Narrado por Sarah Díaz:
─ ¿Y de dónde conoces a Brad? ─me pregunta el amigo de Brad. Por lo poco que he visto de él es un chico muy amigable y buena onda, es simpático y se podría decir que es guapo obvio no tanto como Brad, Brad es único.
─En una fiesta ─respondo mirando las puertas del salón, Brad tiene mucho tiempo que se ha ido, ya estoy empezando a preocuparme.
Veo que el chico toma una copa de Champagne y le da un sorbo.
─No te preocupes por Brad él siempre hace lo mismo ─comenta Jorge. ─Es por cuestiones de trabajo.
─ ¿Trabajo?
─ ¿No lo sabes? Brad es dueño de una empresa.
No puedo creer lo que estoy escuchando.
─No...no lo sabía ─digo poniendo toda mi atención en Jorge.
─Pues así es. Apenas cumplió sus dieciocho años de edad decidió abrir su propia empresa ─agrega y le da otro sorbo a la copa que tiene en su mano.
Cada vez me parece más perfecto.
─Eso es increíble ─digo encantada.
─Sí, es un gran chico.
Veo que las puertas del salón se abren y mi corazón comienza a latir rápidamente. Mis ojos se encuentran con los de él y siento un alivio por todo mi cuerpo. Su expresión es seria con pasos firmes se acerca a nosotros.
─Oye Brad podrías dejar de irte por tanto tiempo ─dice Jorge al ver que Brad llega a nuestra par.
Brad lo fulmina con la mirada, esa mirada me da miedo.
─No estoy para tu bromitas Jorge ─alega y posa su mira en mí, poco a poco se suaviza. ─Sarah estaba...en algo importante ─me informa.
─Tranquilo Brad ─respondo y le sonrió.
Él también me sonríe y toma una copa de Champagne, con un solo sorbo se toma toda la Champagne que hay en la copa.
─ ¿Quieres una? ─me pregunta al ver que lo observo como una boba.
─Bueno antes que llegaras me he tomado algunas copas ─explico.
─Sí sé que me fui por mucho tiempo ─hace una pausa como si estuviera pensando en algo ─. Pero eso ya no importa, ahora vamos a divertirnos ─su penetrante mirada se clava en la mía. ─Jorge vamos al club de Jacob, esta fiesta es estúpida ─dice viajando su mirada a su amigo, el chico le sonríe y le hace un leve movimiento con su cabeza.
─Claro que si amigo ─el chico abre su esmoquin.
─ ¿Vamos, Sarah? ─pregunta levantando su ceja derecha.
Obvioo que sii bebé.
─Sí claro ─respondo.
─Bueno Jorge, Sarah y yo nos iremos en mi auto, nos alcanzas ─informa Brad.
–Ok voy a buscar a Mauricio y a Henry, nosotros nos vamos en mi auto, allá nos vemos –responde Jorge y se retira de donde estamos.
Brad comienza a caminar a las puertas del salón y yo lo sigo. Cuando llegamos a la entrada de la casa un hermoso auto deportivo se encuentra estacionado frente a nosotros.
─ ¿Es tuyo? ─inquiero señalando el auto gris.
─Si ─responde bajando las escaleras de la entrada.
─Es muy hermoso.
El sigue bajando, cuando llega abajo entra en el auto. Yo me quedo parada sin hace nada.
─Puedes subirte Sarah ─dice señalando el asiento del copiloto.
¡OH POR DIOS! Me subiré a su auto. No lo puedo creer.
Temblándome un poco las piernas rodeo el auto hasta llegar al asiento del copiloto. Por dentro el auto es mucho más impresionante.
─Este auto es grandioso ─confieso cerrando la puerta.
─Si es...lindo ─dice. Sin decir nada más acelera el auto con fuerza.
Su expresión mientras maneja es seria, pero se ve extraordinariamente sexy.
─Quiero que tengas algo claro Sarah ─habla sin despegar su mirada de la carretera. ─No soy un chico de tener novia ─hace una pausa ─ni nada de eso, solo tengo aventuras ─suelta de golpe dejándome sin palabras.
¿Estoy dispuesta a tener una aventura con Brad?, me pregunto con la mirada perdida en la carretera.
─Necesito que eso quede muy claro, ya que muchas de las aventuras que he tenido terminan enamoradas y eso no me gusta ─pasa una mano por su cabello ─. Yo creo que nunca me enamoraré de nadie ¿Entiendes lo que trato de explicarte?
Yo exhalo y trato de entender lo que me está diciendo.
─Me estás diciendo que solo quieres tener una aventura conmigo ─digo posando mi mirada en su rostro.
─Exacto.
Me quedo en silencio por un momento. Brad asegura que nunca se enamorara pero creo que yo puedo hacer que eso cambie.
─Pero si tú no estás de acuerdo te aseguro que nada pasa...
─Si quiero ─lo interrumpo. ─Estoy dispuesta a tener una aventura contigo –aclaro.
Hay un breve silencio.
─Ya que has aceptado debes saber algo más ─traga saliva ─. No suelo dormir con nadie ─su mandíbula se tensa.
─ ¿Cómo así? ─cuestiono.
Él suspira.
─Que solo nos acostaremos en una cama para ─se queda en silencio ─, ya tu sabes para qué. Lo que quiero decir es que no voy a quedarme a dormir contigo una noche entera ni nada por el estilo.
Arreglo mi cabello hacia atrás.
─ ¿Por qué? ─pregunto sin rodeos.
Pasa una mano por su cabello y quita su vista de la carretera para clavarla en mí.
─Eso es personal ─contesta volviendo a poner su vista en la carretera.
Me quedo un rato pensando en todo lo que conllevaría comenzar esta aventura con Brad, sé que es una locura pero quiero estar cerca de él, quiero inténtalo, yo sé que puedo enamorarlo, sé que sí.