Mi protegida.

20. Imagina que soy Alexander y atacame.

Después de que descubriera que Thanathos era el padre de Nathaniel y Thomas D'Angelo cerré los ojos, no sabía cómo era la selección de los rangos angelicales y tampoco sabía si los métodos de crianza eran similares a los de aquí, no tenía ni idea de cómo eran sus leyes, pero lo que si sabía era que igual que aquí reinaba la crueldad, la envidia, el dolor... eran seres superiores en muchos sentidos pero sus emociones eran iguales a las de cualquier humano, sentían alegría, tristeza, pasión y podían enamorarse.

Éramos más parecidos de lo que aceptábamos.

Después de dormir tranquilamente unas horas —entre los brazos de Nathaniel, porque se negó a irse de mi lado— me levanté descansada y con los ánimos renovados, quería reunir a toda la familia D'Angelo y mostrarles lo que había logrado, dejarles ver mis dones; me emocionaba la idea de hacerles una demostración, aunque lo que realmente quería no era eso. Una sonrisa se extendió en mi rostro, estaba alegre porque finalmente había descubierto mis dones ocultos y tenía una oportunidad contra Alexander, será mejor que el hombre estuviera buscando alternativas para defenderse, porque su truco barato de control mental no funcionaría la próxima vez; estaba mejor preparada, iba a tener la oportunidad de defenderme, estaríamos en igualdad de condiciones.

Cuando salí de la habitación, Nathaniel seguía durmiendo, no pude evitar reír un poco porque si esa era su forma de cuidarme no quería ver cómo era cuando me descuidara. Caminé hacía la cocina de la casa, pero me quedé de pie en el marco de marco de la puerta viendo a Thomas y a Dennise preparar el desayuno, se movían alrededor del otro como unos profesionales, cuando se cruzaban se sonreían y una que otra vez se daban pequeños besos, eran tan tiernos que podrían causar diabetes de sólo mirarlos.

— ¿Qué estás haciendo ahí parada? — la voz de uno de los clones me hizo saltar en mi lugar, él río y puso un brazo sobre mis hombros — Ahh, estas espiando a mi hermana y cuñado, pero entiendo que lo hagas, todos en algún momento lo hemos hecho, ellos son tan… no sé cómo decirlo, son tan perfectos juntos que parece irreal, es como si estuvieras viendo un video de esos se parejas goals en Instagram.

— ¡Exactamente! — reí, no podía dejar de mirar a la pareja, eran preciosos — Nunca pensé que viviría para ver algo así.

— Viviste para verlo — beso mi cien y un carraspeo atrás de nosotros hizo que mi compañero de espionaje saltara haciéndome reír, ahora él era el sorprendido.

— ¿Tu madre no te enseñó a no tener ese tipo de confianzas con una chica comprometida? — ambos nos giramos a mirar a Nathaniel y supongo que ambos teníamos la misma expresión.

— ¿Chica comprometida? — el clon me miro y yo levante los hombros — ¿Te pidió matrimonio o algo así?

Hice lo único que podía hacer... me sonrojé, mucho y no respondí, no tenía idea de que éramos Nathaniel y yo en ese momento, nos habíamos besado, habíamos dormido juntos, eso nos hacia algo ¿No?

— No, no le pedí matrimonio, pero es mi novia — bueno, eso respondía a mi pregunta — ¿Porque no me despertaste?

— Ah., yo... — el clon apartó su brazo y caminó dentro de la cocina sin decir nada más. Sin dudas había sido algo incómodo — ¿Desde cuándo somos novios y porque no me había enterado aún?

— ¿Desde ahora? — es muy descarado me sonrió y lo peor fue que me encantó, estaba loca, era una idiota, debía estar enojado y no derritiéndome como lo estaba haciendo.

— Fuiste muy grosero con él — traté de ser firme, pero el me dio un beso pequeño en los labios que me desarmo.

— Lo siento, no pude evitarlo — tomó mi mano y entró a la cocina, Dennise y Thomas nos saludaron y nos señalaron la mesa donde ya había comida servida, obedientes nos acercamos y no sentamos a comer.

Además de una hermosa pareja, cocinaban de maravilla, eran algo así como la pareja perfecta y tenían hijos perfectos, bebés hermosos y saludables que sonreían todo el tiempo, sentía envidia de ellos, quería tener lo mismo que ellos.

— Tierra llamando a Ahyleen, ¿Estás ahí? ¿Hay alguien con vida en tu cerebro? — Dennise y Thomas rieron de la broma del chico clon y Nathaniel rodó los ojos haciéndome reír a mí — Ahh, ahí estas; entonces... ¿Cuándo conoceremos tus habilidades? Estamos realmente curiosos al respecto.

— Si Ahyleen, queremos saber qué es lo que nos dio tanto trabajo, que era lo que tenías tan oculto — Dennise sonreía todo el tiempo, creo que los bebés sacaron eso de ella.

— Bueno, sé que todas las gemas pueden ayudar para que los ángeles recuperen sus alas si hacen un sacrificio pero no se mucho más aparte de eso y antes de que sepan sobre mis dones quisiera hacerles unas preguntas — Nathaniel me miró y asintió — ¿Cuantos dones o habilidades tiene cada gema?

— Las gemas son cómo las huellas dactilares — empezó a hablar Thomas — Cada una es diferente y completamente única, sus habilidades se desarrollan según el carácter y fuerza de la persona, según esto pueden tener uno o más dones, aunque nunca he conocido una gema con más de un don. 

— Pero hay de esas — añadió Nathaniel — Gemas que poseen dones múltiples, pero no pueden usarlos.

— ¿Porque no?

— Porque no aprenden a utilizarlos adecuadamente, porque requieren un esfuerzo mayor... hay muchos factores, pero por lo general hay solo uno — dijo Nathaniel y sonrió un poco — ¿Nos quieres hablar del tuyo?

— ¿Y porque hablar de el cuándo puedo mostrárselo? — sonreí y me levanté de la mesa — ¿Podrían seguirme?

Era el momento de mostrarles lo que podía hacer y que conocieran los detalles del descubrimiento y el entrenamiento que había tenido, era hora de que vieran que todos sus esfuerzos no fueron en vano y de que todos juntos podíamos acabar con Alexander.

Caminé con ellos hasta el bosque, era el lugar perfecto para mostrarles sin hacer ningún daño a su casa, caminé unos pasos más adelante de ellos, me detuve y giré para quedar frente a ellos.




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