Mi Querida Bestia [#1]

Capítulo 17

Narrado por Sarah Díaz:

No puedo creer que ya haya llegado el día de la fiesta a la que me ha invitado Brad. He tardado alrededor de seis horas buscando la ropa que me pondría, después de pensarlo demasiado me he decidido por un vestido negro, una chaqueta blanca y tacones beige, la verdad creo que me veo muy bien, pero al lado de Brad no soy nadie.

A lo lejos veo al hombre de traje con el que he hablado hace rato.

─El joven Brad ha aprobado su entrada señorita ─me comunica el hombre cuando llega a mi altura, escucharlo decir eso me hace extremadamente feliz. El hombre abre una puerta de metal y deja que por fin entre al bonito jardín de la familia.

─Muchísimas gracias señor ─digo con una enorme sonrisa en mi rostro, quiero abrazarlo pero se ve que es un hombre amargado así que mejor no.

─Venga, la acompaño ─indica él comenzando a caminar delante de mí, en silencio atravesamos el jardín.

¡DIOS! Nunca en mi vida pensé que este jardín fuese tan precioso.

Emily y yo siempre fantaseamos con entrar a esta casa y hoy por fin lo he conseguido, quisiera que ella estuviera aquí conmigo, pero sé que no habría querido acompañarme.

─El joven Truswell la está esperando en el salón de fiesta ─me explica el hombre, sacándome de mis pensamientos.

─Oh sí...Me parece genial ─contesto viendo todo lo que está a mi alrededor. ─Este jardín es espectacular ─confieso.

─Si, a Don Bill le encanta tenerlo cuidado ─contesta sin detener sus pasos.

¿Don Bill? ¿Quién será?

Cuando llegamos a la entrada de la casa me quedo aún más sorprendida, una hermosa fuente la decora.

Desde hoy unas de mis metas será tener una casa tan espectacular como esta.

─Vamos joven ─me dice el hombre al ver que me he quedado parada viendo la fuente.

Yo poso mi mirada en él y le sonrió.

─Sí claro disculpe ─digo y vuelvo a agilizar mis pasos.

El amable hombre abre las enormes puertas de la entrada y me hace un leve movimiento de cabeza para que pase.

─Gracias ─digo al entrar.

─A la orden ─responde.

Mi vista se centra en la gigantesca sala de esta casa, es grandiosa.

Muevo mi cabeza y comienzo a seguir al hombre de traje.

─ ¿Señor podría decirme su nombre? Y disculpe la pregunta es que me gustaría conocer aunque sea su nombre ─explico.

─Me llamo Richard ─replica arreglando el saco de su traje.

─Yo soy Sarah ─murmuro.

─Es un placer señorita Sarah.

Caminamos en silencio hasta que llegamos a otras puertas, el señor Richard abre las puertas dejando ver una elegante fiesta, veo que la decoración es de colores blanco, negro y azul oscuro, todos van vestidos con estos colores, gracias al cielo me he vestido de negro y blanco.

─Señorita Sarah el joven Brad la espera ─anuncia Richard al ver que me distraído nuevamente.

─Sí, sí ─digo moviendo mi cabeza y entrando por completo en el salón.

Varias personas nos miran al entrar, pero no les prestó atención y sigo caminando detrás de Richard. Mi corazón comienza a acelerarse a medidas que camino, ya que sé que solo faltan segundos para verlo, para ver a Brad.

Y ahí está él con un espectacular traje azul oscuro. Con traje se ve mucho más sexy, bueno en realidad con todo se ve sexy. Cada parte de él es perfecta, su cabello, sus ojos, su nariz, sus brazos, todoooo, todo él es perfecto.

Sus ojos grises se posan en mí, me mira de pies a cabeza y sonríe.

Su sonrisa es una de las cosas más bellas que he visto en mi vida.

─Hola Sarah ─me saluda ─ te ves muy bien.

En estos momentos siento que mi corazón se va a salir de mi pecho.

─Tú te ves...es...espectacular ─digo titubeando.

De los labios de Brad sale una carcajada.

─No creo que me vea espectacular ─confiesa y posa su mirada en Richard. ─Haz lo que te he pedido, si sucede algo vienes a informarme de inmediato ─ordena con firmeza a Richard.

─Está bien joven ─contesta Richard y con pasos rápidos sale del salón.

Varios chicos se acercan a nosotros.

─Buenas noches Truswell ─dice un chico de ojos verdes, Brad posa su mirada en él y en sus labios se dibuja una sonrisa.

–Hola Jorge, me alegra verte.

El chico le da un fuerte abrazo.

─Sabes que eres mi mejor amigo ─dice despegándose de él. ─Aunque no he sabido nada de ti en las últimas semanas ¿Cómo has estado?

─Pues muy bien ¿Y tú?

─Bien ─responde el chico viajando su mirada a mí, su cabello castaño cae en su frente, va vestido con un esmoquin negro y al igual que Brad su muñeca va decorada con un precioso reloj.

─Ella es Sarah ─dice Brad al ver que su amigo me mira con intensidad.

El chico me regale una sonrisa cerrada.

─Soy Jorge ─él extiende su mano y yo la estrecho.

─Mucho gusto, Jorge ─digo y suelto su mano.

En ese momento el señor Richard llega a nuestra par.

─ ¡Joven Brad! ─exclama haciéndole señas con las manos a Brad para que se acerque a él.

─Permiso. Sarah puedes charlar con Jorge, te aseguro que te caerá bien ─me dice y se aparta de nosotros. Mi mirada se posa en él, veo que Richard le dice algo y su expresión cambia radicalmente, puedo ver que le ha dicho algo que enserio le ha molestado. Rápidamente sale del salón Richard sale detrás de él con pasos rápidos.



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En el texto hay: juvenil, romance, amor

Editado: 17.07.2018

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