Mi corazón está que se sale de mi pecho, palpita con tanta fuerza que creo que Brad que está a mi lado puede oírlo, la adrenalina que siento en mi cuerpo es extrema.
─ ¡Esto es precioso! ─exclamo cuando la montaña rusa se pone en marcha hacia la empinada subida de inicio ─. Quiero que sepas que si muero morí muy feliz ─continuo y poso mi mirada en los ojos grises de Brad el cual está sonriendo por lo que he dicho.
─No vas a morir Emily ─habla él y el juego comienza a ir con más velocidad.
─ ¿No has visto la película de Destino Final? ─le pregunto.
Él me mira extrañado.
─No ─responde con el cejo fruncido.
─Pues tendrás que verla para que veas que si puedes morir en una montaña rusa ─cuando termino de decir esto la montaña rusa ya está en la punta de la subida. Creo que los nervios me hacen decir estupideces.
¡Llego la hora de la verdad!
Mi mirada se concentra en el paisaje que tengo delante de mí, de aquí arriba se ve absolutamente TODO, es hermoso. Pero en ese instante la montaña rusa cae al vacío. La brisa impacta mi rostro y alborota mi cabello, esto va con demasiada velocidad, es el triple más veloz de cómo maneja Brad su moto.
─ ¡AHHH! ─grito alzando mis manos con emoción, Brad no grita, ni mucho menos levanta sus manos. Es un amargado.
Veo que viene una gran curva haciéndome emocionarme mucho más.
─ ¡Esto es vidaaa! ─vocifero con mis brazos completamente extendidos.
Cuando el juego se detiene me siento 100% satisfecha, ha sido la montaña rusa más grandiosa a la que me he subido (Bueno solo me he subido a dos), pero igual, es genial.
─Me ha encantado ─confieso caminando a la par de Brad.
─Pues para mí ha sido normal ─contesta con ironía.
─Eso es porque no sabes divertirte ─afirmo con desdén.
Él se ríe sonoramente, pero no dice nada. Pasamos delante de una de las tiendas que hay en el parque.
─ ¡Solo por tres dólares puede llevarse un peluche! ¡Solo debes venir y jugar! ─grita un hombre dentro de una de las tiendas.
Detengo mis pasos, Brad también hace lo mismo y me mira.
─ ¿Qué pasa? ─me pregunta.
Miro al hombre que está en la tienda y luego miro a Brad con diversión.
Tengo una fantástica idea.
─Juega para que ganes el peluche ─digo señalando la tienda donde está el hombre.
Brad sonríe levemente ─si quieres un peluche te puedo comprar uno, no necesito jugar nada ─responde y vuelve a poner en marcha sus pasos.
─No quiero que me compres un peluche, quiero que lo ganes ─digo, haciendo que Brad detenga sus pasos, él gira en sus talones clavando su mirada en la mía. ─ ¿O que, no puedes ganar? ─inquiero cruzándome de brazos de forma desafiante.
Él pasa una mano por su pelo, sin despegar sus ojos de los míos.
─Claro que puedo ganarlo Emily ─asegura volviendo a caminar hacia mí.
─Entonces hazlo ─lo reto, levantando una ceja cuando ya está delante de mí.
Él levanta su mirada ─no puedo creer que vaya a hacer esto ─susurra ─. Está bien, ganaré el estúpido peluche ─dice y vuelve a posar su mirada en mi ─. Vamos ─ordena y me toma por la mano para que lo acompañe.
Brad saca del bolsillo de su pantalón tres dólares y los pones delante del hombre que hace algunos minutos gritaba para que las personas se acercaran.
─Aquí está el dinero ¿Qué debo hacer para ganarme el peluche? ─pregunta al hombre con firmeza.
El hombre toma el dinero y le sonríe.
─ ¡Oh un joven se ha animado a jugar! ─grita el hombre, haciendo que varias personas se acerquen ─. Solo debes pintar a tres payasos con esta pistola de pintura ─explica el hombre de bigote entregándole una pistola llena con pintura. ─Los payasos se esconderán para que no los pintes, así que cuando salgan será tu oportunidad de pintarlos, pero solo tendrás seis oportunidades.
Brad acomoda su camisa ─muy bien ─habla Brad tomando bien la pistola de pintura para comenzar a jugar. Los papayos comienzan a salir por todos lados, Brad intenta pintarlos pero es muy difícil. Cuando va por el tercer intento le da al primer payaso.
─Vamos Brad solo faltan dos ─exclamo con emoción. Brad lo intenta nuevamente pero falla.
─Ya se han acabado sus oportunidades para pintar a los payasos, lo siento ─dice el hombre.
Brad saca más dinero de su bolsillo y se los da al hombre.
─Voy a ganar el pinche peluche ─murmura Brad volviendo a tomar la pistola. Al primer intento le da a uno de los payasos, pero luego no vuelve a darle a otro. Nuevamente ha perdido.
─No importa Brad ya has hecho el inte...
─Voy a ganar ese peluche ─dice el mirándome a los ojos.
─Está bien ─contesto. Muchas personas se han detenido a mirar como juega Brad, la mayoría son chicas las cuales se devoran a Brad con la mirada.
─Si quiere volverlo a intentar solo necesita tres...
Brad vuelve a sacar tres dólares de su bolsillo.
─Aquí están ─lo interrumpe y comienza nuevamente a jugar.
Veo al hombre de bigote. ─Créame el dinero no es problema para él ─murmuro y señalo a Brad el cual está muy concentrado en el juego.
En la primera oportunidad pinta a uno de los payasos.