente por qué.
— ¿Le arrancaste sus alas?
— Me vi obligado a hacerlo... hablemos de esto adentro, hace bastante frío y todo esto confundirá más a Ahyleen.
Nathaniel asintió y todos entramos en la casa, Thomas me miró y comprendí que quería estar a solas con su hermano, era una conversación privada y ya habían revelado buena parte de la información. Sonreí y empecé a caminar hacía las escaleras, pero Nathan tomó mi mano, me acercó a él, me dio un abrazo y beso mi frente.
— No te preocupes por nada — susurró — Estaré bien.
— No vayan a pelearse — murmure — Y si vas a irte... Avísame, porque me iré contigo.
— Vete tranquila Hija del fuego — me guiño un ojo y empezó a caminar junto a Thomas.
Me quedé mirarlos caminar y me sorprendí de lo parecidos que se veían, su altura era casi igual, aunque Nathan era un poco más alto, pero era más delgado que Thomas y sus ojos eran diferentes, pero con las mismas manchas doradas en ellos, Nathan era rubio y Thomas tenía cabello negro... eran tan diferentes y al mismo tiempo tan similares...
Caminé de nuevo a la escalera y fui hasta la habitación, había sido un día largo lleno de emociones fuertes, demasiada información y sobre todo con confusiones y preguntas nuevas, la vida era difícil cuando sólo era una estudiante llena de hormonas y problemas con citas, se puso aún más cuando me enteré de estos seres... y no quiero saber cómo será en un futuro, porque cuando piensas que has llegado al límite y que ya nada puede ser peor, la vida se encarga de darte una lección y mostrarte lo equivocado que estás, porque SIEMPRE puede ser peor.
Cuando llegué a la cama, me dejé caer sobre ella y cerré los ojos, mi intención al hacerlo era descansar, pero la curiosidad me estaba matando y quería saber más acerca del tal Thanathos y porque afectaba en algo Nathaniel que le hayan arrancado sus alas.
Nathan había dicho que las gemas no usaban sus habilidades para hacer daño, pero no dijo nada acerca de usarlas para saciar mi curiosidad, así que respire profundo y pensé en Nathaniel, en el aroma que tenía y traté de seguir el rastro que había dejado por la casa, cuando estuve a punto de encontrarlo, la puerta de la habitación se abrió y la concentración se fue volando por la ventana.
— Ay, discúlpame Ahyleen, ¿Te desperté? — la voz de Dennise me hizo suspirar, no podía enojarme con ella, creo que nadie podría.
— No, acabé de recostarme — me senté y la miré, tenía en sus brazos a los dos bebés, me levanté y tomé a la pequeña Brisa, no sabía cómo hacía para cargar tan fácilmente a ambos bebés.
— ¿Cómo te fue hoy en el bosque? ¿Tus habilidades mejoraron? — me quedé mirándola entre sorprendida y extrañada, yo no había hablado con nadie acerca de lo que hacía en el bosque, ni siquiera mencionado que ya conocía mis habilidades.
— ¿Cómo...?
— Puedo sentirlo, cada vez que venías del bosque notaba el cambio en ti, en tu esencia y Thomas también lo sintió, no queríamos mencionar nada porque tus avances han sido impresionantes — ella sonrió y yo solo pude mirar a los bebés, ellos habían tratado de ayudarme en todo y yo ni siquiera les conté que ya conocía mis dones.
— Lamento no haber dicho nada, quería conocer y manejar un poco estas... habilidades o dones, como sea que se llamen, no quería apresurarme y terminar siendo un fracaso — y era cierto, no quería decepcionarlos mostrándoles un manejo mediocre, quería controlar todo y saber exactamente lo que podía hacer y el alcancé de esto.
— No tienes que disculparte — ella puso su mano sobre una de las mías — Nosotros entendemos que necesitabas estar sola, conocerte de nuevo a ti misma y explorar todo esto por tu cuenta y quiero que sepas que si necesitas algo o tienes dudas sobre algo puedes hablar conmigo, con los dos.