Mi Querida Bestia [#1]

Capítulo 1

Mi madre tiene su mirada clavada en mí.

─Necesito que salgas de esta habitación, necesito que vuelvas a hacer la chica alegre que eras ─me reprocha ella recogiendo alguna ropa que tengo tirada en el piso de mi habitación ─ya ni sales con tus amigas, no comes, solo estás encerrada en esta cuatro paredes.

Yo la miro aún acostada en mi cama.

─¿Qué quieres que haga? ─pregunto sin nada de animó.

─Quiero que salgas de esta habitación, eso quiero que hagas.

─Ok te prometo que lo haré ─miento. La verdad ya mi vida no es la misma, desde que mi abuelo murió de esa manera tan trágica mi vida cambio. Mi abuelo era una persona muy alegre al igual que yo, siempre me entendía y no me juzgaba, era algo así como mi mejor amigo aun no entiendo por qué no me dijo todo lo que estaba sintiendo, porque no me dijo lo triste que era su vida. Cada día lo extraño más.

─Te conozco Emily sé que me estas mintiendo, no puedes seguir viviendo así, por esta razón he decidido que asistirás a un circulo de avance contra él duelo, los días lunes y jueves después que salgas de clases, empiezas a asistir desde mañana  ─me informa saliendo de mi habitación. Me levanto de la cama de golpe, mareándome un poco, pero me estabilizo y salgo corriendo detrás de ella.

─ ¿Cómo que iré a un circulo? ─pregunto sin saber de qué me está hablando.

─En la iglesia que está en la otra calle, se reúnen personas para hablar sobre sus pérdidas, allí los aconseja y le dan apoyo para que su duelo vaya disminuyendo ─explica mi madre, bajando las escaleras, yo la sigo con pasos rápidos.

─No necesito ir a ese tal "circulo" ─me quejo.

─Ya he dicho que irás, necesitas hablar sobre lo que paso con papá ─al decir eso noto que le duele hablar sobre ese tema, así que decido no seguir hablando sobre eso. Me giro adentrándome en mi habitación, la verdad no tengo ganas de hacer nada, me vuelvo acostar en mi cama, a veces siento que duermo para olvidarme de todo lo que estoy sintiendo.

Mi teléfono comienza a sonar, despertándome de inmediato sin mucho ánimo lo tomo.

─¿Aló?

─Holaaa dormilona ¿Cómo has estado? ─reconozco la voz, es mi prima Sarah. Siempre hemos sido muy unidas, tiene 17 igual a mi así que siempre hacemos todo juntas.

─Bien Sarah, ¿Y tú?

─Pues no muy bien, no he sabido nada de ti desde el día del funeral...Oh disculpa —se disculpa, ella es mi prima por parte de mi padre, así que mi abuelo no era familia de ella, aunque se la llevaba muy bien con él.

─Sí, sé que tenemos tres meses sin vernos ─añado.

─Lo siento, soy una imprudente, no debí decir eso.

─Tranquila Sarah. Mañana comenzaremos las clases nos vemos ahí  ─le aseguro.

─Había olvidado por completo que comenzamos clases mañana ─grita ella alarmada ─te dejo Emi, tengo que ir a comprar ropa, solo queda un día para las clases y mi guarda ropa está literalmente vacío.

─Está bien, nos vemos mañana ─me despido.

Coloco mi IPhone en la mesita de noche que está al lado de mi cama, me levanto dirigiéndome al baño para lavar mis dientes, me miro en el espejo y noto que me urge una ducha, pero la verdad ya no me importa absolutamente nada, así que solo lavo mis dientes y hago el intento de peinarme, aunque no me sale para nada bien, mi cabello es un desastre. Me visto con unos jeans bastante viejos, son los jeans que uso para andar en mi casa, con una camisa casual y mis converse negras, después de intentar parecer una chica de 17 años bajó a la cocina de mi casa, necesito hablar con mi madre acerca del fulano "Circulo de avance contra el duelo".

Al llegar a la cocina escucho que mi madre y mi padre hablan acerca de mi así, que decido escuchar detrás de la puerta.

─Creo que será bueno para Emily, ella necesita ayuda ─comenta mi madre, al escuchar eso mi sangre comienza a hervir, la verdad no necesito ayuda de nadie.

─Tienes que entender el gran impacto que ha sido la muerte tan repentina de Don Juan para Emi, él era una persona muy importante en la vida de Emily y tú más que nadie lo sabes, Verónica ─responde mi padre.

─Lo sé mi padre siempre quiso a Emily como una hija, pero ya han pasado tres meses en los cuales Emily ha dejado a un lado su vida, cayendo en una depresión que cada vez es más grande

Ya no puedo seguir escuchando, necesito que mi madre me escuche.

─ ¡No estoy deprimida! ─digo abriendo la puerta de la cocina, fijando mi mirada en la de mi madre.

─Te he dicho que dejes de escuchar detrás de las puertas ─me regaña mi madre sosteniéndome la mirada —escuchar detrás de las puertas es un mal hábito Emily ─continúa mi madre con su sermón de los malos hábitos, en su mano lleva un cuchillo, creo que está preparando algo para el almuerzo.

─Lo sé ─aceptó a regañadientes ─pero solo quería escuchar cual es el afán de que asista al...circulo ese ─mi mirada viaja a mi padre que está de pie con una taza de café en su mano, él me sonríe y me guiña un ojo, yo camino hacia él y lo abrazó con fuerza. Mi padre es una persona muy dulce y amable, lo contrario de mi madre que es una persona difícil y controladora.



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En el texto hay: juvenil, romance, amor

Editado: 17.07.2018

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