Porque todo el mundo puede enamorarse. Sentir como miles de mariposas revolotean en tu estómago, sentir como tu corazón se acelera al ver a esa persona especial. Sentir como esa tristeza se convierte en felicidad, sentir como se llena ese vacío en tu corazón. Estar en una relación, vivir nuevas experiencias y experimentar sensaciones nuevas. Reír junto a esa persona hasta provocar dolor en la mandíbula y quedarse abrazados hasta hacer desaparecer cualquier miedo o temor.
Todo el mundo tiene derecho a enamorarse, incluso si es un psicópata.