Voy rodeando a Brad con mis brazos, se siente tan bien tenerlo así de cerca. Al cabo de unos minutos la velocidad de su moto va disminuyendo lo cual me informa que estamos llegando al parque de diversiones.
¡AH! Que emocionante.
Brad finalmente estaciona su moto en el estacionamiento del parque, nunca había venido a este parque de diversiones por lo general voy con Sarah, Andrea y Anderson a uno que es bastante económico.
La pobreza, la pobreza.
Este parque es mucho más grande del que suelo ir, los pocos juegos que logro ver de afuera se ven extremadamente divertidos. Me bajo de la moto, quitándome el casco de Brad.
─Gracias ─digo entregándole su casco, mi mirada está completamente en los impresionantes juegos que tengo delante de mí.
Brad toma el casco y baja de su moto.
─Bueno entre...
─ ¡Si entremos! ─exclamo con emoción, lo tomo por la mano y lo halo hasta la gran entrada del parque.
Al entrar al parque me siento tanta emoción que no me doy cuenta que Don Bill está haciéndonos señas con sus manos para que nos acerquemos a él, si no es porque Brad me hala por el brazo seguramente nunca lo fuese visto.
─Hola Emily ─me saluda Don Bill cuando llegamos a su altura.
Yo le sonrió de oreja a oreja.
─Hola Don Bill ─respondo.
El dulce hombre se acerca y me da un suave beso en la mejilla.
─Me encanta volver a verte.
─Lo mismo digo.
Anddy y una bonita chica se nos unen.
─Hola Emily ─me saluda Anddy y mira a su primo. ─Por fin han llegado tengo muchas ganas de subirme a los juegos ─continua.
─¿Trajiste los brazaletes, Anddy? ─inquiere Don Bill mirando a Anddy.
─Si abuelo aquí están ─contesta mostrándole varios brazaletes azules, Don Bill los toma y nos hace entrega de los elegantes brazaletes.
No entiendo para que sean, pero igual me lo coloco.
─Bueno ahora pueden subirse en el juego que les plazca ─dice Don Bill extendiendo sus manos con emoción, este hombre está lleno de vida. ─Yo me quedaré por aquí comprando un algodón de azúcar, vayan y diviértanse ─dice con sonar, sonriendo con tanta felicidad que me dan ganas de abrazarlo.
Brad termina de colocarse su brazalete y mira a su abuelo.
─Emily y yo iremos a la montaña rusa ─espeta ─. En un rato venimos a comer algodón contigo ─dice y le sonríe, sin más toma mi mano y me hace caminar a su lado.
─ ¿Para qué son? ─le pregunto mostrándole la muñeca donde llevo el brazalete.
Brad mira mi muñeca y luego me mira a los ojos.
─Para que te subas a todos los juegos que quieras ─responde sin detener sus pasos.
Eso es lo mejor que he escuchado en mucho tiempo.
─ ¿Me estás diciendo que me puedo subir al juego que yo quiera sin pagar?
─Si ─afirma.
─ ¿Y las veces que quiera?
─Si –repite. ─ ¿Nunca habías venido a un parque de diversiones? ─me pregunta.
─Claro que sí, pero al parque que suelo ir tenemos que comprar tiques para poder montarnos en los juegos y cuando el dinero se acaba, se acaba la diversión ─explico.
Murmura algo pero no logro escuchar lo que ha dicho, cuando le voy a pregunta que ha dicho me quedo sorprendida por la montaña rusa que está ante mí. Es monstruosa, tienes subidas, bajadas, y curvas por todos lados. Creo que me desmayare por la emoción.
Veo que hay una fila para poder subirse a la fabulosa montaña rusa.
─Hagamos la fila para poder subirnos ─digo y pongo en marcha mis pasos hacia la fila, Brad toma mi antebrazo y me hace voltearme.
─Tenemos brazaletes VIP, no necesitamos hacer fila ─me informa y sin más camina hacia la entrada del juego.
El hombre de la entrada mira nuestras muñecas ─esperen de este lado por favor ─nos dice abriendo las rendijas del juego para que podamos entrar a esperar que el juego pare para poder subirnos.
Considero que es realmente injusto que solo por el cochino dinero no estemos haciendo la fila, esas personas que están allí afuera son absolutamente igual a nosotros ¿Entonces por qué simplemente por tener un ridículo brazalete debemos entrar antes que ellos? ¿Por qué?
─Voy hacer la fila ─digo y me aproximo a salir del juego.
Brad toma mi brazo.
─ ¿Qué haces? ─me pregunta haciéndome girar para que lo vea directo a los ojos.
Lo miro con suavidad, tomo su mano y la quito de mi brazo.
─No creo que esto sea justo –confieso ─, esas personas que están afuera también quieren subirse al juego –señalo la fila ─y considero que no somos mejores que ellos solo por tener un ridículo brazalete en nuestras muñecas ─hago una pausa pasando una mano por mi cabello ─. Si quieres súbete al juego...yo iré a hacer mi fila –dictamino y el hombre que está escuchando todo abre la puerta del juego para que pueda salir.
Camino al final de la fila, veo que Brad ha decidido quedarse dentro del juego, la verdad eso me duele un poco sé que Brad es una persona que está acostumbrada a tener todo pero pensé que por un momento se pondría a pensar en los demás y no solo en él.
El juego se detiene y comienza a salir las personas, veo que Brad viene con expresión seria caminando hacia mí, verlo me hace sonreír victoriosa. Todas las chicas de la fila le sonríen o les guiñan un ojo.